Es indudable que la palabra militancia sólo se interpreta desde la óptica intelectual referida a lo político, social o ideológico. Sin embargo, ser creyentes genuinos implica una militancia, y si me dejas decir lo que creo, una altísima militancia. Porque no podemos ser ni tibios ni ambiguos. De allí que te vendrá muy bien este trabajo que te instruye, de alguna maenra, cómo puedes militar en la fe en los lugares altos en el espíritu.