Hoy día se está enseñando al creyente, que para poder recibir algo de parte de Dios debe hacer pactos económicos pues de lo contrario nada va a recibir, de esta forma se está reemplazando la obra perfecta de Jesucristo, predicando un evangelio diferente.

 
Esta no es una práctica nueva, pues su origen está en el añejo paganismo.

INDULGENCIAS EN LA IGLESIA CATOLICA.

Las indulgencias son favores divinos vendidos por la Iglesia Católica para un perdón especial de pecados.

Se enseña que si las penas temporales impuestas para remisión del pecado no las cumple una persona en esta vida, serán pagadas después de la muerte, en el purgatorio hasta que el alma quede purificada de pecado para poder así ver a Dios.

LAS INDULGENCIAS EN LA HISTORIA.

Las indulgencias a través del tiempo fueron evolucionando, pues primero se vendían como perdón por los pecados ya cometidos; luego se vendieron para perdón de los pecados que aún no se habían realizado y por último se vendieron para poder sacar a una persona del purgatorio, es decir se podían comprar indulgencias a favor de terceros.

La base teológica de las indulgencias lo desarrollaron los escolásticos Alejandro de Hales, Alberto Magno y Tomás de Aquino quienes inventaron el principio de la tesorería de la Iglesia.

La tesorería de la Iglesia era el lugar donde se guardaba todas las buenas obras que a los apóstoles y los santos de la antigüedad les habían había sobrado al tratar de asegurarse la dicha del cielo.

Se sostenía que a la Iglesia se le había sido conferido el poder de transferir esas buenas obras a los fieles para reducir o aún cancelar el número de obras buenas que se exigían de los pecadores penitentes como satisfacción por sus pecados. En 1343 el papa Clemente VI dio aprobación oficial a esta enseñanza.

En el siglo XI comenzó la práctica de otorgar indulgencias plenarias es decir la remisión de todas las penas temporales por los pecados.

El Papa Urbano II, concedió indulgencias a las personas que se alistaran en la primera cruzada (1.095) para ir a liberar la tierra santa que estaba en manos de los Arabes; luego de esto amplió a una indulgencia plenaria y llegó a incluir a todos aquellos que contribuyeran a la financiación de la Cruzadas.

En el Siglo XIII la creencia se extendió en el sentido de que una persona podía obtener la indulgencia en bien de otra, y que los vivos podían conseguir indulgencias para las almas que estaban en el purgatorio.

En el siglo XIV la venta de indulgencias al igual que las peregrinaciones a lugares llamados sagrados se convirtió en un gran negocio para la Iglesia Romana. El Papa Bonifacio VIII declaró en el año 1.300 como un año de Jubileo y ofreció numerosas indulgencias a todo aquel que hiciera un viaje de peregrinación a la catedral de san Pedro en Roma. Se estima que dos millones de personas lo hicieron, depositando tantos tesoros ante la supuesta tumba de Pedro, que se estuvieron recogieron durante 48 horas.

El dinero fue a parar a manos de la familia del papa, los Gaetani quienes con el dinero compraron numerosos castillos y haciendas en Latium. ( Historia de la civilización. Volumen 4 Pags. 753, 487)

En el Siglo XVI con el fin de levantar fondos para la construcción de la catedral de san Pedro, el Papa hizo una campaña especial para vender indulgencias.

Al fraile dominico Juan Tetzel le correspondió venderlas en Alemania; él cuando llegaba a un pueblo, mostraba el documento oficial del papa delante de él en un pendón de oro y terciopelo. Todos los sacerdotes y monjes, los dirigentes del pueblo, los rectores de colegios, sus estudiantes y todo el pueblo salían a recibirlo con estandartes, velas y cánticos formando una gran procesión. Luego con las campanas repicando y los órganos tocando, se le acompañaba hasta la puerta de la iglesia principal. Se colocaba una cruz roja en medio de la iglesia y se ponía allí el estandarte papal. Cualquiera podía imaginarse que se estaba recibiendo al mismo Dios. Al frente de la cruz se colocaba un gran baúl de hierro para recibir el dinero y luego la gente era convencida de varias formas, ya sea por sermones, himnos, procesiones y boletines para que compraran indulgencias. (Herejías de Roma. Pag. 84)

Tetzel predicaba que las indulgencias eran el regalo más precioso de Dios; que en virtud de las indulgencias todo pecado que quisiera cometer el comprador, si así lo deseaba, le sería perdonado y que ni siquiera había necesidad de arrepentirse. (Historia de la reforma. Pag. 71).

Tan pronto como el dinero suena en el fondo de la caja, decía Tetzel, al alma atormentada sale del purgatorio.

Por este motivo el rico daba grandes donativos y el pobre campesino vendía todo lo que tenía para ayudar a los suyos a salir el purgatorio o para pagar sus propios pecados.

Luego de vender las indulgencias una parta de las ganancias se le daba al gobernador de la región.

En la actualidad la iglesia romanista sigue promoviendo las indulgencias para perdón de pecados, mediante las donaciones o la peregrinación a Roma.

INDULGENCIAS EN LAS FILAS CRISTIANAS.

Esta práctica en los últimos años ha ingresado en la Iglesia Cristiana con algunas modificaciones. Es así como algunos líderes enseñan que por medio de una donación mensual para su ministerio, canal de televisión o estación de radio, Dios va a contestar cualquier tipo de petición.

Para obtener sanidad personal o de algún ser querido, para poder cancelar una deuda, para que un familiar llegue a Jesucristo, para obtener libertad de algún vicio, para lograr el regreso a casa del ser querido, para ser libre alguna maldición, etc. todo se puede conseguir mediante el pago de una promesa.

Así entonces se haciendo a un lado la obra perfecta de Jesucristo, pues para que Dios haga algo es necesario pagar.

Ya no se enseña que es en el nombre de Jesucristo, sino que Dios actúa por causa del pacto económico.

Normalmente se usan porciones del Antiguo Testamento, las cuales se interpretan bajo una nueva revelación dada supuestamente por el Espíritu de Dios.

Un ejemplo de estos es la interpretación dada a Lucas 2:21-24 donde encontramos a María cumpliendo con el mandato ordenado en la ley para su expiación por haber dado a luz.

Para cumplir el mandato Mosaico se debía llevar al templo un cordero, tórtola o palomino para que la mujer quedara limpia de su contaminación. Levítico 12:7. Pero en la nueva interpretación se enseña que María estaba era pactando para que al Señor Jesús le fuera bien durante su ministerio terrenal.

Así entonces tenemos que de acuerdo a estas seudo interpretaciones, Jesús fue vencedor en su ministerio no por el poder del Espíritu de Dios, sino por el poder del supuesto pacto realizado por María.

Vale la pena notar que ante estas prácticas antibíblicas, brilla por su ausencia la voz del pastorado, ya que están usando los mismos métodos en sus congregaciones con el fin de captar más fondos.

LAS ESCRITURAS Y LAS INDULGENCIAS.

¿Acaso el Señor Jesús en su ministerio en la tierra pidió o enseñó que la gente debía hacer pactos para poder recibir algo de parte de Dios?

¿Acaso el apóstol Pablo para sostener su ministerio enseñó era necesario hacer pactos económicos?

Miremos la evidencia escritural:

En Marcos 3:1-6, vemos a un hombre con una mano tullida, Jesús lo sana sin pedirle nada a cambio.

En Mateo 8:5-13, un centurión pide a Jesús que sane a su criado, el romano obtiene su petición solamente por creer.

En Hechos 3:1-10, el cojo de la puerta de la Hermosa recibió sanidad sin hacer ningún pacto o promesa.

En Hechos 9:36-43, Dorcas es resucitada y no encontramos por ninguna parte que sus familiares hicieron algún tipo de pacto o promesa para obtener su resurrección.

En Hechos 14:8-10, Pablo ordena sanidad a un cojo de nacimiento y no le pide nada a cambio.

Los testimonios bíblicos son numerosos y en ninguno de ellos encontramos a Jesús o alguno de sus discípulos cobrando o enseñando que las personas deben dar dinero para obtener algo de parte de Dios.

LA ENSEÑANZA BIBLICA PARA SOSTENER LOS MINISTERIOS

Como la predicación del evangelio requiere de los medios económicos, miremos cual es la enseñanza bíblica al respecto:

Cuando Jesús envió a predicar por Israel a los doce, les dijo: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios, DE GRACIA RECIBISTEIS, DAD DE GRACIA. Mateo 10:8.

Notemos como Jesús enseña que no debían cobrar para que la persona recibiera lo que necesitaba. Todo lo contrario debían dar de gracia porque lo habían recibido de la misma forma; el evangelio de Jesucristo está basado en la gracia de Dios al hombre, por medio de la obra de Jesucristo.

Cuando Jesús enseñó como recibir algo de parte de Dios dijo: Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Juan 14:13.

Tengamos bien presente que Jesús dijo que podemos pedir TODO, basándonos exclusivamente en su Nombre. Por tanto quienes enseñan que para recibir de Dios algo es necesario pactar, están adulterando las Escrituras, están enseñando un evangelio diferente.

Pablo predicó el evangelio de la gracia en Corinto, gratuitamente. 1 Corintios 9:18. y sostenía su ministerio por medio de ofrendas voluntarias que le enviaban los creyentes de Macedonia. Filipenses 4:15-16.

La enseñanza del Nuevo Pacto para sostener la predicación del evangelio es:

1. Cada creyente da conforme propone en su corazón. 2 Corintios 9:7.

2. Cada creyente apoya voluntariamente la obra conforme prospera. 1 Corintios 16:2.

¿ QUE ES LO QUE ESTA SUCEDIENDO ?

Estamos viendo el cumplimiento de las palabras de Pablo, según las cuales:

1. Hay personas que toman la predicación como fuente de ganancia. 1 Timoteo 6:3-6.

Razón tienen los impíos cuando hablan mal del evangelio por causa de personas que predican para poder enriquecerse.

2. Hay personas que falsifican la palabra de Dios para así tener una posición superior. 2 Corintios 2:17.

La Biblia es un libro que en manos de los inescrupulosos, se convierte en arma poderosa para satisfacer propósitos egoístas.

CONCLUSION:

Dios nos da todas las cosas por medio de la obra de Jesucristo. El que no escatimó ni a su propio Hijo , sino que lo entregó por todos nosotros, ¿CÓMO NO NOS DARA TAMBIEN CON EL TODAS LAS COSAS? Romanos 8:32.

Ninguna persona tiene que dar dinero para obtener algo de parte de Dios, quien enseña esa práctica está mezclando el Cristianismo con el paganismo.

Director: José Luis Cárdenas Rivera

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