En nuestras Biblias hay un relato que todos conocemos en mayor o menor medida, y es el de Daniel en Babilonia y, específicamente, en el horno de fuego. A todos seguramente nos impacta ese maravilloso mover de Dios en favor de su siervo fiel. Y mucho más cuando empezamos a profundizar y comprobamos que algo así todavía es posible hoy y con cada uno de nosotros. Lo que nos falta, es conocer más sobre ese cuarto hombre que en un momento dado aparece dentro del horno de fuego compartiendo con los jóvenes.