Este es un trabajo que forma parte de nuestro último libro. Porque podemos estar diciendo, predicando, enseñando y proclamando que este es un tiempo de reforma en la iglesia, pero es menester que llevemos a nuestros oyentes la certeza clara de la identidad que tiene esa reforma. Que no se trata de una simple ocurrencia de un ministro con veleidades de estrellato, sino de la consecuencia de una palabra que el Señor ha brindado a muchos de sus hijos.