Formé parte durante muchos años de una estructura eclesiástica voluminosa y con aceitada organización. Todo lo que se interfiriera en los plantes del liderazgo, era apartado del camino. Y una de las formas "legales" para exonerar a un miembro, era declarar que no estaba de acuerdo "con la visión pastoral". Formé parte y fui cómplice de ello, pero el punto quedó en mi mente y hoy, a muchos años, he logrado entender de qué se trata eso de "la visión".

Formé parte durante muchos años de una estructura eclesiástica voluminosa y con aceitada organización. Todo lo que se interfiriera en los plantes del liderazgo, era apartado del camino. Y una de las formas "legales" para exonerar a un miembro, era declarar que no estaba de acuerdo "con la visión pastoral". Formé parte y fui cómplice de ello, pero el punto quedó en mi mente y hoy, a muchos años, he logrado entender de qué se trata eso de "la visión".

Un capítulo más de un extenso trabajo de estudio de las emociones, los sentimientos, la mente, la voluntad y todo aquello que constituye lo que llamamos Alma. Apto para aprender, poner por obra y luego compartir con quienes necesitan ayuda en esas áreas de sus vidas.

De aquellos viejos tiempos en los que la religión sistemática nos enseñaba solamente a rezar y esperar que a Dios se le ocurriera responder nuestros pedidos, llegamos a un hoy en el que, a favor de la obediencia de muchos hombres y mujeres respecto a escudriñar las escrituras, sabemos que mucho de lo que necesitamos, podemos conseguirlo utilizando simplemente el equipamiento que nos ha sido cedido. De aprender a utilizarlo, depende su invulnerabilidad.

De aquellos viejos tiempos en los que la religión sistemática nos enseñaba solamente a rezar y esperar que a Dios se le ocurriera responder nuestros pedidos, llegamos a un hoy en el que, a favor de la obediencia de muchos hombres y mujeres respecto a escudriñar las escrituras, sabemos que mucho de lo que necesitamos, podemos conseguirlo utilizando simplemente el equipamiento que nos ha sido cedido. De aprender a utilizarlo, depende su invulnerabilidad.

¿Hay un mundo en donde sólo habita la mentira? Sí, lo hay. ¿Está inexorablemente afuera, en lo que los cristianos suelen denominar como "el mundo secular"? Sí, pero también se encuentra adentro, en lo que esa misma franja social denomina como "la iglesia", sin serlo en su totalidad. ¿Entonces hay mentira en la iglesia? En la iglesia genuina del Señor, no. Pero en algunas imitaciones que subsisten por allí, sí que la hay.

Es habitual que en las iglesias más conservadoras no se termine de aceptar por completo la posibilidad de que hoy provengan revelaciones del Espíritu Santo a personas. SE sostiene que las revelaciones ya han sido entregadas y que hoy lo que resta es el cumplimiento y ejecución. Como siempre, todos los extremos son perjudiciales. Este trabajo pretende poner blanco sobre negro en este tema.

Es habitual que en las iglesias más conservadoras no se termine de aceptar por completo la posibilidad de que hoy provengan revelaciones del Espíritu Santo a personas. SE sostiene que las revelaciones ya han sido entregadas y que hoy lo que resta es el cumplimiento y ejecución. Como siempre, todos los extremos son perjudiciales. Este trabajo pretende poner blanco sobre negro en este tema.

Forma parte de un extenso y profundo trabajo sobre las implicancias del alma y el cuerpo en el desarrollo espiritual de las personas. Te servirá de ayuda y aliento para continuar tu camino en el evangelio de Jesucristo.

Regularmente, todos competimos en cualquier cosa que sea con un objetivo sencillo y claro: obtener la victoria. De no mediar esta necesidad, no habría competencia. La vida del creyente es una permanente batalla de corte espiritual y una suerte de carrera de obstáculos. ¿El objetivo? Parecería ser el mismo. La gran pregunta y su probable respuesta en este trabajo, es: ¿Qué es la victoria para el cristiano?