No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia.
El motivo que me ha llevado escribir éste artículo, es un llamado que el Señor ha hecho a mi corazón ya hace algún tiempo, pero que solo hasta ahora es que me he atrevido a escribir.
TEXTO: 1 R. 2:1-3 David dijo a Salomón: Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, anda en sus caminos, observa sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, como ésta escrito en la ley de Moisés.
Siendo protestante, tenía algo que hacer el domingo, pero, nunca me convencieron.
Un escritor y conferencista cristiano al relacionarse muy frecuentemente con un alto ejecutivo de esta gran compañía mundial, IBM, cierto día se encontraba en un de los más altos pisos del maravilloso edificio de esta empresa multinacional en USA. Esta persona, autor de varios libros, le pregunta al empresario mencionado: