Todos sabemos y enseñamos que nuestro Dios es un Dios de orden, pero cuando lo llevamos a la práctica en nuestras vidas, no vamos mucho más allá de solemnidades, formalidades y rutinas de culto. Sin embargo, es palabra es tan real, tan genuina que, por poco, es una especie de clave, de llave para el ingreso al Reino de Dios.…