La Web Cristiana

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No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia. 

La Palabra nos dice, hablando de Elías, que era un hombre sujeto a pasiones similares a las nuestras. Y esa desmitificación de un personaje bíblico, lo hace mucho más interesante y apto para el estudio y hasta la imitación, llegado el caso. ¿Es realmente este un tiempo para considerarlo como el momento de los nuevos y modernos Elìas? Yo creo que si.

Vivimos una gran parte de nuestra vida cristiana, casi llenándonos la boca hablando del Reino de Dios y Su Justicia, pero... ¿Sabemos de lo que estamos hablando? Si tomamos al azar a diez cristianos, ¿Todos tienen de ese Reino la misma imagen, la misma impresión, el mismo conocimiento? Esa es nuestra gran asignatura pendiente. Debemos saldarla.

Los cristianos tenemos, desde nuestra conversión, una ruta muy determinada a seguir. Esa ruta está marcada y delineada en nuestras biblias. Eso es lo que hemos venido observando y enseñando a través de todo este tiempo. Sin embargo, los sucesos que hoy comandan nuestras vidas, nos obligan a desarrollar estrategias nuevas y principios nuevos.

Nunca pensamos, como iglesia del Señor, que llegaría el día en que deberíamos reemplazar nuestros mensajes tradicionales y conocidos respecto a la vida en Cristo, para convertirlos en planificaciones y estrategias para encarar tiempos difíciles como son los que estamos viviendo como pueblo de Dios y como humanidad toda.

Quien quiera pensar que estamos aquí para batallar sin esperar grandes resultados, no está de nuestro lado. Estamos aquí peleando esta guerra para la cual la Palabra nos prepara convenientemente, persiguiendo lo esencial que tiene una guerra: la victoria. Y hacia allí nos encaminamos. Por tanto, será conveniente repasar algunas de las principales claves.

La Palabra nos dice y nos confirma y reafirma con más de un texto, que estamos en esta tierra para conquistarla, para recuperar el Reino usurpado y devolverlo a su legítimo propietario. Esa es nuestra tarea como Cuerpo de Cristo en la tierra, no entretenernos los unos con los otros inconsciente y alegremente. Este es el tiempo de la conquista.

Desde que tomamos contacto con la Verdad, es imposible que podamos llegar a pensar siquiera incursionar en alguna forma de mentira. El conocimiento de la verdad, definitivamente te hace libre y no te permite, por causa de esa misma y maravillosa libertad en Cristo, volver a tus antiguas rutinas de engaños, simulaciones y fraudes. Y eso, de un modo u otro, se llama Vivir.

Si algo ha cautivado el interés del hombre durante una gran parte de su vida, ese algo es el futuro. No es casual que la mayor parte de sus errores desde lo espiritual, haya sido en recurrir a brujos y adivinos procurando saber qué le depara el destino para mañana. Desoye la voz de Dios que le ha prohibido hacer eso, y trata de averiguarlo. Este trabajo es la única pista posible para ello.

En toda lectura bíblica, por desapasionada que la realices, siempre te encontrarás por simple ejercicio de lectura habitual, formando parte activa de algún o algunos de los personajes con los que te encuentres en esa lectura. Cuando al fin hallas aquello que te identifica, tu crecimiento está en marcha, ya que de allí a consumarlo, hay un solo paso.

Durante todos los años que mi foco de atención estuvo centrado en la cruz y su significado real y por fuera de los costumbrismos religiosos ambientes, pude llegar a vislumbrar nada más que en parte su real significación. La resurrección es clave para entender espiritualmente el sentido de nuestra presencia en este planeta. Será bueno que lo sepas.

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