En este tiempo de confusión, estamos acostumbrados a escuchar que:
“la fe viene por el oír”. Rom.10:17.
La encontramos expresada de esta forma en las versiones de la Biblia de: Nacar- Colunga, Straubinger, Jerusalén, Versión Moderna, de las Americas, Popular y en la Nueva Versión Internacional.
Las versiones de la Biblia Reina-Valera correspondientes a las ediciones 1909,1960 y 1995 expresan el citado versículo de Rom.10:17 tal cual se encuentra en el original griego: “la fe ES por el oír ..”
Nadie mejor que el conocido autor D.L. Moody puede conducirnos a comprender la diferencia entre la interpretación de la primera expresión, la cual es incorrecta y la segunda y verdadera según el original,.. dice Moody:
“Oraba yo pidiendo fe, y pensaba que algún día la fe caería sobre mí desde el cielo, como un rayo. Pero la fe no parecía venir. Un día leí en el capítulo diez de Romanos: “la fe es por el oír; y el oír por la Palabra de Dios”, antes cerraba mi Biblia y pedía fe, ahora abro mi Biblia y comienzo a estudiar y desde entonces mi fe no ha cesado de crecer”.
Por interpretar mal, durante tiempo nuestras experiencias han sido como las de Moody, esperar que la fe nos ”viniera” desde el cielo, desde Dios o desde los púlpitos,...sin embargo la fe ES!!, no viene, la fe debe ser, ES producida por la incorporación de la Palabra a nuestro espíritu,(¡¡NO A NUESTRA MENTE!!),..CREER la Palabra, CONFESAR la Palabra, y practicarla en nuestro diario vivir!!
¿Que es la FE?
Conocemos la definición que nos enseña el libro de Hebreos, pero podríamos añadir algo más, basamos nuestra FE sobre los hechos de la Palabra de Dios.
Leemos la verdad espiritual e histórica de la Biblia y nuestra FE descansa sobre su verdad, sabiendo que Dios nunca miente.
Basamos nuestra FE, en la persona del Hijo de Dios hecho hombre, anunciado en Gen. 3:15, el consumador del nuevo pacto de Dios con los hombres, el mayor ejemplo del cumplimiento de la Palabra anunciada: Jesucristo, Dios hecho hombre, Salvador y Señor, el hombre que quebró la historia humana en dos, antes y después de Él!, para que la historia de la humanidad ya no fuera más la misma.
“Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.” Hechos 3:16
“para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” Hechos 26:18
Por tanto la FE, no es creer en una algo “etéreo”, sino arraigar nuestra creencia en el resultado ciertísimo de los hechos históricos profetizados acerca de la persona del Hijo de Dios, Jesucristo, su obra salvifica y redentora, única y suficiente para la salvación de todos aquellos que quieran proceder al arrepentimiento de una vida de pecado y alejada del Dios Altísimo.
"Con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." Romanos 3:26.
Recibimos FE como don de Dios, cuando el Espíritu Santo opera en nuestras vidas para convencernos de pecado, de justicia y de juicio, en su obra practica de acercarnos a Dios (San Juan 16:7-11), hecho que sucede en la salvación y continua hasta el día que venga a buscarnos.
Hasta entonces nos hallábamos sin fe en nuestro ser interior, la FE es dispensada en nosotros para que hallemos salvación, hasta ahí, no entendemos, ni sabemos nada sobre la fe, lo tremendo es que muchos continúan luego en esa condición, creyendo que la Fe viene por el oír y se dedican a escuchar sin escudriñar jamás!!
Lamentablemente en el mundo de confusión doctrinal en el que estamos inmersos actualmente, ocurre que muchos hermanos ya salvos, siguen sin comprender nada sobre la FE, muchos interpretan la fe como una realidad fetichista, algo mágico, algo que es ajeno a ellos.
¡¡Que poco se enseña sobre la FE!!.
Que poco consideramos que a través de la misma, obrando en nuestra vida cotidiana, por la gracia de Dios, aprendemos a pensar con cordura acerca de nosotros mismos, conforme a la medida de la fe repartida por Dios, en cada uno de los componentes del edificio de Dios. (Rom. 12:3).
Que poco se considera la fe, de manera que cada integrante del cuerpo del Señor (tal cual lo dice la Escritura) pueda expresar el don o los dones recibidos conforme a la medida de la fe en cada uno (Rom. 12:6).
En vez, de la medida de fe, expresada por cada integrante del Cuerpo como un hecho natural de la vida de y en la iglesia, prevalece en la actualidad, la ””dedocracia””.,que hace que solo algunos puedan expresar la medida de fe que le ha sido dada por Dios, y hayan transformado las congregaciones con pocos protagonistas y muchos observadores.
La FE, tiene dos aspectos, el objetivo y el subjetivo.
La fe objetiva, es la Palabra de Dios, ella, la Palabra es TODO lo que Dios desea dispensar al espíritu y alma de sus Hijos. ¿Por qué es objetiva?, porque su existencia es independiente del creer en ella o no. Creas o no creas, la Palabra de Dios ¡¡existe!!, ha sido revelada!!.
La fe subjetiva, es nuestra fe interior, esta se produce cuando la fe objetiva es dispensada en cada uno de nosotros por la Palabra, una vez salvos, ya no depende de nadie más, sino de cada cristiano en su actitud de búsqueda y de apreciación por la Palabra, en el escudriñar, cuando consideramos la Palabra de Dios, más fe es producida en el ser interior, la fe crece por el continuo dispensar de la Palabra de Dios.
¿De que nos sirve trasladar un monte si no tenemos amor?, por tanto la FE, tiene propósito en quienes somos Hijos de Dios:
““obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” 1 San Pedro Apóstol 1:9.
He aquí la gran tarea que depende exclusivamente del acto voluntario de comer y beber a Cristo es decir comer y beber de la Palabra quien producirá entonces la salvación de nuestras almas, ...pues somos salvos en espíritu, pero nuestra alma que es el mundo de nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones deben ser ganados y conquistados por la Palabra...
A través de la FE, Dios, nuestro Padre, Jesucristo nuestro hermano mayor, y el Espíritu Santo operando como espíritu y vida en cada uno de nosotros, intentan la increíble tarea de: "...presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre." Colosenses 1:27.
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Silvia de Rosario
Tomado de ForoCristiano.com
Las versiones de la Biblia Reina-Valera correspondientes a las ediciones 1909,1960 y 1995 expresan el citado versículo de Rom.10:17 tal cual se encuentra en el original griego: “la fe ES por el oír ..”
Nadie mejor que el conocido autor D.L. Moody puede conducirnos a comprender la diferencia entre la interpretación de la primera expresión, la cual es incorrecta y la segunda y verdadera según el original,.. dice Moody:
“Oraba yo pidiendo fe, y pensaba que algún día la fe caería sobre mí desde el cielo, como un rayo. Pero la fe no parecía venir. Un día leí en el capítulo diez de Romanos: “la fe es por el oír; y el oír por la Palabra de Dios”, antes cerraba mi Biblia y pedía fe, ahora abro mi Biblia y comienzo a estudiar y desde entonces mi fe no ha cesado de crecer”.
Por interpretar mal, durante tiempo nuestras experiencias han sido como las de Moody, esperar que la fe nos ”viniera” desde el cielo, desde Dios o desde los púlpitos,...sin embargo la fe ES!!, no viene, la fe debe ser, ES producida por la incorporación de la Palabra a nuestro espíritu,(¡¡NO A NUESTRA MENTE!!),..CREER la Palabra, CONFESAR la Palabra, y practicarla en nuestro diario vivir!!
¿Que es la FE?
Conocemos la definición que nos enseña el libro de Hebreos, pero podríamos añadir algo más, basamos nuestra FE sobre los hechos de la Palabra de Dios.
Leemos la verdad espiritual e histórica de la Biblia y nuestra FE descansa sobre su verdad, sabiendo que Dios nunca miente.
Basamos nuestra FE, en la persona del Hijo de Dios hecho hombre, anunciado en Gen. 3:15, el consumador del nuevo pacto de Dios con los hombres, el mayor ejemplo del cumplimiento de la Palabra anunciada: Jesucristo, Dios hecho hombre, Salvador y Señor, el hombre que quebró la historia humana en dos, antes y después de Él!, para que la historia de la humanidad ya no fuera más la misma.
“Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.” Hechos 3:16
“para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” Hechos 26:18
Por tanto la FE, no es creer en una algo “etéreo”, sino arraigar nuestra creencia en el resultado ciertísimo de los hechos históricos profetizados acerca de la persona del Hijo de Dios, Jesucristo, su obra salvifica y redentora, única y suficiente para la salvación de todos aquellos que quieran proceder al arrepentimiento de una vida de pecado y alejada del Dios Altísimo.
"Con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." Romanos 3:26.
Recibimos FE como don de Dios, cuando el Espíritu Santo opera en nuestras vidas para convencernos de pecado, de justicia y de juicio, en su obra practica de acercarnos a Dios (San Juan 16:7-11), hecho que sucede en la salvación y continua hasta el día que venga a buscarnos.
Hasta entonces nos hallábamos sin fe en nuestro ser interior, la FE es dispensada en nosotros para que hallemos salvación, hasta ahí, no entendemos, ni sabemos nada sobre la fe, lo tremendo es que muchos continúan luego en esa condición, creyendo que la Fe viene por el oír y se dedican a escuchar sin escudriñar jamás!!
Lamentablemente en el mundo de confusión doctrinal en el que estamos inmersos actualmente, ocurre que muchos hermanos ya salvos, siguen sin comprender nada sobre la FE, muchos interpretan la fe como una realidad fetichista, algo mágico, algo que es ajeno a ellos.
¡¡Que poco se enseña sobre la FE!!.
Que poco consideramos que a través de la misma, obrando en nuestra vida cotidiana, por la gracia de Dios, aprendemos a pensar con cordura acerca de nosotros mismos, conforme a la medida de la fe repartida por Dios, en cada uno de los componentes del edificio de Dios. (Rom. 12:3).
Que poco se considera la fe, de manera que cada integrante del cuerpo del Señor (tal cual lo dice la Escritura) pueda expresar el don o los dones recibidos conforme a la medida de la fe en cada uno (Rom. 12:6).
En vez, de la medida de fe, expresada por cada integrante del Cuerpo como un hecho natural de la vida de y en la iglesia, prevalece en la actualidad, la ””dedocracia””.,que hace que solo algunos puedan expresar la medida de fe que le ha sido dada por Dios, y hayan transformado las congregaciones con pocos protagonistas y muchos observadores.
La FE, tiene dos aspectos, el objetivo y el subjetivo.
La fe objetiva, es la Palabra de Dios, ella, la Palabra es TODO lo que Dios desea dispensar al espíritu y alma de sus Hijos. ¿Por qué es objetiva?, porque su existencia es independiente del creer en ella o no. Creas o no creas, la Palabra de Dios ¡¡existe!!, ha sido revelada!!.
La fe subjetiva, es nuestra fe interior, esta se produce cuando la fe objetiva es dispensada en cada uno de nosotros por la Palabra, una vez salvos, ya no depende de nadie más, sino de cada cristiano en su actitud de búsqueda y de apreciación por la Palabra, en el escudriñar, cuando consideramos la Palabra de Dios, más fe es producida en el ser interior, la fe crece por el continuo dispensar de la Palabra de Dios.
¿De que nos sirve trasladar un monte si no tenemos amor?, por tanto la FE, tiene propósito en quienes somos Hijos de Dios:
““obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” 1 San Pedro Apóstol 1:9.
He aquí la gran tarea que depende exclusivamente del acto voluntario de comer y beber a Cristo es decir comer y beber de la Palabra quien producirá entonces la salvación de nuestras almas, ...pues somos salvos en espíritu, pero nuestra alma que es el mundo de nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones deben ser ganados y conquistados por la Palabra...
A través de la FE, Dios, nuestro Padre, Jesucristo nuestro hermano mayor, y el Espíritu Santo operando como espíritu y vida en cada uno de nosotros, intentan la increíble tarea de: "...presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre." Colosenses 1:27.
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Silvia de Rosario
Tomado de ForoCristiano.com