No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia.
Enfréntate a tu mundo, cristiano,
De todos es conocida esta palabra, que hace referencia a la película ganadora de 4 Oscars en la edición de este año 2000, que protagonizada por Keanu Reaves, ha sido un gran éxito a nivel mundial, por sus novedosos efectos especiales y por su guión.
Nota del traductor: Leer este texto sin escuchar el original es como pasar unas vacaciones en Hawai en un casco de realidad virtual. Es decir: te has perdido el 99% de la realidad. Lo has visto, pero no has estado allí, y ni siquieras lo oyes. Pero, ¿qué le vamos a hacer? ¡Así están las cosas, y así se nos ofrecen! Soy consciente de que, como siempre que se intenta traducir a Gene Edwards, te quedas a años luz de la riqueza del registro y del giro original de las expresiones que él utiliza. En primer lugar, es el hombre que jamás haya conocido que mejor usa la ironía sin caer en la vulgaridad ni el pedantismo. En segundo lugar es uno de esos raros ministros de Dios que aún pululan por este mundo que haya vencido los peligros de la religión y que, sin embargo, haya seguido adelante hacia la preciada (y preciosa) meta: Jesucristo, y SOLO Jesucristo.
Es indudable que a partir de su conversión, cada cristiano sueña con acceder a los mejores dones, administrar los mejores ministerios y, obviamente, cosechar los mejores logros y resultados. Sin embargo, si ese cristiano no encuentra la llave específico que da ingreso y acceso al punto específico y preciso de cualquier actividad ministerial, como es la autoridad, nada de lo que se haga tendrá resultados óptimos y sólo habrá sido una muestra más de activismo religioso.
Si tu reacción ha sido similar a la mía y a la de una gran mayoría de cristianos, al leer el título seguramente has respondido afirmativamente y con no poco entusiasmos. Sin embargo, a poco de introducirte en este estudio sumamente profundo y específico, vas a ir examinándote meticulosamente y, quizás, encuentres que en algunas áreas de tu vida, todavía Cristo no termina de ser su dueño.
Es indudable que uno de los problemas más frecuentes que experimentan los cristianos de todo el planeta, es la asignatura pendiente que viven respecto a sus oraciones. Es mucha la gente que asegura orar regularmente, mantenerse en sintonía con Dios y que, sin embargo, aseguran no recibir respuesta alguna a sus oraciones. Es, -dicen-, como si Dios no los estuviera escuchando. ¿Es así, realmente? Este trabajo te lo aclara.
En algunos estudios anteriores, estuvimos hablando de loa pasos espirituales a seguir para formar parte activa y dinámica de un éxodo espiritual manifiesto en el que la iglesia del siglo veintiuno está ingresando o a punto de ingresar. Este trabajo, de alguna manera, es la prosecución de aquel, ya que encarrila todo lo expuesto y lo conforma al nuevo mover presente.
Observamos en innumerables y buenas publicaciones acerca de creencias, sectas y religiones paralelas al Evangelio, que en ellas se analizan, critican y descubren sus puntos que, a la luz de la Biblia, evidencian errores y/o prácticas no aprobadas para la fe Bíblica.
Hay un dicho en los tomos de refranes populares que dice: "Cuando el pastor de ovejas comienza a hablar bien del lobo, las ovejas deben preocuparse".
La Biblia dice que los elohim, los ángeles, “dioses”, eran los ministros de la creación, desde antes que existieran los mundos, Job 38:7: