Cualquiera de nosotros que haya leído algo de historia del evangelio, o que haya incursionado en estudios primarios de Teología conoce, al menos someramente, lo que era el arca antigua. Sin embargo, este trabajo está direccionado a partir de una clara revelación, donde el arca toma forma y color concreto de tiempo moderno y nos lleva a utilizarla como punto de partida a una reforma espiritual.