Ser pacíficos es una condición casi excluyente para cualquier hombre de Dios. Y eso se enseña y se predica continuamente, pero no siempre se lo hce con la claridad que amerita el tema, ya que no son pocos los que han confundido pacifismo con pasividad, que no es ni por asomo la misma cosa. En este trabajo doy algunos elementos indispensables para poder definirlas y colocarlas a cada una en su debido sitio.