Es obvio aclarar que de ninguna manera estamos sugiriendo que hubo algo oscuro en la cruz. El título tiene que ver con algo que nos sucede, en Astronomía, con nuestro satélite más cercano: la Luna. Hay una superficie que vemos y otra que permanece en oscuridad. Con la cruz nos ocurre lo mismo, y este trabajo pretende arrojar luz, por lo menos en parte, a esas zonas de ignorancia del pueblo santo.

Es obvio aclarar que de ninguna manera estamos sugiriendo que hubo algo oscuro en la cruz. El título tiene que ver con algo que nos sucede, en Astronomía, con nuestro satélite más cercano: la Luna. Hay una superficie que vemos y otra que permanece en oscuridad. Con la cruz nos ocurre lo mismo, y este trabajo pretende arrojar luz, por lo menos en parte, a esas zonas de ignorancia del pueblo santo.

Forma parte de un trabajo completo que está siendo publicado de manera periódica con la finalidad de que cada tema tratado vaya incorporándose al conocimiento pleno, que es el único modo de poder arribar a una victoria en áreas donde muchos cristianos han vivido prisioneros todas sus vidas. Es cumplir con el mandato de libertar a los cautivos.

Dice la Biblia que la palabra de Dios es viva y eficaz. Y eso significa que la palabra es viviente. Porque no dice que está viva, dice que es viva. Y no es lo mismo. Algo que está vivo, va a morir alguna vez, pero algo que es vivo, es eterno. Y si es vivo y eficaz, más aún. Porque eficaz es energeia, que no significa energía como muchos creen, sino enérgica. Por eso es viviente.

El que crea que la vida de fe es un camino suave lleno de pétalos de rosas, quizás ha visto solamente una parte de ese sendero. Es cierto que esos pétalos existen y se disfrutan, pero también están las espinas. Y están allí, muy cerca, acompañándote en cada día y en cada recorrido. Y representan al invasor de tu vida más duro que hayas conocido.

El que crea que la vida de fe es un camino suave lleno de pétalos de rosas, quizás ha visto solamente una parte de ese sendero. Es cierto que esos pétalos existen y se disfrutan, pero también están las espinas. Y están allí, muy cerca, acompañándote en cada día y en cada recorrido. Y representan al invasor de tu vida más duro que hayas conocido.

Cada sector del cristianismo nominado como protestante, declara tener un enemigo básico contra el cual se debe batallar para poder ejercitar su fe. El infierno, el pecado, la falta de santidad, entre otros, suelen ser esos enemigos. En este trabajo, puedo demostrarte que un enemigo casi invisible que sin embargo causa estragos entre el pueblo de Dios, son las propias estructuras eclesiásticas religiosas.

Este es un nuevo capítulo de este trabajo extenso destinado a que cada creyente pueda conocerse a sí mismo, para luego con esa base muy importante comience a buscar lo que verdaderamente es valioso: conocer a Dios tal como Él es y no como las religiones lo muestran.

Cuando se trata de problemas graves concernientes a lo espiritual, todos los creyentes sabemos que disponemos de una contundente autoridad divina delegada para resolverlos. Sin embargo, no siempre creemos en esa guerra lo suficiente como para ejecutarlo. Este trabajo te ilustra respecto a la clase de autoridad que tienes en lo espiritual con resonancia en lo natural, en lo práctico, en tu vida diaria.

Nunca pude terminar de entender por qué razón los cristianos, teniendo en las escrituras todo el detalle y compendio de lo que es nuestra vida terrena y espiritual futura, sólo nos quedamos con lo que la Biblia nos entrega sobre asuntos mucho menores aunque más puntuales, tales como la familia, la prosperidad y la diversidad conceptual de pecado. Este trabajo apunta a uno de esos temas menos tratados desde los púlpitos.