No somos ninguna institución con unas siglas que nos definan, somos de la institución más hermosa y eterna que haya existido nunca, formamos parte del Cuerpo de Cristo. Somos cristianos, y nos basamos en los principios de la Reforma, siendo nuestra máxima autoridad la Santa Biblia.
¿Necesita valentía un cristiano para ejercer su fe? Sí, la necesita. Porque el mundo secular, guiándose por libretos escritos en las oficinas del infierno, siempre va a procurar avergonzarlo y humillarlo. ¿Qué es lo que se aconseja hacer, entonces, para obtener victoria? Perseverar, que es precisamente lo que la Palabra nos demanda al respecto. Y eso es, además, mantenernos firmes en la brecha. ¿quieres rudimentos, llaves, estrategias, escucha este trabajo y luego decides.
Desde que te sales del sistema estructural eclesiástico, tu máximo enemigo pasa a ser el no tener, en apariencia y conforme a los rudimentos establecidos, una cobertura adecuada para ministrar. Este estudio tiene por finalidad dejar en evidencia que tal cosa no es bíblica y que, muy por el contrario, cuando la Biblia habla de coberturas, se refiere a algo totalmente distinto y hasta opuesto a lo que los hombres eclesiásticos toman como tal.
Los cristianos, a lo largo de nuestra vida eclesiástica, hemos recibido enseñanza sobre la mayoría de los temas que tienen que ver con nuestra fe en Jesucristo. Sin embargo, uno de los puntos de los que menos se nos ha hablado es, precisamente, el que resulta básico como argumento para que hoy estemos aquí: la Gracia. En este trabajo intento acercarte la razón, la forma, el contenido y, esencialmente el resultado final de que en tu vida tengas Gracia de Dios hasta sobreabundar.
Cuando Pablo le explica a Timoteo que en los últimos días vendrán espíritus engañadores que dejarán de predicar la palabra genuina para inclinarse a las fábulas, parecería estar hablando de algo futuro y remoto, pero no es así. Si una fábula es un relato compuesto de un tema, que luego se desarrolla en tres puntos y se concluye con una moraleja aplicable al hoy, entonces creo que todos sabemos de lo que Pablo hablaba. Este trabajo desnuda verdades que, simplemente por serlas, rompen y destrozan viejas fábulas "vendidas" como bíblicas.
Cuando Pablo le explica a Timoteo que en los últimos días vendrán espíritus engañadores que dejarán de predicar la palabra genuina para inclinarse a las fábulas, parecería estar hablando de algo futuro y remoto, pero no es así. Si una fábula es un relato compuesto de un tema, que luego se desarrolla en tres puntos y se concluye con una moraleja aplicable al hoy, entonces creo que todos sabemos de lo que Pablo hablaba. Este trabajo desnuda verdades que, simplemente por serlas, rompen y destrozan viejas fábulas "vendidas" como bíblicas.
Cuando Pablo le explica a Timoteo que en los últimos días vendrán espíritus engañadores que dejarán de predicar la palabra genuina para inclinarse a las fábulas, parecería estar hablando de algo futuro y remoto, pero no es así. Si una fábula es un relato compuesto de un tema, que luego se desarrolla en tres puntos y se concluye con una moraleja aplicable al hoy, entonces creo que todos sabemos de lo que Pablo hablaba. Este trabajo desnuda verdades que, simplemente por serlas, rompen y destrozan viejas fábulas "vendidas" como bíblicas.
¡Vaya si es un asunto delicado referirse al, para muchos, polémico tema de los diezmos y ofrendas! Sin embargo, y desde la absoluta y comprobable autoridad de no pedirlos ni incentivarlos, podemos tratar el tema desde la misma Biblia y sin contaminaciones tradicionales de intereses privados. Un enfoque singular a la manera de nuestro trabajo y sin coincidencias con sectores que lo promueven o se oponen, algo que podrá estar muy bien para la política, pero nunca para gente de Reino.
En este trabajo no se habla de LA palabra de Dios, si es eso lo que habías supuesto. En este estudio hablamos de LAS palabras que utilizamos mal o bien durante nuestra vida diaria. Las palabras, tus palabras, mis palabras. ¿Qué valor tienen cada una de ellas? ¿Atan? ¿Desatan? ¿Sientan precedentes proféticos y se constituyen en una especie de decretos a cumplirse? Todo esto y mucho más en un tema realmente apasionante.
¿Cuántas veces habrás leído una palabra en tu Biblia, que te inspiró lo suficiente como para que entendieras que estabas equivocado en algo y que debías modificar tu conducta ya mismo? ¿Cuántas veces, en los umbrales de la ruptura de esas antiguas estructuras las observaste con temor y dudas y te dijiste para tus adentros: "¡No, no se puede, es muy difícil!". Hoy, desde este trabajo especial, puedo asegurarte que, si bien no es sencillo ni fácil lograrlo, ¡Sí se puede!
Los tiempos donde la iglesia se reducía a un anónimo y silencioso grupo de personas que iba domingo tras domingo a sentarse en unos bancos para oír lo que el responsable del lugar tuviera para enseñarles o anunciarles sin el menor trabajo por escudriñar por sí mismos, ya pasaron. Este es un tiempo donde cada uno de nosotros, si deseamos ser hombres y mujeres de Reino, deben hallar por sus medios las llaves especiales que abran un entendimiento acorde con tiempos de transición y reforma.