Todos sabemos que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados. Eso nos ha sido enseñado como el factor básico y elemental que da origen a nuestra fe. Es el ABC de nuestro evangelio. Sin embargo, nuestro conocimiento ha trasvasado en muy pocas ocasiones esa enseñanza básica. No hemos tomado conocimiento, por ejemplo, del por qué esa redención es posible. Porque hemos pasado demasiado tiempo hablando de la muerte de Jesús, y muy poco de su resurrección. Y esta es la base de nuestra vida eterna.