Hay llaves que abren puertas maravillosas dentro del evangelio de Jesucristo, lo sabemos. Lo hemos leído una y cien veces en nuestras biblias, sólo que por esa tan singular manía de subestimarnos que nos pone el enemigo, siempre hemos entendido que eso era solamente para aquellos ´heroes" de nuestra fe. Pero la misma Palabra de Dios nos dice que no es así, y que esas llaves, también están a nuestra disposición.