La casa que tú le puedes construir a Dios es la que Él construye dentro de ti con las palabras que tú le acoges. Tú no puedes abarcar a Dios, pero su Palabra, viviendo en ti, hace Casa donde Él sí cabe. Si quieres, pues hospedar a Dios, has de recibirle su Palabra. ¡Oh maravilla de la Palabra Divina, que…