¿Puede hablarse de tecnologías dentro del ambiente del evangelio? Sí, se puede. En primer lugar, porque Dios no está al margen de la ciencia, sino que también es Padre de ella. Y porque termina siendo esa ciencia la que en muchas ocasiones confirma su palabra. Aunque los científicos sean escépticos o ateos, Dios los usa con su tecnología moderna para extender su Reino.

¿Puede hablarse de tecnologías dentro del ambiente del evangelio? Sí, se puede. En primer lugar, porque Dios no está al margen de la ciencia, sino que también es Padre de ella. Y porque termina siendo esa ciencia la que en muchas ocasiones confirma su palabra. Aunque los científicos sean escépticos o ateos, Dios los usa con su tecnología moderna para extender su Reino.

Forma parte de un trabajo muy completo sobre nuestra alma y su conflictos.

Te adelanto que este es un trabajo que puede resultar controvertido. Y no porque tenga falsas doctrinas o errores de interpretación, sino porque chocará indefectiblemente con todo lo que en cada denominación y credo se ha enseñado al respecto. No censuro ni desestimo nada de lo enseñado por otros, pero confío en una certeza íntima de estar llevando palabra de claridad.

¿Por qué razón el título de este estudio suena tan contundente o impactante si sabemos que si Dios es inmutable, sus leyes también tienen que serlo? Porque como iglesia hemos aprendido que una cosa es Dios y otra muy distinta sus leyes. En Latinoamérica, nadie se atrevería a discutir o cuestionar a Dios, pero cuando se trata de leyes...Escucha y aprende.

La Biblia tiene 66 libros, todos lo sabemos. Y seguramente, cada uno de nosotros tiene uno que es su preferido. Pero hay uno de esos 66, que no es precisamente el más leído, y en algunos lugares hasta es de alguna manera prohibido, y que sin embargo es el único que dice que es bienaventurado el que lo lee. Ese es el libro que tiene un misterio escondido. Acompáñame a develarlo.

La Biblia tiene 66 libros, todos lo sabemos. Y seguramente, cada uno de nosotros tiene uno que es su preferido. Pero hay uno de esos 66, que no es precisamente el más leído, y en algunos lugares hasta es de alguna manera prohibido, y que sin embargo es el único que dice que es bienaventurado el que lo lee. Ese es el libro que tiene un misterio escondido. Acompáñame a develarlo.

Este es un trabajo que se irá entregando periódicamente, no de manera consecutiva, que consta de once estudios relacionados con el obstáculo más importante que tiene nuestra fe, nuestras propias fortalezas mentales. Si los coleccionas y atesoras, estudiándolos con prolijidad, vas a tener una excelente herramienta para descubrirlas, combatirlas y derrotarlas.

¿Necesitaría Dios dejar escrito en la Biblia un relato de un samaritano, sólo para que nosotros tengamos más información histórica, cultural o geográfica? Sé que algunos piensan que sí, pero no es mi caso. Tengo total certeza que cada letra, cada punto y coma insertas en la Biblia, tienen un significado de alto contenido espiritual, por eso están allí. Y ese es el caso que se describe en este trabajo.

¿Es experimentar caídas, risas incontenibles, temblores, oración en lenguas u otras manifestaciones visibles, una prueba indubitable de estar lleno del Espíritu Santo? No siempre. Estas manifestaciones son, en efecto, producidas por el Espíritu, aunque no siempre. A veces el enemigo logra buenas imitaciones que llevan al engaño. Este trabajo te ayudará a descubrir la verdadera llenura espiritual por sobre simples impactos emocionales.