Cuando amigos y conocidos se refieren a Ricardo José, lo hacen en los mejores términos, rememoran su amabilidad, disposición de ayudar a quien lo necesita; la sonrisa afable que le caracteriza, y el ser un buen hijo. Pero sus sueños de estudiar ingeniería y la condición de joven emprendedor, estuvieron a punto de romperse un sábado cualquiera, pasadas las nueve…