El don de profecía en la iglesia primitiva era el mensaje inspirado de predicadores carismáticos por medio de quienes el plan de salvación de Dios para el mundo y la comunidad, y su voluntad para la vida particular del cristiano, eran conocidos.
Según el Nuevo Testamento, por medio del don de profecía:
1º. Se "habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación"
"En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación." (1ª CORINTIOS 14:3.)
2º. El que profetiza "edifica la iglesia"
"El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia." (1ª CORINTIOS 14:4.)
3º. Es de mayor provecho que quien habla en lenguas.
"Así que, yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más, que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación." (1ª CORINTIOS 14:5.)
4º. El apóstol deseaba sobre todas las cosas que los creyentes profetizaran.
"Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis.
Porque el que habla en una lengua no habla a los hombres sino a Dios; porque nadie le entiende, pues en espíritu habla misterios.
En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia.
Así que, yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más, que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación." (1ª CORINTIOS 14:1-5.)
5º. Porque así serían excelentes para la edificación de la iglesia.
"Así también vosotros; puesto que anheláis los dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la iglesia." (1ª CORINTIOS 14:12.)
6º. La profecía, como don inspirado por el Espíritu Santo, contiene un mensaje preferentemente para quienes ya son creyentes.
"Así resulta que las lenguas son señal, no para los creyentes, sino para los no creyentes; en cambio, la profecía no es para los no creyentes, sino para los creyentes."
(1ª CORINTIOS 14:22.)
7º. Pero también sirve para convencer y redargüir lo oculto del corazón inconverso, motivándolo a que se postre ante Dios en adoración, confesando haber tenido un encuentro con él.
"Pero si todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será examinado, y lo oculto de su corazón será revelado. Y de esta manera, postrándose sobre su rostro, adorará a Dios y declarará: "¡De veras, Dios está entre vosotros!" (1ª CORINTIOS 14:24,25.)
8º. Además de servir como medio de edificación, exhortación y consolación (1ª Corintios 14:3), trae reprensión y confesión (1ª Corintios 14:24,25.)
9º. Como también instrucción y exhortación.
"Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados." (1ª CORINTIOS 14:31.)
II LOS PROFETAS EN LA IGLESIA PRIMITIVA.
En la iglesia primitiva muchos poseyeron el don de profecía, ocupando así un lugar prominente en el Nuevo Testamento. Se habla de:
1º. Agabo como uno de los varios profetas que de Jerusalén fueron a Antioquía.
Este "daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada."
"En aquellos días descendieron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.
Y se levantó uno de ellos, que se llamaba Agabo, y dio a entender por el Espíritu que iba a ocurrir una gran hambre en toda la tierra habitada." (Esto sucedió en tiempos de Claudio.) (HECHOS 11:27,28.)
Este mismo Agabo le profetizó al apóstol Pablo, en Cesarea, lo que le acontecería en Jerusalén en manos de los gentiles.
"Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.
Al llegar a nosotros, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: --Esto dice el Espíritu Santo: "Al hombre a quien pertenece este cinto, lo atarán así los judíos en Jerusalén, y le entregarán en manos de los gentiles." (HECHOS 21:10,11.)
2º. De Judas y Silas se dice que eran profetas.
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
3º. Felipe el evangelista, uno de los primeros siete diáconos, tenía cuatro hijas que profetizaban.
"Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban."
(HECHOS 21:9.), y
4º. La iglesía de Antioquía contaba con profetas.
"Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, unos profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que había sido criado con el tetrarca Herodes, y Saulo." (HECHOS 13:1.)
5º. Según el apóstol Pablo, el plan de Dios de dar la salvación a los gentiles, se hizo conocer a través de los apóstoles y profetas en la dispensación de la gracia.
"En otras generaciones, no se dio a conocer este misterio a los hijos de los hombres, como ha sido revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu." (EFESIOS 3:5.)
6º. El mismo (Pablo), aunque no se llamaba a sí mismo un profeta - como se consideraba apóstol - sin embargo, ejercía funciones proféticas, por ejemplo:
a.) Anticipó prisiones y tribulaciones que le sobrevendrían.
"Salvo que el Espíritu Santo me da testimonio en una ciudad tras otra, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones." (HECHOS 20:23.)
b.) También anticipó la introducción en la iglesia de hombres perversos que trastornarían la iglesia de Efeso.
"Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán la vida al rebaño; y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos." (HECHOS 20:29,30.)
c.) Bajo el don de profecía anticipó la conversión de judíos, después que se haya cumplido la plenitud de los gentiles.
"Hermanos, para que no seáis sabios en vuestro propio parecer, no quiero que ignoréis este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles." (ROMANOS 11:25.)
d.) En 1ª Corintios 15:51-56 y 1ª Tesalonicenses 4:13-17 describe la transformación final de los creyentes, cuando Cristo venga.
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados.
Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad.
Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?
Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley." (1ª CORINTIOS 15:51-56.)
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los demás que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera Dios traerá por medio de Jesús, y con él, a los que han dormido.
Pues os decimos esto por palabra del Señor:
Nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que ya durmieron.
Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor." (1ª TESALONICENSES 4:13-17.)
e.) En su viaje a Roma, en carácter de prisionero, habló proféticamente anticipando que aunque la embarcación naufragaría dando contra una isla, sin embargo ninguno perecería y que él comparecería ante el César.
"Entonces, como hacía mucho que no comíamos, Pablo se puso de pie en medio de ellos y dijo: --Oh hombres, debíais haberme escuchado y no haber partido de Creta, para evitar este daño y pérdida.
Pero ahora os insto a tener buen ánimo, pues no se perderá la vida de ninguno de vosotros, sino solamente la nave.
Porque esta noche estuvo conmigo un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, y me dijo: "No temas, Pablo. Es necesario que comparezcas ante el César, y he aquí Dios te ha concedido todos los que navegan contigo."
Por tanto, oh hombres, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho.
Pero es necesario que demos en alguna isla."
(HECHOS 27:21-26.)
f.) Bajo el don de profecía previno los tiempos cuando muchos apostatarían de la fe.
"Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios."
(1ª TIMOTEO 4:1.)
g.) La forma del advenimiento del Señor.
"Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, hermanos, no tenéis necesidad de que os escriba.
Porque vosotros mismos sabéis perfectamente bien que el día del Señor vendrá como ladrón de noche.
Cuando digan: "Paz y seguridad", entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz; y de ninguna manera escaparán." (1ª TESALONICENSES 5:1-3.), y
h.) La manifestación del hombre de pecado.
"Nadie os engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición.
Este se opondrá y se alzará contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que mientras yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
Ahora sabéis qué lo detiene, a fin de que a su debido tiempo él sea revelado.
Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.
Y entonces será manifestado aquel inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su venida.
El advenimiento del inicuo es por operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de injusticia entre los que perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos."
(2ª TESALONICENSES 2:3-10.)
7. Aunque los profetas aparecen siempre inmediatamente después de los apóstoles.
"A unos puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de lenguas." (1ª CORINTIOS 12:28.)
"¿Qué, pues, es Apolos? ¿y qué es Pablo? Sólo siervos por medio de los cuales habéis creído; y a cada uno según el Señor le concedió." (1ª CORINTIOS 3:5.)
"Hasta la hora presente sufrimos hambre y sed, nos falta ropa, andamos heridos de golpes y sin dónde morar."
(1ª CORINTIOS 4:11.)
"Alégrate sobre ella, oh cielo, y vosotros santos y apóstoles y profetas. Porque Dios ha juzgado vuestra causa contra ella." (APOCALIPSIS 18:20.),
Sin embargo el don de profecía es presentado como el mayor de los dones.
"Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis." (1ª CORINTIOS 14:1.)
8. Aquellos que lo ejercían se dice que ocupaban un lugar principal en la iglesia.
"Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de entre ellos, a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, quienes eran hombres prominentes entre los hermanos." (HECHOS 15:22.)
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
III. REGULACIONES QUE APLICABAN A LOS PROFETAS DEL NUEVO TESTAMENTO.
Las siguientes regulaciones eran aplicadas de una manera muy particular a los profetas novotestamentarios:
1º. Los profetas podían hablar dos o tres, y los demás juzgaban.
"Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan." (1ª CORINTIOS 14:29.)
Nótese que el juzgar no era una afrenta contra el Espíritu Santo sino una obligación de la iglesia. En nuestros días se cree que es un pecado contra el Espíritu Santo juzgar lo que un profeta o pseudo-profeta dice. Son los profetas los que tienen que probarle al pueblo que lo que dicen proviene de Dios, y no el pueblo el que tiene que creer y hacer todo lo que los "profetas" digan.
2º. Si algo era revelado a otro que se encontraba sentado, el primero tenía que callar.
"Si algo es revelado a alguno que está sentado, que calle el primero." (1ª CORINTIOS 14:30.)
3º. Los profetas debían profetizar uno por uno.
"Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados." (1ª CORINTIOS 14:31.)
4º. Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.
"Además, los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas." (1ª CORINTIOS 14:32.)
Aquí conviene hacer una aclaración:
Pablo, en este versículo, está haciendo una afirmación, no dando una exhortación, como muchos creen. Nótese lo que dice: "y los espíritus de los profetas están (no "estén") sujetos a los profetas". No es un imperativo, sino una afirmación. En segundo lugar, "espíritu de los profetas" no se refiere, como algunos equivocadamente han propuesto, al Espíritu Santo que tienen los profetas, o a una influencia espiritual o don que los posea; tampoco se refiere al don de profecía que los profetas habían recibido: se refiere al espíritu humano.
Con estas palabras el apóstol establece el hecho de que los profetas nunca pierden el control de sus facultades, por lo tanto no pueden pretender que son inconscientes de lo que dicen o hacen.
Las inspiraciones mánticas, las posesiones violentas que arrojaban en contorsiones a las sibilas y a las sacerdotisas -los labios espumosos, los cabellos estirados y los ojos brillantes-, no tienen lugar en la dignidad auto-controlable de la inspiración cristiana... la genuina inspiración en la era cristiana nunca anula la conciencia de uno mismo ni sojuzga la razón; detesta la histeria y la simulación, como el frenesí que algunas veces ha deshonrado los avivamientos.
Establece con ello un principio profundo en sí mismo y de un inmenso alcance práctico, sobre el cual basa todas las instrucciones que da aquí, y sin el cual éstas no tendrían sentido posible, pues los cristianos de Corinto habrían podido objetar, como lo hacen todos los fanáticos, que el Espíritu les impulsaba así y que ellos no podían resistirle. Ahora bien: el apóstol enseña que jamás quiere Dios, por su Espíritu, destruir en el hombre ni la libertad, ni la responsabilidad, ni por consiguiente, la clara conciencia de la razón, para ponerle, en cierto modo, fuera de sí, pues entonces podría fácilmente ser el juguete de su imaginación, de sus pasiones, o aún de la potencia de las tinieblas, aunque diciéndose inspirado por Dios, y quizá creyéndolo de buena fe.
IV FUNCIONES MINISTERIALES DEL DON DE PROFECIA.
Se puede resumir lo antes visto diciendo que, según el Nuevo Testamento, por medio del don de profecía se ejercen dentro de la iglesia, las siguientes funciones ministeriales:
1º. Edificación (1ª Corintios 14:3-5,12,26).
2º Exhortación (1ª Corintios 14:3,31). Aquí conviene tener una palabra de explicación sobre lo que es la "exhortación" en el Nuevo Testamento.
Bíblicamente, el que exhorta, ruega, consuela, apela, urge. Es verdad que el que exhortaba en la iglesia primitiva era la persona que amonestaba y reprendía a los indisciplinados y desordenados, que sostenía los débiles y que consolaba a los penitentes, y aquellos que estaban bajo pesadez a causa de sus muchas tentaciones, pero nunca este don tiene la connotación negativa que frecuentemente se le ha dado como regaño o reprimenda. Esta palabra, propiamente, denota uno que urge a los deberes prácticos de la religión, en distinción a uno que enseña su doctrina. Uno que presenta las advertencias y las promesas de Dios para animar a los hombres en el desempeño de sus deberes.
El ministerio de la exhortación está orientado directamente hacia los creyentes. Cada vez que en el Nuevo Testamento se habla de la exhortación es en referencia a una amonestación a los cristianos para que vivan de acuerdo a la altura de la vocación cristiana.
3º. Consolación (paramuthían). Esta palabra significa: consolar, animar, estimular (1ª Corintios 14:3).
4º. Aprovechamiento (1ª Corintios 14:5-6).
5º. Convencimiento a los inconversos.
"Pero si todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será examinado."
(1ª CORINTIOS 14:24.)
6º. Reprensión (1ª Corintios 14:24).
7º. Enseñanza.
"Sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también a los demás, que diez mil palabras en una lengua." (1ª CORINTIOS 14:19.)
8º. Predicción de sucesos que han de acontecer (Hechos 11:27,28; 20:23,29,30; 21:10,11; 27:21-26; Romanos 11:25; 1ª Corintios 15:51-56; 1ª Tesalonicenses 4:13-17; 5:1-3; 2ª Tesalonicenses 2:3-10; 1ª Tito 4:1).
9º. Confirmación de los creyentes con abundancia de palabras.
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
V. CARACTERÍSTICAS DEL DON DE PROFECIA, SEGUN EL NUEVO TESTAMENTO.
1º. Es objetiva. Carece del subjetivismo que es típico del profetismo contemporáneo.
Posee funciones bien concretas, tales como: edificar, exhortar, consolar, traer provecho a la iglesia, convencer, juzgar, enseñar, predecir, confirmar, etc.
2º. Se concentra, preferentemente, en beneficios espirituales (ver lista anterior).
3º. Posee gravedad, esto es: seriedad, dignidad, compostura y circunspección (1ª Corintios 14:4). Carece de la frivolidad, futilidad y veleidad del profetismo contemporáneo.
4º. Cumple funciones evangelísticas y misioneras bien evidentes. (1ª Corintios 14:24,25).
5º. Cumple funciones instructivas (1ª Corintios 14:19 "para enseñar"; "para que todos aprendan", V.31).
6º. Posee una relación muy estrecha con: revelación, conocimiento y doctrina (1ª Corintios 14:6).
Cuando uno compara lo que el Nuevo Testamento enseña respecto al don de profecía con lo que uno observa en muchas iglesias, tiene que admitir que hay diferencias muy marcadas. Esto no significa que el don de profecía no es vigente en nuestros días, sino que se practica como tal algo sumamente cuestionable, por ejemplo:
1º. Mucho del profetismo que se observa en nuestros días está asociado con beneficios eminentemente materiales.
2º. La vida ostentosa de muchos que reclaman tener este don difiere de la vida sencilla de la cual nos habla el Nuevo Testamento.
3º. La vida espiritual de muchos que reclaman tener este don, es dudosa. Este no es un juicio irresponsable, sino emitido a la luz de lo que son sus vidas y ministerios.
4º. El profetismo contemporáneo carece de consecuencias permanentes, que no es la tónica del don de profecía novotestamentario. En nuestros días, una supuesta profecía que se da hoy, se olvida mañana.
5º. El profetismo contemporáneo carece de parámetros específicos como para decir con firme convicción "¡Es de Dios!" Son mensajes sumamente subjetivos que eluden, intencionalmente, las pruebas de laboratorio.
Conclusión. ¿Cuál es la respuesta para esta situación? ¡Volver al modelo bíblico de lo que es el don de profecía!
H. A.
1º. Se "habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación"
"En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación." (1ª CORINTIOS 14:3.)
2º. El que profetiza "edifica la iglesia"
"El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia." (1ª CORINTIOS 14:4.)
3º. Es de mayor provecho que quien habla en lenguas.
"Así que, yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más, que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación." (1ª CORINTIOS 14:5.)
4º. El apóstol deseaba sobre todas las cosas que los creyentes profetizaran.
"Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis.
Porque el que habla en una lengua no habla a los hombres sino a Dios; porque nadie le entiende, pues en espíritu habla misterios.
En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia.
Así que, yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más, que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación." (1ª CORINTIOS 14:1-5.)
5º. Porque así serían excelentes para la edificación de la iglesia.
"Así también vosotros; puesto que anheláis los dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la iglesia." (1ª CORINTIOS 14:12.)
6º. La profecía, como don inspirado por el Espíritu Santo, contiene un mensaje preferentemente para quienes ya son creyentes.
"Así resulta que las lenguas son señal, no para los creyentes, sino para los no creyentes; en cambio, la profecía no es para los no creyentes, sino para los creyentes."
(1ª CORINTIOS 14:22.)
7º. Pero también sirve para convencer y redargüir lo oculto del corazón inconverso, motivándolo a que se postre ante Dios en adoración, confesando haber tenido un encuentro con él.
"Pero si todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será examinado, y lo oculto de su corazón será revelado. Y de esta manera, postrándose sobre su rostro, adorará a Dios y declarará: "¡De veras, Dios está entre vosotros!" (1ª CORINTIOS 14:24,25.)
8º. Además de servir como medio de edificación, exhortación y consolación (1ª Corintios 14:3), trae reprensión y confesión (1ª Corintios 14:24,25.)
9º. Como también instrucción y exhortación.
"Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados." (1ª CORINTIOS 14:31.)
II LOS PROFETAS EN LA IGLESIA PRIMITIVA.
En la iglesia primitiva muchos poseyeron el don de profecía, ocupando así un lugar prominente en el Nuevo Testamento. Se habla de:
1º. Agabo como uno de los varios profetas que de Jerusalén fueron a Antioquía.
Este "daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada."
"En aquellos días descendieron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.
Y se levantó uno de ellos, que se llamaba Agabo, y dio a entender por el Espíritu que iba a ocurrir una gran hambre en toda la tierra habitada." (Esto sucedió en tiempos de Claudio.) (HECHOS 11:27,28.)
Este mismo Agabo le profetizó al apóstol Pablo, en Cesarea, lo que le acontecería en Jerusalén en manos de los gentiles.
"Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.
Al llegar a nosotros, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: --Esto dice el Espíritu Santo: "Al hombre a quien pertenece este cinto, lo atarán así los judíos en Jerusalén, y le entregarán en manos de los gentiles." (HECHOS 21:10,11.)
2º. De Judas y Silas se dice que eran profetas.
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
3º. Felipe el evangelista, uno de los primeros siete diáconos, tenía cuatro hijas que profetizaban.
"Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban."
(HECHOS 21:9.), y
4º. La iglesía de Antioquía contaba con profetas.
"Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, unos profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que había sido criado con el tetrarca Herodes, y Saulo." (HECHOS 13:1.)
5º. Según el apóstol Pablo, el plan de Dios de dar la salvación a los gentiles, se hizo conocer a través de los apóstoles y profetas en la dispensación de la gracia.
"En otras generaciones, no se dio a conocer este misterio a los hijos de los hombres, como ha sido revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu." (EFESIOS 3:5.)
6º. El mismo (Pablo), aunque no se llamaba a sí mismo un profeta - como se consideraba apóstol - sin embargo, ejercía funciones proféticas, por ejemplo:
a.) Anticipó prisiones y tribulaciones que le sobrevendrían.
"Salvo que el Espíritu Santo me da testimonio en una ciudad tras otra, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones." (HECHOS 20:23.)
b.) También anticipó la introducción en la iglesia de hombres perversos que trastornarían la iglesia de Efeso.
"Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán la vida al rebaño; y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos." (HECHOS 20:29,30.)
c.) Bajo el don de profecía anticipó la conversión de judíos, después que se haya cumplido la plenitud de los gentiles.
"Hermanos, para que no seáis sabios en vuestro propio parecer, no quiero que ignoréis este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles." (ROMANOS 11:25.)
d.) En 1ª Corintios 15:51-56 y 1ª Tesalonicenses 4:13-17 describe la transformación final de los creyentes, cuando Cristo venga.
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados.
Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad.
Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?
Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley." (1ª CORINTIOS 15:51-56.)
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los demás que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera Dios traerá por medio de Jesús, y con él, a los que han dormido.
Pues os decimos esto por palabra del Señor:
Nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que ya durmieron.
Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor." (1ª TESALONICENSES 4:13-17.)
e.) En su viaje a Roma, en carácter de prisionero, habló proféticamente anticipando que aunque la embarcación naufragaría dando contra una isla, sin embargo ninguno perecería y que él comparecería ante el César.
"Entonces, como hacía mucho que no comíamos, Pablo se puso de pie en medio de ellos y dijo: --Oh hombres, debíais haberme escuchado y no haber partido de Creta, para evitar este daño y pérdida.
Pero ahora os insto a tener buen ánimo, pues no se perderá la vida de ninguno de vosotros, sino solamente la nave.
Porque esta noche estuvo conmigo un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, y me dijo: "No temas, Pablo. Es necesario que comparezcas ante el César, y he aquí Dios te ha concedido todos los que navegan contigo."
Por tanto, oh hombres, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho.
Pero es necesario que demos en alguna isla."
(HECHOS 27:21-26.)
f.) Bajo el don de profecía previno los tiempos cuando muchos apostatarían de la fe.
"Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios."
(1ª TIMOTEO 4:1.)
g.) La forma del advenimiento del Señor.
"Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, hermanos, no tenéis necesidad de que os escriba.
Porque vosotros mismos sabéis perfectamente bien que el día del Señor vendrá como ladrón de noche.
Cuando digan: "Paz y seguridad", entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz; y de ninguna manera escaparán." (1ª TESALONICENSES 5:1-3.), y
h.) La manifestación del hombre de pecado.
"Nadie os engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición.
Este se opondrá y se alzará contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que mientras yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
Ahora sabéis qué lo detiene, a fin de que a su debido tiempo él sea revelado.
Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.
Y entonces será manifestado aquel inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su venida.
El advenimiento del inicuo es por operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de injusticia entre los que perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos."
(2ª TESALONICENSES 2:3-10.)
7. Aunque los profetas aparecen siempre inmediatamente después de los apóstoles.
"A unos puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de lenguas." (1ª CORINTIOS 12:28.)
"¿Qué, pues, es Apolos? ¿y qué es Pablo? Sólo siervos por medio de los cuales habéis creído; y a cada uno según el Señor le concedió." (1ª CORINTIOS 3:5.)
"Hasta la hora presente sufrimos hambre y sed, nos falta ropa, andamos heridos de golpes y sin dónde morar."
(1ª CORINTIOS 4:11.)
"Alégrate sobre ella, oh cielo, y vosotros santos y apóstoles y profetas. Porque Dios ha juzgado vuestra causa contra ella." (APOCALIPSIS 18:20.),
Sin embargo el don de profecía es presentado como el mayor de los dones.
"Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis." (1ª CORINTIOS 14:1.)
8. Aquellos que lo ejercían se dice que ocupaban un lugar principal en la iglesia.
"Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de entre ellos, a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, quienes eran hombres prominentes entre los hermanos." (HECHOS 15:22.)
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
III. REGULACIONES QUE APLICABAN A LOS PROFETAS DEL NUEVO TESTAMENTO.
Las siguientes regulaciones eran aplicadas de una manera muy particular a los profetas novotestamentarios:
1º. Los profetas podían hablar dos o tres, y los demás juzgaban.
"Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan." (1ª CORINTIOS 14:29.)
Nótese que el juzgar no era una afrenta contra el Espíritu Santo sino una obligación de la iglesia. En nuestros días se cree que es un pecado contra el Espíritu Santo juzgar lo que un profeta o pseudo-profeta dice. Son los profetas los que tienen que probarle al pueblo que lo que dicen proviene de Dios, y no el pueblo el que tiene que creer y hacer todo lo que los "profetas" digan.
2º. Si algo era revelado a otro que se encontraba sentado, el primero tenía que callar.
"Si algo es revelado a alguno que está sentado, que calle el primero." (1ª CORINTIOS 14:30.)
3º. Los profetas debían profetizar uno por uno.
"Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados." (1ª CORINTIOS 14:31.)
4º. Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.
"Además, los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas." (1ª CORINTIOS 14:32.)
Aquí conviene hacer una aclaración:
Pablo, en este versículo, está haciendo una afirmación, no dando una exhortación, como muchos creen. Nótese lo que dice: "y los espíritus de los profetas están (no "estén") sujetos a los profetas". No es un imperativo, sino una afirmación. En segundo lugar, "espíritu de los profetas" no se refiere, como algunos equivocadamente han propuesto, al Espíritu Santo que tienen los profetas, o a una influencia espiritual o don que los posea; tampoco se refiere al don de profecía que los profetas habían recibido: se refiere al espíritu humano.
Con estas palabras el apóstol establece el hecho de que los profetas nunca pierden el control de sus facultades, por lo tanto no pueden pretender que son inconscientes de lo que dicen o hacen.
Las inspiraciones mánticas, las posesiones violentas que arrojaban en contorsiones a las sibilas y a las sacerdotisas -los labios espumosos, los cabellos estirados y los ojos brillantes-, no tienen lugar en la dignidad auto-controlable de la inspiración cristiana... la genuina inspiración en la era cristiana nunca anula la conciencia de uno mismo ni sojuzga la razón; detesta la histeria y la simulación, como el frenesí que algunas veces ha deshonrado los avivamientos.
Establece con ello un principio profundo en sí mismo y de un inmenso alcance práctico, sobre el cual basa todas las instrucciones que da aquí, y sin el cual éstas no tendrían sentido posible, pues los cristianos de Corinto habrían podido objetar, como lo hacen todos los fanáticos, que el Espíritu les impulsaba así y que ellos no podían resistirle. Ahora bien: el apóstol enseña que jamás quiere Dios, por su Espíritu, destruir en el hombre ni la libertad, ni la responsabilidad, ni por consiguiente, la clara conciencia de la razón, para ponerle, en cierto modo, fuera de sí, pues entonces podría fácilmente ser el juguete de su imaginación, de sus pasiones, o aún de la potencia de las tinieblas, aunque diciéndose inspirado por Dios, y quizá creyéndolo de buena fe.
IV FUNCIONES MINISTERIALES DEL DON DE PROFECIA.
Se puede resumir lo antes visto diciendo que, según el Nuevo Testamento, por medio del don de profecía se ejercen dentro de la iglesia, las siguientes funciones ministeriales:
1º. Edificación (1ª Corintios 14:3-5,12,26).
2º Exhortación (1ª Corintios 14:3,31). Aquí conviene tener una palabra de explicación sobre lo que es la "exhortación" en el Nuevo Testamento.
Bíblicamente, el que exhorta, ruega, consuela, apela, urge. Es verdad que el que exhortaba en la iglesia primitiva era la persona que amonestaba y reprendía a los indisciplinados y desordenados, que sostenía los débiles y que consolaba a los penitentes, y aquellos que estaban bajo pesadez a causa de sus muchas tentaciones, pero nunca este don tiene la connotación negativa que frecuentemente se le ha dado como regaño o reprimenda. Esta palabra, propiamente, denota uno que urge a los deberes prácticos de la religión, en distinción a uno que enseña su doctrina. Uno que presenta las advertencias y las promesas de Dios para animar a los hombres en el desempeño de sus deberes.
El ministerio de la exhortación está orientado directamente hacia los creyentes. Cada vez que en el Nuevo Testamento se habla de la exhortación es en referencia a una amonestación a los cristianos para que vivan de acuerdo a la altura de la vocación cristiana.
3º. Consolación (paramuthían). Esta palabra significa: consolar, animar, estimular (1ª Corintios 14:3).
4º. Aprovechamiento (1ª Corintios 14:5-6).
5º. Convencimiento a los inconversos.
"Pero si todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será examinado."
(1ª CORINTIOS 14:24.)
6º. Reprensión (1ª Corintios 14:24).
7º. Enseñanza.
"Sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también a los demás, que diez mil palabras en una lengua." (1ª CORINTIOS 14:19.)
8º. Predicción de sucesos que han de acontecer (Hechos 11:27,28; 20:23,29,30; 21:10,11; 27:21-26; Romanos 11:25; 1ª Corintios 15:51-56; 1ª Tesalonicenses 4:13-17; 5:1-3; 2ª Tesalonicenses 2:3-10; 1ª Tito 4:1).
9º. Confirmación de los creyentes con abundancia de palabras.
"Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron." (HECHOS 15:32.)
V. CARACTERÍSTICAS DEL DON DE PROFECIA, SEGUN EL NUEVO TESTAMENTO.
1º. Es objetiva. Carece del subjetivismo que es típico del profetismo contemporáneo.
Posee funciones bien concretas, tales como: edificar, exhortar, consolar, traer provecho a la iglesia, convencer, juzgar, enseñar, predecir, confirmar, etc.
2º. Se concentra, preferentemente, en beneficios espirituales (ver lista anterior).
3º. Posee gravedad, esto es: seriedad, dignidad, compostura y circunspección (1ª Corintios 14:4). Carece de la frivolidad, futilidad y veleidad del profetismo contemporáneo.
4º. Cumple funciones evangelísticas y misioneras bien evidentes. (1ª Corintios 14:24,25).
5º. Cumple funciones instructivas (1ª Corintios 14:19 "para enseñar"; "para que todos aprendan", V.31).
6º. Posee una relación muy estrecha con: revelación, conocimiento y doctrina (1ª Corintios 14:6).
Cuando uno compara lo que el Nuevo Testamento enseña respecto al don de profecía con lo que uno observa en muchas iglesias, tiene que admitir que hay diferencias muy marcadas. Esto no significa que el don de profecía no es vigente en nuestros días, sino que se practica como tal algo sumamente cuestionable, por ejemplo:
1º. Mucho del profetismo que se observa en nuestros días está asociado con beneficios eminentemente materiales.
2º. La vida ostentosa de muchos que reclaman tener este don difiere de la vida sencilla de la cual nos habla el Nuevo Testamento.
3º. La vida espiritual de muchos que reclaman tener este don, es dudosa. Este no es un juicio irresponsable, sino emitido a la luz de lo que son sus vidas y ministerios.
4º. El profetismo contemporáneo carece de consecuencias permanentes, que no es la tónica del don de profecía novotestamentario. En nuestros días, una supuesta profecía que se da hoy, se olvida mañana.
5º. El profetismo contemporáneo carece de parámetros específicos como para decir con firme convicción "¡Es de Dios!" Son mensajes sumamente subjetivos que eluden, intencionalmente, las pruebas de laboratorio.
Conclusión. ¿Cuál es la respuesta para esta situación? ¡Volver al modelo bíblico de lo que es el don de profecía!
H. A.