La palabra dice que somos hijos del reino de la luz, con lo que deja claramente explícito que también existe un reino de tinieblas, que es lo opuesto. Este trabajo está apuntado a conocer nuestras áreas que ya han recibido la luz divina y las que todavía se encuentran en la oscuridad propuesta por el enemigo. Indispensable para crecer, madurar y fructificar.