Introducción:
Sabía usted que la palabra derrota no significa solamente, vencido. Esta palabra tiene un significado muy particular e interesante:
derrota
(del latín, dirupta, de diruptos, roto)
1. Ruta que hace un barco para ir de un punto a
Otro
¿Sería esta la razón por la que uno de nuestros gobernadores, luego de un proceso eleccionario dijo una vez, "¿Qué derrota?" Obviamente, entendiéndose por su declaración la ruta o camino que debía tomar. O sea, hacia dónde iré ahora.
I. ¿Hacia Dónde Iremos, qué derrota?
Cuando dos de los discípulos de Jesucristo fueron confrontados con la realidad de la derrota del Maestro, se preguntaron, "¿qué derrota? Estos, así casi dos mil años, contestaron esta pregunta, estableciendo una ruta hacia su hogar: Emaús.
Volvían al lugar de donde habían salido hacía unos tres años atrás. Habían visto al Maestro hacer lo que nadie había hecho, pero ya todo había terminado. La emoción y la adrenalina que Cristo les hacía correr por su cuerpo era cosa del pasado.
A usted y a mí nos puede pasar lo mismo cuando hoy luego de estas actividades del domingo de resurrección terminen. "Oh, qué gran semana he pasado, pero ya termino" Ya dejaré al Maestro tranquilo y volveré a "mi casa en Emmaus." Fue un buen intento, valió la pena hacerlo aunque fuera por unos días, pero ahora debo volver al lugar del cual vine. Esa es la verdadera vida y debemos poner nuestros pies firmemente sobre la tierra.
Elementos en nuestra derrota (camino)
"Y conversaban entre sí acerca de todas
estas cosas que habían acontecido, y
sucedió que mientras conversaban y discutían…"
(v.15)
Estos dos discípulos ya habían trazado su derrota, iban de vuelta vencidos por el camino hacia el lugar de donde el SEÑOR los sacó.
Mientras iban por esa "derrota," venían momentos donde tenían fuertes argumentos el uno con el otro porque no podían encontrar explicación, probablemente, al suceso relatado por las mujeres que habían encontrado la tumba del Maestro vacía. (Cf. Vv.1-12) ¿No nos sucede en ocasiones situaciones similares a nosotros/as? Cuando llegan esos momentos de confusión y desanimo y decidimos volver o considerar la idea de volver a nuestro "Emaús."
¿Qué es lo que sucede en este tipo de situación? Bueno, es probable que nuestro corazón se encuentre tan abrumado como el de aquellos dos hombres, tan abrumado que aún teniendo a Cristo al lado somos incapaces de reconocer su presencia.
"…Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos."
(v.15b)
III. Cristo Les Hace Una Pregunta
"¿Qué discusiones son estas que tenéis entre
vosotros mientras vais andando?" (v.17a)
Debemos recordar que ellos van andando hacia el lugar del cual Cristo los sacó, esto no debemos perderlo de vista y, menos aun olvidarlo.
Cuando Cristo interrumpe su conversación con esta pregunta cambió toda la tonalidad del viaje. Ellos comenzaron a pensar de otra manera. Fijémonos en lo primero que sucedió.
"Y ellos se detuvieron, con semblante triste."
(v. 17)
Cleofas le responde con tanto asombro porque él no puede entender cómo es posible que alguien pueda hacer semejante pregunta;
"¿Eres tú el único visitante en Jerusalén que no sabe las cosas que en ella han acontecido en estos días? (v.18)
Cristo, la escuchar la pregunta que Cleofas le hace, le responde con otra pregunta:
"¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: Las referentes a Jesús el nazareno, que fue un profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes le entregaron a sentencia de muerte y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel…" (vv.19-21)
Estos hombres le han hecho un recuento de las expectativas que ellos tenían con relación al Mesías, y hasta le cuentan lo que las mujeres han descubierto ese domingo al amanecer.
Expectativa
(del latín, exspectatum, esperado)
1. esperanza o posibilidad de conseguir una cosa.
Aquí es donde esta el problema de estas personas y, también el nuestro: las expectativas que tenemos con relación a Cristo. En ocasiones Cristo no es lo que nosotros/as pensamos que es. ¿A qué me refiero? Nosotros/as somos seres que hacemos de Dios un suplidor y nada más. Lo vemos como alguien a donde vamos cuando las cosas no andan muy bien que digamos. Y si vamos a hacer honestos con la Palabra, es cierto que Él es nuestro proveedor, pero también es cierto que es mucho más que esto. Y hacia eso los va a guiar el Maestro. Cristo les va a ayudar a redefinir quién es ÉL a la luz de las Escrituras y, no solamente de sus expectativas (cf. vv. 25-27)
Redefinir
1. Volver a mirar algo con la intención de cambiar o modificar.
IV. Quédate Con Nosotros
"…Quédate con nosotros, porque está atardeciendo,
y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos." (v.29)
La revelación del Maestro a los dos discípulos acontece en la intimidad del hogar y una comida servida. Llevar a Cristo a nuestras casas es la forma más sabia de comenzar a redefinir nuestra relación personal con Él. Es allí cuando finalmente ellos pueden comprender que el que les acompañaba en el camino hacia Emaús era el Resucitado. Es ahora cuando sus almas pueden proclamar,
"¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros
mientras nos hablaba en el camino, cuando
nos explicaba las Escrituras?" (v.32)
V. Volvamos a Jerusalén
"Y levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once y a los que estaban con ellos…y ellos contaban sus experiencias en el camino, y cómo le habían reconocido en el partir del pan." (vv.33,35)
¡Qué cambio, que redefinición! Su viaje de vuelta hacia Jerusalén no podía esperar. Ellos le habían dicho a Cristo que se quedara con ellos porque ya comenzaba la noche. Ahora, eso no era lo más importante.
Amados/as hermanos/as cuando nuestra "derrota" nos lleva a pensar y en ocasiones hasta accionar para volver al lugar del cual salimos debemos invitar a Cristo a quedarse y entrar a nuestro hogar. Esta experiencia nos guiará de forma inevitable de vuelta a Jerusalén. Allí a los pies de una cruz vacía y en la presencia de un Cristo vivo
"Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros." (v.36)
Sermón predicado en la Iglesia Presbiteriana en Glenview, Ponce PR
Domingo, 4 de abril de 1999. (Domingo de Resurrección de nuestro SEÑOR Jesucristo)
Ismael González-Silva, Pastor
e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
(del latín, dirupta, de diruptos, roto)
1. Ruta que hace un barco para ir de un punto a
Otro
¿Sería esta la razón por la que uno de nuestros gobernadores, luego de un proceso eleccionario dijo una vez, "¿Qué derrota?" Obviamente, entendiéndose por su declaración la ruta o camino que debía tomar. O sea, hacia dónde iré ahora.
I. ¿Hacia Dónde Iremos, qué derrota?
Cuando dos de los discípulos de Jesucristo fueron confrontados con la realidad de la derrota del Maestro, se preguntaron, "¿qué derrota? Estos, así casi dos mil años, contestaron esta pregunta, estableciendo una ruta hacia su hogar: Emaús.
Volvían al lugar de donde habían salido hacía unos tres años atrás. Habían visto al Maestro hacer lo que nadie había hecho, pero ya todo había terminado. La emoción y la adrenalina que Cristo les hacía correr por su cuerpo era cosa del pasado.
A usted y a mí nos puede pasar lo mismo cuando hoy luego de estas actividades del domingo de resurrección terminen. "Oh, qué gran semana he pasado, pero ya termino" Ya dejaré al Maestro tranquilo y volveré a "mi casa en Emmaus." Fue un buen intento, valió la pena hacerlo aunque fuera por unos días, pero ahora debo volver al lugar del cual vine. Esa es la verdadera vida y debemos poner nuestros pies firmemente sobre la tierra.
Elementos en nuestra derrota (camino)
"Y conversaban entre sí acerca de todas
estas cosas que habían acontecido, y
sucedió que mientras conversaban y discutían…"
(v.15)
Estos dos discípulos ya habían trazado su derrota, iban de vuelta vencidos por el camino hacia el lugar de donde el SEÑOR los sacó.
Mientras iban por esa "derrota," venían momentos donde tenían fuertes argumentos el uno con el otro porque no podían encontrar explicación, probablemente, al suceso relatado por las mujeres que habían encontrado la tumba del Maestro vacía. (Cf. Vv.1-12) ¿No nos sucede en ocasiones situaciones similares a nosotros/as? Cuando llegan esos momentos de confusión y desanimo y decidimos volver o considerar la idea de volver a nuestro "Emaús."
¿Qué es lo que sucede en este tipo de situación? Bueno, es probable que nuestro corazón se encuentre tan abrumado como el de aquellos dos hombres, tan abrumado que aún teniendo a Cristo al lado somos incapaces de reconocer su presencia.
"…Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos."
(v.15b)
III. Cristo Les Hace Una Pregunta
"¿Qué discusiones son estas que tenéis entre
vosotros mientras vais andando?" (v.17a)
Debemos recordar que ellos van andando hacia el lugar del cual Cristo los sacó, esto no debemos perderlo de vista y, menos aun olvidarlo.
Cuando Cristo interrumpe su conversación con esta pregunta cambió toda la tonalidad del viaje. Ellos comenzaron a pensar de otra manera. Fijémonos en lo primero que sucedió.
"Y ellos se detuvieron, con semblante triste."
(v. 17)
Cleofas le responde con tanto asombro porque él no puede entender cómo es posible que alguien pueda hacer semejante pregunta;
"¿Eres tú el único visitante en Jerusalén que no sabe las cosas que en ella han acontecido en estos días? (v.18)
Cristo, la escuchar la pregunta que Cleofas le hace, le responde con otra pregunta:
"¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: Las referentes a Jesús el nazareno, que fue un profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes le entregaron a sentencia de muerte y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel…" (vv.19-21)
Estos hombres le han hecho un recuento de las expectativas que ellos tenían con relación al Mesías, y hasta le cuentan lo que las mujeres han descubierto ese domingo al amanecer.
Expectativa
(del latín, exspectatum, esperado)
1. esperanza o posibilidad de conseguir una cosa.
Aquí es donde esta el problema de estas personas y, también el nuestro: las expectativas que tenemos con relación a Cristo. En ocasiones Cristo no es lo que nosotros/as pensamos que es. ¿A qué me refiero? Nosotros/as somos seres que hacemos de Dios un suplidor y nada más. Lo vemos como alguien a donde vamos cuando las cosas no andan muy bien que digamos. Y si vamos a hacer honestos con la Palabra, es cierto que Él es nuestro proveedor, pero también es cierto que es mucho más que esto. Y hacia eso los va a guiar el Maestro. Cristo les va a ayudar a redefinir quién es ÉL a la luz de las Escrituras y, no solamente de sus expectativas (cf. vv. 25-27)
Redefinir
1. Volver a mirar algo con la intención de cambiar o modificar.
IV. Quédate Con Nosotros
"…Quédate con nosotros, porque está atardeciendo,
y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos." (v.29)
La revelación del Maestro a los dos discípulos acontece en la intimidad del hogar y una comida servida. Llevar a Cristo a nuestras casas es la forma más sabia de comenzar a redefinir nuestra relación personal con Él. Es allí cuando finalmente ellos pueden comprender que el que les acompañaba en el camino hacia Emaús era el Resucitado. Es ahora cuando sus almas pueden proclamar,
"¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros
mientras nos hablaba en el camino, cuando
nos explicaba las Escrituras?" (v.32)
V. Volvamos a Jerusalén
"Y levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once y a los que estaban con ellos…y ellos contaban sus experiencias en el camino, y cómo le habían reconocido en el partir del pan." (vv.33,35)
¡Qué cambio, que redefinición! Su viaje de vuelta hacia Jerusalén no podía esperar. Ellos le habían dicho a Cristo que se quedara con ellos porque ya comenzaba la noche. Ahora, eso no era lo más importante.
Amados/as hermanos/as cuando nuestra "derrota" nos lleva a pensar y en ocasiones hasta accionar para volver al lugar del cual salimos debemos invitar a Cristo a quedarse y entrar a nuestro hogar. Esta experiencia nos guiará de forma inevitable de vuelta a Jerusalén. Allí a los pies de una cruz vacía y en la presencia de un Cristo vivo
"Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros." (v.36)
Sermón predicado en la Iglesia Presbiteriana en Glenview, Ponce PR
Domingo, 4 de abril de 1999. (Domingo de Resurrección de nuestro SEÑOR Jesucristo)
Ismael González-Silva, Pastor
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