No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia.
Si bien hoy las guerras llamadas convencionales han quedado limitadas a cuestiones internas o ideológicas entre distintas facciones o etnias en los países, los conceptos que se manejan con anterioridad, durante y en el post,, siguen siendo los mismos. Y es muy curioso, porque el pueblo de Dios es una nación, y desde que lo es, la Biblia dice que estamos en guerra. El problema mayor es que muchos todavía no terminan de creerlo.
Una nueva Entrega de esta Serie de Ayuda emocional y espiritual que te será útil para tu madurez y crecimiento.
A los antiguos enfrentamientos doctrinales entre el catolicismo romano y el naciente protestantismo, respecto a si la salvación por la fe o la salvación por obras, le siguió una etapa en donde la iglesia evangélica en general tuvo un notable crecimiento, aunque también se dividió en dos corrientes aparentemente creyentes de lo mismo, pero con doctrinas en algunos casos, antagónicas. El ejemplo más claro, la legendaria polémica respecto a si la salvación se pierde o no se pierde. Este trabajo no toma partido, sino que desde la Biblia, esclarece varios puntos hasta hoy difusos.
A los antiguos enfrentamientos doctrinales entre el catolicismo romano y el naciente protestantismo, respecto a si la salvación por la fe o la salvación por obras, le siguió una etapa en donde la iglesia evangélica en general tuvo un notable crecimiento, aunque también se dividió en dos corrientes aparentemente creyentes de lo mismo, pero con doctrinas en algunos casos, antagónicas. El ejemplo más claro, la legendaria polémica respecto a si la salvación se pierde o no se pierde. Este trabajo no toma partido, sino que desde la Biblia, esclarece varios puntos hasta hoy difusos.
Los cristianos todavía no parecen haber asumido que las bendiciones de Dios no llegan incondicionalmente. No son pocos aún los que suponen que Dios los bendecirá porque son buenas personas y van a una iglesia. Sin embargo, a partir de las decenas de textos que hablan de una respuesta positiva del cielo a cambio de una mínima obediencia a la voluntad divina, vemos que así como nosotros esperamos cosas buenas de nuestro Padre, Él sólo aguarda nuestra obediencia para dárnosla. Aquí encontrarás otros requisitos indispensables.
Todos lo hemos leído en nuestras Biblias, pero muy pocos nos hemos preguntado el motivo o la causa del por qué, cuando Dios se presenta, lo hace mencionando a tres hombres. Dios de Abraham, Isaac y Jacob. La respuesta, que da origen a este trabajo, es tan sencilla que nos preocupa no haberla visto antes: porque el Reino de sustenta siempre en tres generaciones. Eres tú, tu padre y tu abuelo. Como mínimo.
Todos lo hemos leído en nuestras Biblias, pero muy pocos nos hemos preguntado el motivo o la causa del por qué, cuando Dios se presenta, lo hace mencionando a tres hombres. Dios de Abraham, Isaac y Jacob. La respuesta, que da origen a este trabajo, es tan sencilla que nos preocupa no haberla visto antes: porque el Reino de sustenta siempre en tres generaciones. Eres tú, tu padre y tu abuelo. Como mínimo.
Una nueva entrega de este extenso trabajo sobre los recovecos del alma y las emociones.
La pregunta del título parece irrespetuosa, inconveniente y hasta irreverente, ¿Verdad? Sin embargo, y a partir de las diversas incredulidades en las que el hombre suele recalar sólo para pretender negar la existencia de Dios, toma cierto relieve cotidiano. Porque si existen personas que deciden dejar a un lado a nuestro maravilloso Dios, con todo lo que nosotros sabemos puede darle Él, es porque en su fuero íntimo deben suponer que encontrarán otro igual o mejor, ¿No crees?
La suma de análisis, estudios y hasta imponderables que originó la tremenda reforma encabezada por Martin Lutero pertenece inevitablemente a la historia viva del evangelio. Hubo un antes y un después de la era Lutero. Sin embargo, hoy asistimos a un presente en donde ese apellido vuelve a sonar como elemento simbólico, casi como tipología de otra clase de reforma. Es tiempo de análisis, estudios y, por qué no, otros imponderables de la mano de Dios.