Es más que habitual y frecuente escuchar voces desde los púlpitos de predicación que estamos en los umbrales de un gran avivamiento. Y todos se alegran y emocionan con ello. Sin embargo, este trabajo te deja más que en claro que, conforme a lo que la Palabra de Dios predice, lo que tiene que llegar en este tiempo no es un avivamiento sino una gran apostasía.