No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia.
Todos nosotros hemos accedido en algún momento de nuestras vidas, a alguna clase de enseñanza bíblica o espiritual. Con mayor o menor precisión y unción, todos hemos recibido palabra de guía y dirección. Damos gracias a Dios por ello, porque ello es lo que hoy nos trajo hasta aquí. Sin embargo, siempre queda algo para completar nuestro conocimiento. Este trabajo pretende ser un algo de esos. Difrútalo, aprovéchalo. créelo, ponlo por obra.
Hay una nueva generación que ha comenzado a transitar por este duro pero seguro camino de salvación y en dirección a la jurisdicción divina llamada Reino. Es una generación que recogerá todo lo que liberó la anterior, la generación Moisés. Esta es la encargada de hacer entrar a esa generación en los umbrales divinos de lo que todos perseguimos: la extensión y consolidación de la genuina morada del Dios viviente.
Hay una nueva generación que ha comenzado a transitar por este duro pero seguro camino de salvación y en dirección a la jurisdicción divina llamada Reino. Es una generación que recogerá todo lo que liberó la anterior, la generación Moisés. Esta es la encargada de hacer entrar a esa generación en los umbrales divinos de lo que todos perseguimos: la extensión y consolidación de la genuina morada del Dios viviente.
Es una palabra de las llamadas clásicas del evangelio. sin embargo, parecería ser necesario tener que reiterarla cada día, como para que a nadie se le olvide. Dividir una casa es algo que puede efectuarse con muy poco esfuerzo, y el enemigo lo aprovecha con tanta certeza y eficiencia, que en más de un caso eso lleva a un grado de destrucción lamentable. Es válido para la iglesia del Señor y también para la casa de cada uno de sus hijos.
Es una palabra de las llamadas clásicas del evangelio. sin embargo, parecería ser necesario tener que reiterarla cada día, como para que a nadie se le olvide. Dividir una casa es algo que puede efectuarse con muy poco esfuerzo, y el enemigo lo aprovecha con tanta certeza y eficiencia, que en más de un caso eso lleva a un grado de destrucción lamentable. Es válido para la iglesia del Señor y también para la casa de cada uno de sus hijos.
Judas Iscariote, nombre y apellido nefasto para todos los cristianos, pudo recibir sin embargo, un tratamiento de parte de Jesús que dista mucho del que nosotros le otorgamos a quienes nos ofenden o nos traicionan. Jesús simplemente le dio una y hasta dos oportunidades más a Judas. Si éste se hubiera arrepentido, Jesús lo hubiera perdonado y hoy estaría con Él. Pero Judas decidió no aprovechar esa otra oportunidad, y se perdió. ¿Qué harás tú?
Judas Iscariote, nombre y apellido nefasto para todos los cristianos, pudo recibir sin embargo, un tratamiento de parte de Jesús que dista mucho del que nosotros le otorgamos a quienes nos ofenden o nos traicionan. Jesús simplemente le dio una y hasta dos oportunidades más a Judas. Si éste se hubiera arrepentido, Jesús lo hubiera perdonado y hoy estaría con Él. Pero Judas decidió no aprovechar esa otra oportunidad, y se perdió. ¿Qué harás tú?
La palabra Ignorancia no es muy apreciada en nuestras vidas cotidianas, porque los hombres suelen utilizarla casi a manera de insulto peyorativo. Decirle a alguien que es un ignorante es indudablemente fabricarse un problema. Sin embargo, ignorar es, simplemente, no conocer algo que sería muy importante conocer, ya que en casos nuestra vida misma depende de ello. De esto hablamos aquí y le va a venir muy bien a tu vida no ignorarlo.
Te aviso: no se parece a ninguno de los tres anteriores. Con este puedes estudiar y hasta convertirlo en material diario de consulta. Porque desde el corazón mismo de la Biblia, he podido extraer lo que realmente deberás tomar como Palabra de Dios, fuera de todo discurso humano.
En el primer libro, te dije que te divertiría, te enseñaría, te enojaría y otras cosas más. No me equivoqué; sucedieron todas. Ahora, con este, la invitación sigue en pie, con una óptica totalmente distinta, pero coincidente. Es más extenso. Léelo, analízalo con tu Biblia.