¿Cuántas veces habrás leído una palabra en tu Biblia, que te inspiró lo suficiente como para que entendieras que estabas equivocado en algo y que debías modificar tu conducta ya mismo? ¿Cuántas veces, en los umbrales de la ruptura de esas antiguas estructuras las observaste con temor y dudas y te dijiste para tus adentros: "¡No, no se puede, es muy difícil!". Hoy, desde este trabajo especial, puedo asegurarte que, si bien no es sencillo ni fácil lograrlo, ¡Sí se puede!