Todos nos llenamos la boca hablando de Reino y diseños divinos, pero muy pocos nos hemos tomado el trabajo de escudriñar e ir más allá de lo que globalmente se ha enseñado al respecto. El diseño de Dios existe, es real y fue plantado juntamente con la Creación. El hombre cayó, el diseño fue robado por Satanás y tergiversado por una copia ruin y perversa. es tiempo de activarlo nuevamente y volver al original.

Un tema tan recurrente como vigente, el de las fortalezas mentales, esos pequeños cautiverios mentales que en más de una ocasión no nos permiten funcionar ni desarrollarnos como las personas que somos. Cuales son, como son y de qué se originan esas fortalezas, es el contenido de este trabajo que será entregado periódicamente, por fases. Para coleccionar.

Un título que hasta parece irreverente, pero que es genuino conforme a estos tiempos que estamos viviendo. Si tú ya sabes que resetear, en términos técnicos implica algo así como reiniciar o volver a darle marcha a algo que venía andando y se detuvo, podrás entender que, efectivamente, este tan complicado tiempo que estamos viviendo, es un tiempo apto y preciso para reiniciar todo lo que el Espíritu obraba en nuestras vidas.

Es más que claro que no estamos hablando de una muerte física, de esas que resultan incomprensibles que desesperan, como si no fueran la conclusión lógica de un nacimiento lógico. Esto nos habla y enseña sobre la otra muerte, esa de la que Dios habla cada vez que pronuncia la palabra Muerte, de la misma que vivió Jesús en la cruz.

Dentro de todo el andamiaje de cuestiones que hemos recibido y poseemos desde nuestra conversión, como asuntos a tratar diariamente para poder continuar con efectivdad y libertad nuestra ruta, hay un sin fin de problemas que también llegan a acosarnos. Hoy estamos frente a uno que no es menor. ¿Me acompañas a salir de él más que vencedores en Cristo Jesús?

Creo que en tu vida de creyente debes haber escuchado y leído cientos de trabajos referidos a la vida de cada uno de los discípulos, también llamados apóstoles, que acompañaron la vida ministerial de Jesús. Y que de cada uno de ellos, seguramente, habrás extraído enseñanzas y buenos principios a seguir. De lo que estoy seguro, es que nunca alguno de esos trabajos, te habló de ESTE discípulo...

¿Por qué no hago el bien que quiero y sí hago el mal que no quiero? A esta pregunta se la formuló en algún momento de su vida, nada menos que Pablo. Y eso nos da la pauta que existen o tienen que existir, los estés viendo o no, te los hayan enseñado o no,los creas o no, tropìezos manifiestos para que no puedas cumplir como deseas con el cielo.

Ha sido dicho y enseñado a través de muchos de nuestros trabajos, que uno de los baluartes que la obediencia a Dios produce y trae, es la Autoridad. No puedes tener ninguna autoridad divina si no tienes obediencia. Y para que la tengas, lo primero que debe suceder, es que la conozcas y sepas como ejercitarla. Aquí tienes un pequeño manual de inicio.

Todos sabemos lo que era y estaba siendo la iglesia como conjunto humano, como organización estructural y como reunión de hombres, antes de aparecer el Covid19. Todos sabemos lo que el impacto de esta pandemia repercutió en ella, en su funcionamiento, en su operativa espiritual. Muy pocos nos atrevemos a esbozar, con ánimo profético, lo que esta misma iglesia será cuando la pandemia sea recuerdo. Si es que llega a serlo...

¿Es que el Espíritu Santo necesita ser reivindicado por nosotros, simples hombrecillos imperfectos y vanidosos? Si. Aunque parezca una irreverencia o casi una blasfemia, si, lo necesita. Es más; es mandato de Dios en este tiempo que así sea. Porque es tanto lo que se lo ha ignorado, bastardeado e imitado diabólicamente, que más que nunca el Espíritu Santo necesita ser presentado tal cual es y significa.