Durante muchos años ha existido una especie de oscurantismo en la enseñanza eclesiástica. El cristianismo evangélico se ha ocupado y preocupado por diferenciarse del catolicismo romano en cuanto a las bases de su doctrina y no ha ido más allá. Este trabajo, tal como su título lo antecede, procura poner las cosas en su lugar y llevar elementos que establezcan fundamentos sólidos y genuinos.