ORACIÓN: Señor... Pasaré una sola vez por este mundo, ¡Ayúdame a hacer lo mejor y digno, que a Ti te agrade!
INTRODUCCIÓN: Vanidad de vanidades dijo el predicador, todo es vanidad. El afán, la ansiedad, las riquezas, la sabiduría, en fin, todo es vanidad y aflicción de espíritu. Pues todo lo que hay a nuestro alrededor, no es nuestro... Sino de aquel al cual tendremos que rendir cuentas.
1- POCOS Y MALOS SON LOS AÑOS DEL HOMBRE
Así se presentó Jacob ante el faraón; los años de mi peregrinación son ciento treinta: Pocos y malos, y no han llegado a los años de la vida de mis padres. La perfecta voluntad de Dios es que el hombre viva mucho y ha dejado grandes promesas para que vivamos mucho y sabiamente. Hay un solo provecho: El espiritual, ya que a la tumba, van tanto los sabios como los necios. Todas las ventajas adquiridas en nuestra vida se eliminan en el momento de la muerte. El Apóstol Pablo aconsejaba redimir el tiempo porque los días son malos. Porque los años de nuestra vida son setenta, en otros ochenta, con toda su fortaleza es molestia y trabajo, pronto pasan y volamos.
Mas los años de los impíos serán acortados, Pr.10:27. Oye hijo mío, decía el predicador: Recibe mis consejos y se te multiplicarán años de vida! ¿Quién no quiere vivir mucho?
Sin embargo, buenos o malos los años que El Señor nos da debemos administrarlos sabiamente para un mejor rédito. El mejor provecho no es el deleite de la carne, sino el servicio a Dios. El salmista pidió a Dios sabiduría para sacar la mejor ganancia a su tiempo! Cristo en tan solo tres años y medio, hizo tanto que no alcanzarían los libros para hablar de Él, otros, vivieron mucho y no dejaron nada digno de ser recordado. No hagas tú lo mismo... Saca provecho al tiempo de la vida que Dios te da, pues pronto como ave se nos va.
- EL AFÁN Y LA ANSIEDAD, SON VANIDAD
Miré todas las cosas que se hacen debajo del sol; y he aquí todo es vanidad, Ec. 1:2. He aquí yo me he engrandecido y crecido en sabiduría más que todos antes de mí, en Jerusalén dedique mi corazón a conocer la sabiduría y entender las locuras y desvaríos; conocí aún que esto era aflicción de espíritu. Jesús dijo: No os afanéis por vuestra vida, que comeréis, ni por vuestro cuerpo que vestiréis. La vida es mas que la comida y el cuerpo mas que el vestido. Por mas que nos afanemos, no podemos crecer y ¿Si no podemos hacer lo poco, como conseguiremos lo mas? Si Dios viste la hierba del campo ¿No valéis vosotros muchos mas? No debemos vivir en ansiosa inquietud, porque todas estas cosas son buscadas por los del mundo (pecadores). Mas buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.
En otras palabras, Dios tiene mas cuidado de nosotros, de lo que podemos imaginar. Todo se mueve de acuerdo a su voluntad, comienza a ver a Dios en todo el programa de tu vida. Saca tiempo para orar, hazte un amigo de Dios y Él concederá las peticiones de tu corazón. ¡No teman! Porque a Dios le ha placido daros el reino, vendan lo que tienen, y den limosnas. Hagan tesoros en el cielo, donde los ladrones no roban ni la polilla destruye. Porque donde está tu tesoro... Allí está tu corazón.
¡El tesoro de tu corazón debe ser Jesús!
3- LA COMPLACENCIA A LA CARNE
Nuestro ser está compuesto de espíritu, alma y cuerpo, el cuerpo o la carne es nuestra naturaleza humana. Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo; por lo tanto debemos cuidarlo, hacer de él un santuario para adorar a Dios, yo diría, mas que un altar, una catedral para servir a Dios. Sin embargo la verdadera atención debemos darla al hombre interior, desarrollar nuestra alma y espíritu, sacar músculos a nuestro ser espiritual para poder servir y adorar agradablemente a Dios, sin olvidarnos que Dios puso eternidad en el corazón del hombre, sin que éste llegue a comprenderlo.
¿Que provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? No hay cosa mejor que alegrarse y hacer bien en la vida; esto es un don de Dios: Que el hombre coma, beba, y goce el bien de su labor, porque ¿Quién lo llevará para que vea, lo que ha de ser después de él?
Pero, CUIDADO, no le des a la carne mas de lo que se merece: Dale lo justo, lo demás preséntaselo al Señor. ¡No satisfagas los deseos de la carne! Pues ella tiene tendencia hacia el camino ancho que lleva a la perdición, por lo tanto andad en el espíritu y no en el deseo de la carne.
La naturaleza humana que nos acompaña desde que nacemos y morirá con nosotros, siempre quiere hacer; como yo quiero y no como es agradable al Señor. El que siembra para su carne, segará corrupción.
Después que la aten-dimos tan bien, dándole la mejor comida, el mejor agua, el mejor perfume, la mejor carne, las mejores comodidades: ¿Con que te paga la carne? Con un cajón y gusanos que te coman. De tu sueldo, el 10% es mucho pare ella, la Biblia te aconseja: No nos cansemos de hacer bien, así que según tengamos oportunidad hagamos bien a todos... Mayormente a los de la familia de la fe, de-be-mos pensar mas en el prójimo que en nosotros mismos, ¡Esto agrada a Dios!
4- TIEMPO Y OCASIÓN ACONTECEN A TODOS
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas: Porque en el Seol, donde vamos, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. Dios da oportunidades al hombre y no debemos desaprovecharlas. Claro esto no es para ningún holgazán. Mas te digo: El que duerme en el tiempo de la siega... Es hijo que avergüenza.
Volará la salud y el tiempo que El Señor te da. Comienza a orar, lee la Biblia, congrégate, pídele al Señor que te llene con el poder del Espíritu Santo y este espíritu de Dios te guiará, te enseñará y mostrará el lugar exacto, donde serás de bendición a muchos. No debemos lamentar lo pasado, hay un gran futuro, que puesto en las manos del Señor, será fructífero.
Dios tiene programas inimaginables para aquellos que consagran su vida a Él, no te duermas porque ¡Tiempo y ocasión acontecen a todo!
5- NO SEAN COMO NECIOS, SINO SABIOS
Las moscas muertas, dan mal olor al perfume del perfumista; allí una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable, Ec. 10:1. Aún caminando el necio, le falta cordura y va diciendo a todos que es necio. Si el príncipe estuviere en tu contra, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas. Ni aún en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán tu voz y harán conocer la palabra.
No seas demasiado justo, ni sabio en exceso; ¡teme a Dios y todo te saldrá bien! Dijo el necio en su corazón: No hay Dios... No hagas tú lo mismo; buscar a Dios es cosa de sabios.
CONCLUSIÓN: ¿Que harás? ¿Cuál es tu decisión? Seguirás afanado por lo que ha de terminar... Tu tiempo... Riquezas y vida...
Pronto tendrán que dar cuenta a tu creador. Hoy se sabio
Dios te bendiga
DANIEL REGONDI
CÓRDOBA, MAYO DE 1999
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1- POCOS Y MALOS SON LOS AÑOS DEL HOMBRE
Así se presentó Jacob ante el faraón; los años de mi peregrinación son ciento treinta: Pocos y malos, y no han llegado a los años de la vida de mis padres. La perfecta voluntad de Dios es que el hombre viva mucho y ha dejado grandes promesas para que vivamos mucho y sabiamente. Hay un solo provecho: El espiritual, ya que a la tumba, van tanto los sabios como los necios. Todas las ventajas adquiridas en nuestra vida se eliminan en el momento de la muerte. El Apóstol Pablo aconsejaba redimir el tiempo porque los días son malos. Porque los años de nuestra vida son setenta, en otros ochenta, con toda su fortaleza es molestia y trabajo, pronto pasan y volamos.
Mas los años de los impíos serán acortados, Pr.10:27. Oye hijo mío, decía el predicador: Recibe mis consejos y se te multiplicarán años de vida! ¿Quién no quiere vivir mucho?
Sin embargo, buenos o malos los años que El Señor nos da debemos administrarlos sabiamente para un mejor rédito. El mejor provecho no es el deleite de la carne, sino el servicio a Dios. El salmista pidió a Dios sabiduría para sacar la mejor ganancia a su tiempo! Cristo en tan solo tres años y medio, hizo tanto que no alcanzarían los libros para hablar de Él, otros, vivieron mucho y no dejaron nada digno de ser recordado. No hagas tú lo mismo... Saca provecho al tiempo de la vida que Dios te da, pues pronto como ave se nos va.
- EL AFÁN Y LA ANSIEDAD, SON VANIDAD
Miré todas las cosas que se hacen debajo del sol; y he aquí todo es vanidad, Ec. 1:2. He aquí yo me he engrandecido y crecido en sabiduría más que todos antes de mí, en Jerusalén dedique mi corazón a conocer la sabiduría y entender las locuras y desvaríos; conocí aún que esto era aflicción de espíritu. Jesús dijo: No os afanéis por vuestra vida, que comeréis, ni por vuestro cuerpo que vestiréis. La vida es mas que la comida y el cuerpo mas que el vestido. Por mas que nos afanemos, no podemos crecer y ¿Si no podemos hacer lo poco, como conseguiremos lo mas? Si Dios viste la hierba del campo ¿No valéis vosotros muchos mas? No debemos vivir en ansiosa inquietud, porque todas estas cosas son buscadas por los del mundo (pecadores). Mas buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.
En otras palabras, Dios tiene mas cuidado de nosotros, de lo que podemos imaginar. Todo se mueve de acuerdo a su voluntad, comienza a ver a Dios en todo el programa de tu vida. Saca tiempo para orar, hazte un amigo de Dios y Él concederá las peticiones de tu corazón. ¡No teman! Porque a Dios le ha placido daros el reino, vendan lo que tienen, y den limosnas. Hagan tesoros en el cielo, donde los ladrones no roban ni la polilla destruye. Porque donde está tu tesoro... Allí está tu corazón.
¡El tesoro de tu corazón debe ser Jesús!
3- LA COMPLACENCIA A LA CARNE
Nuestro ser está compuesto de espíritu, alma y cuerpo, el cuerpo o la carne es nuestra naturaleza humana. Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo; por lo tanto debemos cuidarlo, hacer de él un santuario para adorar a Dios, yo diría, mas que un altar, una catedral para servir a Dios. Sin embargo la verdadera atención debemos darla al hombre interior, desarrollar nuestra alma y espíritu, sacar músculos a nuestro ser espiritual para poder servir y adorar agradablemente a Dios, sin olvidarnos que Dios puso eternidad en el corazón del hombre, sin que éste llegue a comprenderlo.
¿Que provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? No hay cosa mejor que alegrarse y hacer bien en la vida; esto es un don de Dios: Que el hombre coma, beba, y goce el bien de su labor, porque ¿Quién lo llevará para que vea, lo que ha de ser después de él?
Pero, CUIDADO, no le des a la carne mas de lo que se merece: Dale lo justo, lo demás preséntaselo al Señor. ¡No satisfagas los deseos de la carne! Pues ella tiene tendencia hacia el camino ancho que lleva a la perdición, por lo tanto andad en el espíritu y no en el deseo de la carne.
La naturaleza humana que nos acompaña desde que nacemos y morirá con nosotros, siempre quiere hacer; como yo quiero y no como es agradable al Señor. El que siembra para su carne, segará corrupción.
Después que la aten-dimos tan bien, dándole la mejor comida, el mejor agua, el mejor perfume, la mejor carne, las mejores comodidades: ¿Con que te paga la carne? Con un cajón y gusanos que te coman. De tu sueldo, el 10% es mucho pare ella, la Biblia te aconseja: No nos cansemos de hacer bien, así que según tengamos oportunidad hagamos bien a todos... Mayormente a los de la familia de la fe, de-be-mos pensar mas en el prójimo que en nosotros mismos, ¡Esto agrada a Dios!
4- TIEMPO Y OCASIÓN ACONTECEN A TODOS
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas: Porque en el Seol, donde vamos, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. Dios da oportunidades al hombre y no debemos desaprovecharlas. Claro esto no es para ningún holgazán. Mas te digo: El que duerme en el tiempo de la siega... Es hijo que avergüenza.
Volará la salud y el tiempo que El Señor te da. Comienza a orar, lee la Biblia, congrégate, pídele al Señor que te llene con el poder del Espíritu Santo y este espíritu de Dios te guiará, te enseñará y mostrará el lugar exacto, donde serás de bendición a muchos. No debemos lamentar lo pasado, hay un gran futuro, que puesto en las manos del Señor, será fructífero.
Dios tiene programas inimaginables para aquellos que consagran su vida a Él, no te duermas porque ¡Tiempo y ocasión acontecen a todo!
5- NO SEAN COMO NECIOS, SINO SABIOS
Las moscas muertas, dan mal olor al perfume del perfumista; allí una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable, Ec. 10:1. Aún caminando el necio, le falta cordura y va diciendo a todos que es necio. Si el príncipe estuviere en tu contra, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas. Ni aún en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán tu voz y harán conocer la palabra.
No seas demasiado justo, ni sabio en exceso; ¡teme a Dios y todo te saldrá bien! Dijo el necio en su corazón: No hay Dios... No hagas tú lo mismo; buscar a Dios es cosa de sabios.
CONCLUSIÓN: ¿Que harás? ¿Cuál es tu decisión? Seguirás afanado por lo que ha de terminar... Tu tiempo... Riquezas y vida...
Pronto tendrán que dar cuenta a tu creador. Hoy se sabio
Dios te bendiga
DANIEL REGONDI
CÓRDOBA, MAYO DE 1999
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