La Palabra de Dios nos dice que todo lo que atemos en la tierra será atado en los cielos, y que todo lo que desatemos en la tierra, también será desatado en los cielos. Así es que, teniendo en cuenta que no siempre esas enseñanzas han sido demasiado claras como para que las hayamos entendido correctamente, y en funcion de no cometer errores en áreas donde cometerlos implica un riesgo, es que compartimos este trabajo.