Cuando comenzamos nuestra vida de fe genuina y en el marco de un evangelio bíblico y no meramente doctrinal teológico-humano, es como si empezáramos a transitar una nueva y desconocida ruta hacia el mejor y máximo objetivo. Aquí tienes los principios básicos para que esa ruta no te sorprenda con sus obstáculos y puedas arribar a destino sin inconvenientes.