Maldito dinero que ciegas nuestros ojos, que cierras nuestro corazón al hermano necesitado.

Maldito eres y serás pues colmas nuestros vanos afanes, nuestra insensata manera de vivir.
Maldito dinero pues nos permites acumular Codicia, la misma que devora nuestras entrañas.
Maldito dinero pues eres el precursor de la desigualdad, el que permite acumular cosechas mientras el hambre asola el mundo.
Maldito eres pues sin ti el hombre no sabe qué hacer ni a dónde ir.
Maldito dinero pues eres buscado incluso por los más pobres del mundo y ni uno solo de ellos escapa a tu maleficio.
Maldito dinero pues has puesto precio a la Vida y por ti se mata y se muere.
Maldito dinero pues permites ser acumulado por unos pocos mientras los muchos pasan necesidad.
Maldito dinero, maldito fue tu invento, pues por tus monedas vendimos a Jesús.
Maldito eres tú Hombre porque te dejas arrastrar por tu codicia.
Maldito eres tú hombre porque has inventado las deudas.
Maldito eres tú hombre porque frenas los cauces de los ríos dejando sediento al vecino de tierras abajo.
Maldito eres tú hombre que pones alto precio a las obras de tus manos. ¿No son todas las manos iguales?
Maldito eres tú hombre, desde tu nacimiento, pues te dejas llevar por la corriente del mundo robando y justificando con leyes tus hurtos.
Maldito eres tú, el que vives con desahogo pues te has elevado ahogando a tus hermanos.
Maldito eres y serás pues has olvidado... ¡Amar!


BENDITA POBREZA
Bendita pobreza que abres nuestros ojos al amor.
Bendita pobreza que apartas nuestros ojos del mundo.
Bendita pobreza, bendita eres, porque me asemejas al más necesitado de mis hermanos.
Bendita pobreza porque llenas nuestras manos de Obras Santas.
Bendita pobreza porque nos haces a todos los hombres iguales ante el Creador.
Bendita pobreza porque destruyes nuestros vanos afanes mundanos.
Bendita hermana pobreza... ¡Guárdame en tus caminos!
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