Dice la Biblia que todos somos descendientes de la simiente de Abraham. Y muchos han interpretado eso como que descendemos del pueblo judío. En principio aquí hay un error: Abraham no era judío, era de Ur de Caldea. Y de lo que descendemos no es de él en cuanto a su nacionalidad geográfica, sino a su condición de Padre dela Fe. Por lo tanto, tú eres un descendiente de Abraham si es que cultivas su misma clase de fe.