Habrás leído en tu Biblia en muchas ocasiones que se te demanda (No sugiere, no aconseja, demanda) andar en el espíritu y no en la carne. Tú sabes el motivo, La maldición sobre la serpiente la somete a tus pies, pero al mismo tiempo la habilita a comer polvo todos los días de su vida. Y polvo es tierra, y tierra es carne. Así es que, si andas en la carne, hay derecho legítimo al enemigo para perturbarte. Si caminas con el espíritu, no.