I N T R O D U C C I Ó N:

A menudo, a la carta escrita por el Apóstol San Pablo a las iglesias en Galacia, se le denomina La Carta Magna de la libertad cristiana, porque en ella el Apóstol desarrolló su doctrina sobre la independencia cristiana respecto al judaísmo y sobre la eficacia total de la Salvación obtenida a través de Cristo. Además, la epístola reviste un considerable valor histórico debido a la información autobiográfica contenida en los capítulos 1 y 2.

Galacia, fue el escenario del primer viaje misionero del Apóstol Pablo, en el Asia Menor central. Leer el relato de la obra de Pablo, en esa región según Hechos capítulos 13 y 14, es una buena introducción al estudio de esta preciosa y maravillosa carta apostólica.
En la época del Nuevo Testamento, Asia Menor estaba dividida en varias provincias romanas y estados clientes: Asia, Bitinia y Ponto, Galacia, Cilicia y Capadocia. Dentro de su geografía se incluyen también varias islas cercanas: Chipre, Patmos, Rodas, Samotracia, Cos, Asón, Mitilene, Quio, Cnido. En toda la región de Asia Menor ubicamos ciudades que, de una u otra manera, jugaron un papel importante en la historia del Nuevo Testamento, como Tarso, Derbe, Listra, Iconio, Antioquía de Pisidia, Perge, Atalia, Hierápolis, Laodicea, Colosas, Filadelfia, Sardis, Esmirna, Tiatira, Éfeso, Pérgamo y Tróade.

Los gálatas, eran una rama de los galos, originalmente del norte del Mar Negro. Se apartaron de la migración principal hacia Francia, y se establecieron en la parte central de Asia Menor en el tercer siglo a.C. Ellos, eran emotivos, impulsivos y volubles, tal como lo evidencia la adoración que deseaban hacer de san Pablo a quien luego después lo apedrearon, (Hechos 14:8-19).

La obra del Apóstol Pablo en la provincia de Galacia, había tenido éxito, pues grandes multitudes, principalmente de gentiles, habían recibido a Jesucristo con mucho entusiasmo. Pero resulta que algún tiempo después de haberse ido el Apóstol, llegaron ciertos maestros judíos que insistían en que los gálatas no podían ser cristianos sin que guardaran la ley de Moisés.

Los gálatas aceptaron esta enseñanza de manera tan entusiasta como habían aceptado al principio el mensaje de Pablo. Hubo entre estos cristianos gentiles una “EPIDEMIA” general de practicarse la circuncisión. Al enterarse Pablo de esto, escribió esta carta para hacerles entender que eran necios y que aún cuando la circuncisión había sido parte necesaria de la vida nacional judía, esta costumbre no era parte del Evangelio ni tenia nada absolutamente que ver con la salvación.

La circuncisión, era el rito inicial del judaísmo. Por lo cual, si un varón que no era judío por nacimiento quería ser heredero de los privilegios y las bendiciones que Dios había prometido a la nación judía, podía hacerse judío por adopción, circuncidándose y guardando las leyes ceremoniales de los judíos.

Los judaizantes, eran una secta de cristianos judíos, los cuales no estaban dispuestos a aceptar la enseñanza de los Apóstoles, en cuanto a la ley mosaica. Ellos seguían insistiendo en que los cristianos se acercaran a Dios a través del judaísmo; que el gentil, para poder ser cristiano, debía de hacerse judío y guardar la ley judaica. Ellos se dedicaban a visitar las iglesias, intranquilizándolas y turbándolas.

En esto tuvieron éxito en Galacia, hasta el grado de traer bajo la carga de la ley a las iglesias de los Gálatas, las cuales eran gentiles.

Para restaurar a estas iglesias a su anterior estado de Gracia, Pablo les escribió esta carta, de la cual el tema es: LA JUSTIFICACIÓN Y LA SANTIFICACIÓN NO SON POR LAS OBRAS DE LA LEY, SINO POR LA FE.

La cuestión de sí los gentiles debiesen de guardar la ley de Moisés, había sido decidida en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15:1-29). La decisión fue que los gentiles eran justificados por la fe sin las obras de la ley.

También es importante considerar que en esta carta, el Apóstol Pablo, presenta el evangelio en una seria de contrastes o términos opuestos, de cosas que no deben mezclarse porque se contraponen. La cruz de Jesucristo, produce dichos contrastes, así:



CONTRASTES EN GÁLATAS:

a) Perdidos en Adán - - - - - - - - - - - - - - - - - Salvos en Cristo

b) En Adán todos mueren físicamente - - - -- En Cristo todos viven espiritualmente

c) Otro evangelio (falso) - - - - - - - - - - - - - -- El evangelio genuino

d) El razonamiento del hombre - - - - - - - - -- La revelación de Dios

e) La Ley - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - La Gracia

f) Obras - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Fe

g) Siervos en esclavitud - - - - - - - - - - - - - -- Hijos en libertad

h) Pacto antiguo (simbolizado por Agar) - - -- Nuevo Pacto (simbolizado por Sara)

i) Vivir en la carne - - - - - - - - - - - - - - - - - -- Andar en el Espíritu

j) Obras de la carne - - - - - - - - - - - - - - - - -- Fruto del Espíritu

k) Caer de la Gracia - - - - - - - - - - - - - - - - -- Estar firme en la Gracia.



El Autor.


CAPITULO 1.

Lectura bíblica: Gálatas 1:1-24

B O S Q U E J O:

1. Llamamiento Divino demostrado

2. El Evangelio verdadero

3. Maldición pronunciada

4. Testimonio del Apóstol.

I N T R O D U C C I Ó N:

En el estudio del primer capitulo de la Carta a los Gálatas, llegamos a conocer que el Apóstol Pablo, demuestra que ha sido llamado directamente por Dios para ser Apóstol, dirige su epístola a las iglesias de la región de Galacia, los encomienda a la Gracia de Cristo. Se maravilla de que se hayan vuelto de la fe en el evangelio de Cristo, a la falsedad que pretendía ser otro evangelio.

Pronuncia un anatema, sobre los que predican otro evangelio diferente al que Dios ha dado. Muestra su propia rectitud y que él había recibido su doctrina de Dios y les relata su conversión y llamamiento al apostolado.

1. LLAMAMIENTO DIVINO DEMOSTRADO:

Leemos en el versículo 1, así: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos).”

El Apóstol Pablo, comienza la carta de esta manera, en vista de las acusaciones en contra de él, por parte de los judaizantes; puesto que ellos (los judaizantes) negaban que él era un verdadero apóstol de Cristo, porque no había recibido su comisión personalmente del Señor, como los Doce.

Los judaizantes, decían que Pablo, era solamente un maestro enviado por los apóstoles, así es que, su enseñanza debería ser aceptada solamente cuando estuviera de acuerdo con la de ellos. Le acusaban de esparcir enseñanzas no apropiadas por el concilio en Jerusalén.

El confiesa que no es apóstol “de hombres”, es decir que no fue comisionado por ninguna asamblea o concilio de apóstoles. Y también expresa: que “no por hombre”, es decir que ni uno de los apóstoles en particular, ni por Jacobo que parecía ser el presidente del concilio apostólico en Jerusalén; ni por Pedro, a quien en manera personal y particular le habían sido encomendadas las llaves del Reino.

El hace la aclaración, de que su apostolado es por Jesucristo, o sea que la misión que cumplía, la había recibido directamente de Cristo.

2. EL EVANGELIO VERDADERO:

Los versículos del 6 al 7 dicen: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.”

Como las iglesias de Galacia, habían sido engañadas por los judaizantes, un buen número de creyentes neotestamentarios, se habían tornado a la antigua religión judía y estaban procurando observar la ley y la ordenanza de la circuncisión. Debido a esto, el apóstol Pablo escribió este libro estupendo.

El apóstol se asombro de que los conversos en Galacia, se hayan transferido o cambiado tan rápidamente, del evangelio de la libre Gracia (Salvación por Gracia sola) a “otro” evangelio diferente, es decir un evangelio falso siendo una perversión del genuino.

Aquí y para siempre, Pablo fija y da carácter definitivo al verdadero evangelio de la Gracia redentora, separándolo de toda mezcla con el legalismo o las obras humanas.

Los creyentes gálatas, estaban buscando ser justificados por la ley. Aunque ya habían sido justificados en Cristo cuando creyeron al evangelio que Pablo les había predicado, ellos habían regresado a guardar la ley mosaica y trataban de ser justificados por las obras de le ley. Es decir que trataban de agradar a Dios mediante sus propias obras, para que Él los justificara.

El evangelio verdadero, son las Buenas Nuevas de salvación, es aquella revelación de cómo se justifica el hombre ante Dios, es la Dispensación que Dios ha hecho conocida a los hombres pecadores. La declaración de este evangelio fue hecha por la vida, las enseñanzas, la muerte, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo. Es la Gracia, el favor inmerecido de los hombres, por ello el Apóstol cuando escribió a los hermanos de la iglesia en Efeso, en su capitulo 2:8,9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

Por consiguiente, fue pura misericordia de Dios hacia nosotros, manifestada en Cristo, en quien se nos ordenó creer y habiendo creído por el poder del Espíritu Santo, recibimos y fuimos sellados.

De modo que esta salvación no es en ningún sentido DE NOSOTROS, sino un don gratuito de Dios, y no de ninguna clase de obras; así que nadie puede gloriarse de haber obrado su propia justificación, ni aun de haber contribuido en algo a ella.

3. MALDICIÓN PRONUNCIADA:

En los versículos 8 y 9, leemos así: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.”

ANATEMA: del griego ANATHEMA, maldición, excomunión, imprecación; se entiende que denota la irrevocable y completa separación de una persona de la comunión de los fieles, ó del número de los vivientes, o también, de los privilegios de la sociedad.

Esta palabra, también implica, el destinar algún hombre, algún animal, alguna ciudad ú otra cosa á ser extirpado o destruido. La palabra ANATEMA, se usa varias veces en el Nuevo Testamento.

El apóstol Pablo, hace ver claramente que el evangelio que les anuncio a los gálatas, es el genuino y único; por ello enfatiza contundentemente que si aún él mismo predicará otro evangelio, incurriría en esa maldición de Dios.

Así también, hace ver que si aun un ángel del cielo anunciara también un evangelio diferente al genuino ya predicado, también sea maldito, rechazado. Esto nos aclara que aún desde los primeros días de la iglesia del Señor, habían falsos maestros que anunciaban que ángeles les habían declarado otras formas de salvación, lo cual es idéntico al error que contienen las enseñanzas de la religión de los mormones conocida también como “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, cuyos lideres, enfatizan que “su profeta” José Smith, recibió una nueva revelación por medio de un mensajero (ángel) enviado de la presencia de Dios el cual se llamaba Moroni y del cual supuestamente dicen, le dio unas tablas de oro, las cuales contenían los escritos del libro de Mormón, otro Testamento de Jesucristo. En ese libro, se comenta que el mismo enviado especial, recogió dichas tablas el 2 de mayo de mil ochocientos treinta y ocho y que las tiene a su cargo.

4. TESTIMONIO DEL APÓSTOL:

En los versículos del 11 al 24, encontramos que el apóstol dice: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí.”

En esta porción bíblica, encontramos el testimonio del Apóstol, en el cual recuerda y enfatiza que el evangelio que él predico, no es de los hombres, no tenia una chispa de invención humana, ni el más ligero toque del artificio de los hombres.

Él hace ver que por el mismo Señor Jesucristo, fue comisionado y Él le impartió ese conocimiento divino.

También da testimonio de su vida anterior a su llamamiento, tiempo en el cual confiesa que él perseguía a la iglesia de Dios (los creyentes en Cristo). Para esto, podemos leer Hechos 9:1-2; y Hechos 22:4. El apóstol les dice que ellos lo habían oído, porque siendo judíos, estaban relacionados con lo que acontecía en Judea en cuanto a esos asuntos tan importantes.

Con su testimonio, el objetivo del apóstol, era demostrar que su llamado era tan inmediato y señalado por el mismo Dios que él no necesito ni siquiera de la cooperación de los apóstoles, habiendo sido designado por la misma Autoridad Divina y capacitado para esta obra por la misma gracia y Espíritu que lo fueron los demás apóstoles del Señor.

Por lo cual, él dice que al oírle predicar la fe que antes perseguía y trataba de destruir, glorificaban a Dios por la gracia que había obrado en su conversión, y ellos mismos reconocieron que Dios le había revelado el evangelio verdadero.

CAPITULO 2.

Lectura Bíblica: Gálatas 2:1-21



B O S Q U E J O:

1. Moviéndose conforme la revelación de Dios

2. Los falsos hermanos

3. La infidelidad al Señor

4. La fidelidad al Señor

5. La justificación, por fe, y no por obras de la ley.



1. MOVIÉNDOSE CONFORME LA REVELACIÓN DE DIOS:

Leemos en Gálatas 2:1-2, así: "Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles."

Con esto, vemos que el Apóstol Pablo, para la predicación del Evangelio y sus viajes, siempre fueron motivados por la revelación Espíritu Santo de Dios, y no por un sistema u organización humana.

Además, vemos que en este subir del Apóstol a Jerusalén, Dios nos enseña a saber esperar el tiempo especifico para las acciones en su obra.

Aprendemos que es muy fácil trasladarnos de un lugar a otro, según nuestra voluntad, pero es muy difícil, esperar la revelación especifica del Señor, con respecto al tiempo de Dios. Es decir que debemos de comprender, que es muy fácil para nosotros tomar la decisión de ir a Estados Unidos U.S.A., pero esperar durante 14 años o más para hacer el viaje nos resulta muy difícil.

Debemos de aprender entonces, a no ir a ningún lugar y tampoco a no tomar decisiones a la ligera. Siempre que vayamos a cierto lugar debemos hacerlo según la revelación recibida de parte del Señor Jesucristo, por la guía del Espíritu Santo. (San Juan 14:16-17; San Juan 16:13-15).

2. LOS FALSOS HERMANOS:

Los versículos 4 y 5 dice así: "y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros."

Los falsos hermanos introducidos a escondidas, eran los judaizantes que pervertían el evangelio de Jesucristo, a través de introducir a escondidas en las iglesias, las observancias de la ley.

Ellos, estaban anunciando el concepto de que los creyentes deberían de circuncidarse para poder ser salvos. Pablo se opuso a esto y no cedió por ningún momento.

Pablo se opuso a la enseñanza de los falsos hermanos, a fin de que la verdad del evangelio permaneciese. Todo lo que Pablo hizo, fue en beneficio de la Obra del Señor y de los creyentes, con el objetivo de que la verdad de Dios se conservara transparente. Y para no dañar la libertad que tenemos en Cristo.

La libertad de la que el Apóstol Pablo, se refiere aquí, es la libertad de la esclavitud de la ley. Todos los creyentes son ahora libres de toda obligación de la ley, especialmente de la obligación de ser circuncidados, por ello Pablo se rehusó a que Tito fuera circuncidado.

3. LA INFIDELIDAD AL SEÑOR:

En los versículos del 11 al 14, leemos: "Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?"

El apóstol Pedro, estaba siendo infiel al Señor, con respecto a la verdad del evangelio. Pedro y los demás judíos convertidos al Señor, eran hipócritas, por eso Pablo reprendió a Pedro, ya que estaba totalmente equivocado. Pablo nunca permitió que fuera dañada la verdad del evangelio.

Es difícil creer que alguien que había estado con El Señor Jesucristo, durante los tres años y medio de Su ministerio, y que además recibió la visión celestial de Hechos capitulo 10, acerca de la abolición de la dieta levítica, cometiera semejante hipocresía. Sin embargo vemos que en Antioquía, Pedro hizo ello.

Por lo anterior, podemos vemos la causa por la cual que Pedro perdió su lugar en el liderazgo apostólico. Él fue descalificado por no ser fiel a la visión que había recibido. No se mantuvo firme en cuanto a la verdad conforme a la visión que había recibido del Señor. Aunque prevalecía un ambiente que favorecía la practica de la circuncisión, y el guardar la ley que Cristo abolió en la cruz, Pedro no debió someterse, puesto que el Señor le había mostrado una impresionante visión, más sin embargo vemos que él aunque no había olvidado la visión, se condujo hipócritamente con respecto a comer con los gentiles.

Con su conducta, Pedro arrastro también a los demás judíos cristianos incluso a Bernabé. Ya Bernabé, quien había acompañado al apóstol Pablo en sus viajes y en donde se predico a los gentiles é incluso se habían levantado iglesias gentiles; Es decir que Bernabé, ya había tenido mucha comunión con los gentiles, aun con todo ello, él fue también arrastrado por Pedro quien había influido negativamente sobre los otros judíos cristianos.

Con esto, también vemos que cuando los lideres se apartan de la fidelidad al Señor y a su enseñanza, los demás fácilmente los siguen.

4. LA FIDELIDAD AL SEÑOR:

Con respecto a la fidelidad hacia El Señor, leemos en Gálatas 2:14 "Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?"

El apóstol Pablo, era honrado, fiel y franco, por eso resistió a Pedro cara a cara, cuando éste no fue fiel a la verdad del evangelio.

Al encargarse del problema de las iglesias de Galacia, Pablo se enfrento a una situación seria y delicada. Con todo ello, el apóstol no fue político, sino franco, honrado y osado.

Pablo, es un buen ejemplo de fidelidad al Señor, con respecto a tratar los casos de la Iglesia. Él hablo la verdad de Dios, de manera franca.

Comportarse de manera política, en cierta forma es como mentir. A los ojos de Dios, la política es peor que la mentira. Muchos diplomáticos y embajadores son expertos en el asunto de mentir con mucha sutileza. Ellos han sido entrenados para comportarse de tal manera.

Todos los que son lideres y toman la iniciativa en la iglesia, debemos de aprender a ser honrados, fieles y francos, y esto lo debemos de hacer con espíritu de mansedumbre, siempre.

5. LA JUSTIFICACIÓN, POR FE, Y NO POR LAS OBRAS DE LA LEY:

En los versículos, del 15 al 21, leemos: "Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo."

La verdad del evangelio de Jesucristo, es que el hombre no puede ser justificado (declarado absuelto de la condenación), por las obras de ley.


Justificación por FE:

Justificación, es la acción de Dios en aprobar gente de acuerdo a Su medida de Justicia Divina, Su justicia es el standard, no el nuestro. Aunque nosotros pensemos que somos justos, nuestra justicia podría ser solamente como un cuarto de pulgada de alto; no importa cuan justos nosotros seamos o cuan justos pensemos que somos, nuestra justicia es solo una pequeñísima fracción pues la justicia de Dios, es altísima e ilimitada. ¿Podría usted ser aprobado por Dios, de acuerdo a su propia justicia personal? Es imposible.

Puede que usted, no tenga ningún problema con los demás (sus parientes, sus hijos, y sus amistades) debe de saber que su justicia nunca lo justificará ante Dios. Usted puede justificarse asimismo, de acuerdo a su medida de justicia humana, pero eso no le hace a usted justo, conforme a la medida que Dios exige. Nosotros debemos de entender que necesitamos la justificación Divina que es por fe. Justificación por fe ante Dios, significa ser aprobado por Él, de acuerdo al standard de Su justicia.

¿Cómo puede Dios hacer esto? Él puede hacerlo porque nuestra justificación esta basada en la redención de Jesucristo. Cuando la redención de Cristo nos es aplicada, somos justificados. Si no hubiera tal redención maravillosa, seria imposible para nosotros ser justificados por Dios. Redención, es la base de la justificación.

¿Esta usted justificado? ¿Cómo fue justificado? La Biblia nos enseña que nosotros hemos sido justificados por la fe en Cristo, no por obras que hubiésemos cumplido (Romanos 3:28; y 5:1).

El Hermano C. I. Scofield, dice con respecto a la Justificación, lo siguiente: "Justificación. Resumen: La justificación y la justicia se hallan inseparablemente unidas en la Escritura por el hecho de que ambas palabras vienen de la misma raíz griega (dikaios, “justo”; dikaioo, “justificar”). El pecador creyente es justificado porque Cristo, habiendo llevado los pecados en la cruz, ha sido hecho la “justicia” de Dios para todos los que en Él confían (II Co.5:21). La justificación se origina en la gracia (Ro. 3:24; Tit. 3:4,5); se efectúa mediante la obra redentora y propiciatoria de Cristo, quien ha vindicado la ley (Ro. 3:24, 25; 5:9); se recibe por la fe, no por obras (Ro. 3:28-30; 4:5; 5:1; Gá. 2:16; 3:8, 24); y puede definirse como el acto jurídico de Dios por medio del cual Él, con base en su justicia, declara justo al que cree en Jesucristo. Es el Juez mismo quien hace esta declaración. (Ro. 8:31-34). El creyente, quien ha recibido así la justificación, ha estado ante el tribunal solamente para oír que nada existe ya en su contra (Ro. 8:1, 33, 34).


La muerte de Cristo en la cruz nos muestra que no hay salvación por la ley, por lo tanto estamos verdaderamente muertos a toda perspectiva de justificación por la ley, como Cristo murió al expirar en la cruz.

Cristo como sacrificio por el pecado, fue hasta la muerte, para que pudiéramos ser salvos de la condenación y de los amargos dolores de la muerte eterna.

Por lo cual, no debemos de menospreciar o inutilizar "La Gracia de Dios", la enseñanza de Cristo crucificado. Por lo tanto, si es que se predica la necesidad de la observancia de la ley, para salvarnos de la condenación, la muerte de Cristo sería inútil.

Pero de ninguna manera, la observancia de la ley nos puede salvar, por lo cual, la muerte de Cristo era una absoluta necesidad.


CAPITULO 3:


Lectura Bíblica: Gálatas 3:1-29


B O S Q U E J O:

1. El Cristo Crucificado

2. El ejemplo de la justificación, en Abraham

3. El servicio de la Ley

4. Bautizados en Cristo.



1. EL CRISTO CRUCIFICADO:


En los versículos del 1-5 leemos "¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?"

Cristo ya había sido presentado claramente como crucificado, a los hermanos en Galacia, por medio de la predicación del apóstol Pablo.

La crucifixión de Jesucristo, indica que los requisitos de la ley han sido cumplidos por la muerte de Él, y que por tal muerte, La ha sacado a la luz Su vida e inmortalidad (2 Timoteo 1:10), para impartir su vida a los que salva por el evangelio.

Los hermanos en la región de Galacia, habían sido arrastrados al error, al olvidar y descuidar este contenido del mensaje de la cruz. Ellos fueron insensatos (necios) y fueron fascinados (engañados por los judaizantes) para volverse a la Ley y la circuncisión con el objetivo de ser salvados de la condenación.

Por eso Pablo les llama insensatos, y les pregunta si habían recibido el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe.

El capitulo 3, nos presenta el contraste que existe entre el Espíritu y la carne así como también el contraste entre la ley y la fe.

Quienes se vuelven de la fe a la ley, no tienen que ver con este Cristo crucificado; pues si Dios quisiera que guardásemos la ley y si pudiéramos lograr guardarla, no habría habido necesidad de que Jesucristo hubiera sido crucificado. Por tal motivo en Gálatas 2:21 leemos ".....pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo".

Los hermanos en Galacia, habían sufrido de diferentes maneras por causa del evangelio de Cristo, y al regresarse a querer cumplir los requisitos de la ley y la circuncisión, tal parece que su creer al principio por la fe sola, había sido en vano.

El contraste entre la fe y la ley, es muy grande, la Ley era la base para la relación entre el hombre y Dios, esto lo encontramos en el Antiguo Testamento. Mientras que la fe, es el principio por el cual el hombre tiene contacto con Dios en el Nuevo Testamento. Por ello, la Dispensación de la gracia, puede ser llamada también, Dispensación de la fe.

La ley, requiere obras de parte del hombre, pero la fe recibe todo lo que Dios ha planeado y se ha propuesto, todo lo que Dios ha obtenido y logrado para beneficiarnos. En la ley, están las demandas, pero en la fe no hay demandas, todo se recibe por el creerle a Dios, recibimos la redención, la salvación de la condenación eterna, el perdón de nuestros pecados, la vida eterna y todas las cosas celestiales, espirituales y divinas.

Al considerar el contraste tan grande que existe entre la ley y la fe, debemos de comprender que ciertamente es una necedad apartarse de la fe y volverse a querer cumplir las demandas de la ley.



2. EL EJEMPLO DE LA JUSTIFICACIÓN, EN ABRAHAM:

En los versículos del 6 al 9, encontramos el ejemplo de la justificación por la fe, en la vida de Abraham. A la letra dice: "Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham."

Esto esta mencionado en Génesis 15:6; y Pablo lo usa en Romanos 4:3-5. Abraham, aun siendo incircunciso, creyó a Dios, y su fe le fue contada por justicia; y él es llamado "padre de los fieles" o "padre de los creyentes".

Si él entonces fue justificado por la fe mucho antes que fuera dada la ley, quiere decir, que la ley no es necesaria para la salvación. Es digno de notar que los judíos mismos creían que Abraham había sido salvado por la fe, muchos de ellos, creen en la siguiente aseveración: "Es evidente que Abraham no podía obtener herencia ni en este mundo ni en el venidero si no era por la fe".

Y como Dios, se había propuesto justificar a los paganos por la fe, dio de antemano la BUENA NUEVA, la cual contiene el gran despliegue de la doctrina de la salvación por la fe, a Abraham, mientras estaba en su condición de pagano; y de esa manera recibe el nombre de "padre de los creyentes". Por lo tanto, tiene que referirse a los que creerán el mismo evangelio entre los gentiles, y así queda cumplida consecuentemente la promesa: "EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA".


3. EL SERVICIO DE LA LEY:

Encontramos en los versículos del 19 al 26 lo siguiente: "Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;"

Si la ley no anula el pacto abrahámico y no puede conferir salvación a sus seguidores, ¿por qué la dio Dios? Esta era una objeción natural que pudo suscitarse en la mente de cualquier judío que prestara atención a las palabras del apóstol Pablo.

Fue añadida a causa de las transgresiones para que se pudiera conocer nuestra maldad y la necesidad que teníamos de la misericordia de Dios. La ley estaría en vigencia hasta el advenimiento del Mesías (Cristo). Después de eso, cesaría. El ministerio de los ángeles fue ciertamente empleado en la promulgación de la ley, pero solo fueron instrumentos de transmisión; pues, Moisés fue el mediador entre Dios y el pueblo. (Deuteronomio 5:5).

Entendemos entonces, que la ley es un custodio que preserva a los pecadores por medio de condenarlos. Sin la condenación, la ley no podría funcionar como custodio; sin la función de la ley en cuanto a exponer y condenar, no nos daríamos cuenta de cuantos pecados hemos cometido contra Dios. Sin la ley, no tendríamos regulación ni restricción algunas. Pero debido a que la ley nos condena, también nos preserva.

Al preservarnos por medio de condenarnos, la ley nos conduce a Cristo a fin de que seamos justificados por la fe.


4. BAUTIZADOS EN CRISTO:


Al terminar el capitulo 3: leemos los versículos del 25 al 28, y dicen así: "Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús."

Al analizar este pasaje bíblico, nos enseña, que el creyente a través del Bautismo del Espíritu Santo (COLOCADO EN, o al haber sido PUESTO EN CRISTO), queda en la posición de ser beneficiado de los méritos de Jesucristo y alcanza la posición celestial, al estar sentado en los lugares celestiales por FE juntamente con Cristo. Efesios 2:6.


ALGUNOS DE LOS MERITOS DE JESUCRISTO A FAVOR DEL CREYENTE, SON:


* Sustitución * Mediación
* Fin de la ley * Rescate del pecado
* Propiciación * Juicio del pecado
* Perdón * Paz.

Ver la siguiente ilustración:

Así también, "Vestirse", es asumir la persona y el carácter del otro; y los que lo hacen se comprometen a tomar su parte y sostener el carácter que han asumido. La profesión del cristiano, implica asumir el carácter de Cristo. Él nos ha dejado ejemplo para que sigamos sus pisadas; y como creyentes debemos de tener la mente que estaba en Cristo Jesús.

Capitulo 4.


Lectura Bíblica: Gálatas 4:1-31


B O S Q U E J O:


1. El Evangelio y la condición de hijo.

2. La Justificación y la Libertad.

3. Alegoría, ilustrando "El Nuevo Pacto" versus "El Viejo".



1. "EL EVANGELIO Y LA CONDICIÓN DE HIJO":


En los versículos del 1 al 7 leemos así: "Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y sí hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

El apóstol ilustra la diferencia entre la época mosaica (ley) y la época del evangelio (Gracia), iniciada con la muerte y resurrección de Jesucristo; con la figura del niño heredero en la familia.

Si bien el niño es heredero, mientras sea menor de edad no difiere del esclavo, a pesar de que está destinado a heredar todo. Esta sujeto a la educación que corresponde al niño, hasta que el padre lo declare heredero. Esta comparación es con relación a los judíos, por eso dice "NOSOTROS", quienes cuando estaban bajo la ley eran niños y siervos.

La encarnación de Jesucristo, se produjo cuando la ley hubo cumplido plenamente su cometido, como pedagogo o tutor para traernos a Cristo. Por eso Dios envió a Su Hijo (Cristo) para que nos redimiera de la Ley, a fin de que pudiésemos ocupar el lugar de "hijos adultos" en la nueva época de la Gracia. Esto significa plena liberación de la posición de niños y siervos que corresponde a la época de la Ley.


2. "LA JUSTIFICACIÓN Y LA LIBERTAD":


Los versículos del 8 al 18, nos dicen lo siguiente: "Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros. Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros".


Antes de conocer a Dios, los gálatas eran esclavos de las deidades del paganismo y habiendo sido libertados mediante el conocimiento del único Dios verdadero que se nos revela en Cristo, surgen las preguntas siguientes: ¿habrían de ser víctimas nuevamente de una religión que exige "HACER ALGO" para ganar el favor de la deidad? ¿Volverían al estado de esclavitud religiosa, para ser víctimas de un sistema de obras y méritos (elementos débiles y pobres) para conseguir la Salvación?

Se mencionan los rudimentarios requisitos religiosos a cumplir, que constituyen símbolos de la esclavitud religiosa, de religiones paganas y cultos falsos.

Por tal motivo, los gálatas al haberse vuelto al cumplimiento de estas rudimentarias ceremonias, motivaron la preocupación del apóstol Pablo. Dicha conducta contrastaba marcadamente con la alegre recepción original que le dieron al apóstol y a su mensaje de Gracia.

¡Que bendición es la libertad, especialmente la libertad espiritual! ¡Con qué facilidad se le pierde de vista! Por eso, debemos de tener celo para poder guardarla y no extraviarnos para seguir aspectos religiosos y tradiciones de hombres.

Los legalistas hacen gala de gran efecto; mas no con el propósito sano de liberar sino de esclavizar. Y más todavía, están resueltos a apartar a sus víctimas de la verdad de la Gracia de Cristo, la cual es liberadora, para arrastrarlos hacia motivos malos y religiosos los cuales son esclavizantes.

3. "ALEGORÍA, ILUSTRANDO "EL NUEVO PACTO" VERSUS "EL VIEJO":



La Alegoría, es una figura que es representativa de algo, en la que el sentido literal es simbolizante del espiritual.



Por eso en los versículos del 22 al 27, leemos: "Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido".



Esta alegoría, está dirigida como ilustración a creyentes engañados, pero justificados, los cuales estaban tratando de mezclar dos sistemas mutuamente excluyentes, la Ley y la Gracia.



Por quinta vez en esta carta, se aborda la cuestión de su el creyente está bajo la Ley o no.



La alegoría representa a Sara y su hijo, versus Agar y el suyo. Las dos madres representan dos pactos: Sara el Nuevo Pacto, y Agar el Antiguo Pacto (la Ley). Uno de Gracia y el otro legal. Los hijos, Isaac e Ismael, son los hijos de dichos pactos, con su posición espiritual determinada delante de Dios.



Los creyentes, constituyen los hijos de la promesa, el Nuevo Pacto, el cual es un pacto de promesa (promesa de favor divino, de vida eterna, del Espíritu Santo, de adopción, de libertad, etc. etc.).



Por eso, hay amarga antipatía recíproca entre los hijos del Espíritu y los de la carne, entre los creyentes libres por Cristo y los esclavizados por el legalismo.



El creyente debe comprender que esta libre de la Ley. Por lo tanto, al pasar la epístola de la consideración de la doctrina al deber del creyente, éste debe reconocer que su obligación y su privilegio no están con la Ley mosaica, ni con algún principio legalista, sino en vivir con la libertad adquirida en Jesucristo por el poder del Espíritu Santo.



Capitulo 5.



Lectura Bíblica: Gálatas 5:1-25





B O S Q U E J O:




1. El caer de la Gracia de Cristo.

2. Llamado a permanecer firmes.

3. La Santificación y el Espíritu Santo.

4. Las Obras de la carne contra el Fruto del Espíritu.





1. EL CAER DE LA GRACIA DE CRISTO:



En los versículos del 1 al 9 leemos: "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa."



El apóstol, habiendo demostrado la verdad de que el creyente no esta bajo la Ley sino bajo la Gracia; advierte el peligro de que los que creen se vean nuevamente amarrados al "YUGO DE ESCLAVITUD", con esta expresión se refiere a los ritos legales o ceremoniales del judaísmo, muy particularmente la circuncisión que fue instituida como señal del pacto abrahámico y parte del pacto mosaico, (Levítico 12:3) la realidad de cuanto ella representaba se cumplió en Cristo (Colosenses 2:8-10). Los legalistas andaban declarando que la circuncisión era necesaria para la salvación además de la fe en Cristo.



Caer de la Gracia, significa hacer a un lado el principio de la fe sin agregados para ser salvo. Es estar nuevamente atado al yugo de esclavitud.



Es en vano procurar unir los dos sistemas. Se debe tener la Ley sin Cristo o caso contrario, tener a Cristo sin la Ley para la justificación.



Los gálatas, habían sido comunicados de la Gracia del evangelio de Cristo, y al readoptar la Ley mosaica, apostataron del Evangelio y cayeron de la Gracia comunicada a sus almas.



La paz y amor de Dios recibidos por Jesucristo, no pueden estar en los corazones de aquellos que rechazan a Cristo y su preciosa sangre, pues ese es el pecado voluntario que nos habla el Señor en Hebreos 10:26-31, en donde leemos así: "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!



Por lo tanto, en todo el sentido de la palabra, muchos de los de Galacia cayeron de la Gracia y no podemos decir si algunos se levantaron nuevamente. El escritor y los que leen, esperemos que si hayan vuelto a la Gracia sola.





2. LLAMADO A PERMANECER FIRMES:




En los versículos del 10 al 15, a la letra leemos así: "Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea. Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros."



En estos versículos, el apóstol advierte contra la libertad mal entendida. Nuestro llamamiento a sido a libertad, pero la libertad comprada a precio de Cristo y su sangre. Por lo cual, no se ha emplear como oportunidad para el desenfreno carnal o como manto para cubrir el pecado, sino para manifestar el amor en el servicio. En cambio la falta de amor da como resultado que se ataquen y se devoren unos a otros.



Las iglesias de Galacia, estaban en desorden, tenían pleitos entre ellos, se posesionaron de sus almas el orgullo, el enojo, el encono y toda clase de sentimientos no caritativos.



3. LA SANTIFICACIÓN Y EL ESPÍRITU SANTO:



Los versículos del 16 al 18 nos dicen: "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley."



La santificación del creyente, es por la fe y no por obras; viene por el Espíritu de Dios y no sobre la base de la moralidad o a los esfuerzos propios y humanos. Andar en el Espíritu, es amoldarse al Espíritu y no afanarse por lo carnal.



Con la ayuda del Espíritu Santo, no se da satisfacción a los apetitos de la carne, es decir al cuerpo controlado por la vieja naturaleza no renovada y que existe siempre al lado de la nueva naturaleza en el creyente.



Cuando creemos en Cristo, Dios se hace cargo. Pero es Dios, y no nosotros mismos, quien hace la tarea de santificar. De allí que solo los que son guiados por el Espíritu Santo, son los que obtienen victoria completa; solo ellos son librados de la esclavitud de los esfuerzos propios por agradar a Dios por las obras de la ley y por esfuerzos humanos.





4. LAS OBRAS DE LA CARNE CONTRA EL FRUTO DEL ESPÍRITU:





En los versículos del 19 al 26, encontramos la Lista de las obras de la carne y el Fruto del Espíritu.



Todos los pecados mencionados allí, pueden darse en el creyente de Cristo, a menos que ande continuamente por el Espíritu. La vieja naturaleza del cristiano es tan vil como la vieja naturaleza del no regenerado (inconverso).



Si comete tales pecados por no andar conforme al Espíritu, no debe extrañarle que vengan severos castigos de Dios en esta vida y la pérdida de recompensas u honores en la vida por venir. Es bueno entender y dejar claro, que "HEREDAR" el reino de Dios no es lo mismo que "VER" o "ENTRAR" en el reino de Dios.



El Fruto del Espíritu, se contrasta con las obras de la carne. El fruto es obra de la fe, las obras son producto del esfuerzo humano; el fruto es por el Espíritu, las obras por la carne.



El fruto es santo, las obras corruptas. El fruto procede de la naturaleza renovada, las obras de la naturaleza vieja.



El fruto está en singular, es un todo homogéneo; la base para que haya fruto, es el reconocimiento de una vez para siempre por parte del creyente de que su posición en Cristo es la de estar "muerto al pecado" y permitir que el Espíritu de Dios produzca su fruto.





Capitulo 6.




Lectura Bíblica: Gálatas 6:1-18





B O S Q U E J O:




1. Como tratar al cristiano que peca.

2. Sembrar para el Espíritu.

3. Manifestando la espiritualidad.

4. La base de la verdadera espiritualidad.



1. COMO TRATAR AL CRISTIANO QUE PECA:


Los versículos del 1-6 nos dicen la manera de tratar a los hermanos cristianos que pecan.

El creyente espiritual, es decir, aquel en que se manifiesta el fruto del Espíritu y a quien el Espíritu esta santificando en experiencia, recibe instrucciones sobre cómo tratar al creyente que ha pecado.

La restauración de tales hermanos que pecan, debe de hacerse con humildad y fidelidad, comprendiendo que cada cual tiene alguna carga que llevar. "La Ley de Cristo", es la ley del amor al prójimo.

También se recomienda aquí, que el hermano que enseña, debe de ser apoyado financieramente por el que se beneficia con su ministerio.


2. SEMBRAR PARA EL ESPÍRITU:


En los versículos del 7 al 9, el apóstol Pablo, ilustra la nueva vida en Cristo, valiéndose de la figura del agricultor.

El engaño es fácil para el creyente, por lo tanto no debemos de olvidar que la ley inevitable de la siembra y la cosecha, se aplica al creyente sea espiritual o carnal.

Debido a esto, el creyente no debe por lo tanto, de cansarse de la obra de fe pues segará en el tiempo de la cosecha, sino desmaya o desespera, es decir, si no cede ni se desgasta espiritualmente.


3. MANIFESTANDO LA ESPIRITUALIDAD:


En los versículos del 10 al 13, se habla de cómo manifestar la espiritualidad.

Dicha espiritualidad se manifiesta haciendo bien a todos, especialmente a los hermanos en la fe y exhibiendo un espíritu de amor abnegado.


4. LA BASE DE LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD:

Para concluir, leemos en los versículos del 14 al 18 así: " Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios. De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

La cruz de Cristo, es la base de la verdadera espiritualidad. La razón está en que separa al mundo del creyente por su posición de muerto al pecado (Gálatas 1:4; y 2:20); y al creyente del mundo, es decir, el régimen satánico del mundo (cosmos, ordenamiento), que es el principal enemigo de la verdadera espiritualidad.

En esta "nueva creación", Cristo es todo. Los méritos humanos y los esfuerzos legalistas no son nada, es decir, no tienen ningún valor o relevancia. Por esta verdad sufrió el apóstol, demostrando su total sinceridad en la proclamación del mensaje de Gracia, las marcas en su cuerpo, símbolos de su sufrimiento por el evangelio de Gracia, constituyen la evidencia, y termina la carta con una bendición.


F I N.




Hno. Carlos E. Cruz Porras
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