Este es uno de esos trabajos divididos en dos partes a los que deberás prestarle atención suma. No es una predicación más, no es ninguna de esas acostumbradas caricias al alma que solemos escuchar más frecuentemente. Es ciento por ciento espiritual y llave de ingreso a lo que llamamos el Reino. Un reino que está aquí y ahora, y espera ser liberado y entregado a su legítimo propietario.