¿Es que el Espíritu Santo necesita ser reivindicado por nosotros, simples hombrecillos imperfectos y vanidosos? Si. Aunque parezca una irreverencia o casi una blasfemia, si, lo necesita. Es más; es mandato de Dios en este tiempo que así sea. Porque es tanto lo que se lo ha ignorado, bastardeado e imitado diabólicamente, que más que nunca el Espíritu Santo necesita ser presentado tal cual es y significa.