AQUÍ TIENES UN COMENTARIO DEL CAPITULO 4 DE TIMOTEO

(Y PARTE DEL 3) CON SU POSTERIOR DESARROLLO.

ESPERO QUE TE SEA DE BENDICION.
1 Tm 3.16 - 4.

1. La apostasía.

1.a. El misterio de la piedad. (v.16)

1.b. El misterio de la impiedad y los últimos tiempos.(1)

Agentes Espíritus engañadores y demonios.

Mentirosos con la conciencia cauterizada. (2)

Doctrinas - Prohibición de casarse.(3)

- Abstención de alimentos.

Su refutación. - Todo lo que Dios creó es bueno. (4).

- La Palabra de Dios lo legitimiza y la oración de gratitud (5).

La actitud del ministro.

- No esconder la sana doctrina y refutar la falsa enseñanza. (6).

2. La piedad.

2.a. Sus opuestos son las fábulas profanas y de viejas (7).

2.b. La necesidad de ejercitarse en ella (8)

- El poco valor relativo del ejercicio físico.

Beneficios - Aprovecha para todo.

- Hay promesas para esta vida y la eternidad.

2.c. El ejemplo de los apóstoles (9, 10)

- Su trabajo y esfuerzo.

- Su esperanza en Dios.

3. Consejos para Timoteo.

- Enseñar con autoridad (11).

- Que no sea tenido en poco por ser joven sino que sea ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (10).

- Estudiar, predicar y exhortar (13).

Avivar ese don (14).

Estar intensamente involucrado desempeñando el don (15).

- Cuidado de la doctrina y de sí mismo (16).

Comentarios.

1. La apostasía.

1.a. El misterio de la piedad. (v.16)

Creo que el orden lógico del capítulo 4 comienza en este versículo 16 del cap. 3. El misterio de la piedad es la enseñanza central del evangelio, la Encarnación del Hijo de Dios (sin duda un misterio), su muerte expiatoria, su resurrección corporal y su ascensión. Podemos apartarnos de este misterio de dos maneras: 1) Por predicar algo extraño, distinto y herético, algo que no aparece en la Escritura o 2) Por poner énfasis en otras enseñanzas de la Biblia (lenguas, sanidad, profecía etc.) bien desatendiendo los aspectos principales, o bien prestando una atención desmedida que nos aparta de Cristo. He visto cristianos que están tan obsesionados con la profecía que están dejando cosas más importantes. El engaño del diablo no viene de frente, comienza por algo bueno y va seduciendo hacia cosas más peligrosas. La actitud que tenemos que tomar a la hora de estudiar la Palabra de Dios es fijarnos en Cristo, ver cómo esa verdad, ese texto enlaza con la persona Bendita de nuestro Salvador, y buscar la manera en la que podamos conocerle mejor para adorarle más y servirle más. En Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento, todo aquel que busca “algo más” se extravía y no persevera en lo principal, se retira de la vid verdadera.

1.b. El misterio de la impiedad y los últimos tiempos. (1)

La obra de Satanás actúa como la cizaña, se mezcla con el trigo verdadero, creando la confusión y buscando traer a los verdaderos creyentes al error. Esta obra comienza temprano, desde los primeros siglos pero en los últimos tiempos alcanza su apogeo. La apostasía ya ha comenzado, y muchos anticristos se han levantado (1 Jn 2.18), pero la Biblia habla del misterio de iniquidad y este se refiere a la manifestación del anticristo (2 Ts 2.7). Si el misterio de la piedad es la encarnación de Dios, el misterio de la iniquidad es la encarnación del dragón, de Satanás, el inicuo al cual el Señor Jesús matará con la espada de su boca y destruirá con el resplandor de Su venida.

Lo que debemos hacer no es vivir pensando en que todo esto ocurrirá en los últimos tiempos, sino que la levadura de la maldad ya está empezando a actuar con mayor o menor fuerza, y que la Biblia nos llama a velar y orar, a cuidar de nosotros mismos y de la doctrina. Debemos prestar más atención a las cosas que hemos oído no sea que nos deslicemos (He 2.1), estudiar con diligencia la Palabra para que no durmamos ni seamos engañados, andar en luz, y exponer la obra de las tinieblas. Esto exige valor, exponernos a ser avergonzados, y también sabiduría para amonestar con amor a los hermanos que están dejándose deslumbrar por la falsa enseñanza.

Agentes Espíritus engañadores y demonios.

Si el Espíritu Santo es nuestro maestro que nos guía a toda la verdad (Jn 14.6) los demonios de Satanás son los antagonistas al Espíritu Santo, son los espíritus inmundos que siembran las doctrinas del error. Si vas al Kiosco y miras las revistas de temas esotéricos, Más allá, Año cero y otras similares, puede que pienses que estas revistas son invención humana, nada más lejos de la realidad: son espíritus engañadores quienes se mueven tras bastidores. Además, son los mismo errores de antaño, las mismas herejías. Los gnósticos de los primeros siglos vuelven a surgir en la iglesia con distinta cara, pero las doctrinas son las mismas. Cuidado con juguetear con el mundo de Satanás, dejemos de prestar oídos a las enseñanzas que nos hacen divagar de las razones de sabiduría.

Mentirosos con la conciencia cauterizada. (2)

Si bien no todas las doctrinas son obra de Satanás, él también actúa por personas mentirosas, hipócritas y con la conciencia chamuscada. Son hipócritas porque fingen ser cristianos piadosos, los ves indignarse como si estuvieran peleando por la verdadera doctrina, son mentirosos porque propagan la mentira y en muchos casos ellos saben que mienten, y tienen la conciencia cauterizada, no siente dolor ni remordimiento ante sus mentiras y teatros.

Doctrinas - Prohibición de casarse. (3)

- Abstención de alimentos. Es curioso que la Iglesia de Roma haya predicado estas doctrinas: la abstención de determinados alimentos en cuaresma y el voto de castidad para sacerdotes y religiosos/as. ¿Porque son doctrinas de demonios?, en principio parecen cosas muy santas y piadosas, pero no tienen ningún poder para sujetar la carne (las inclinaciones a la lujuria, pecado, etc.) al contrario ESTAS PRACTICAS LAS INCREMENTAN, son conocidos los excesos a los que conducen estas doctrinas de demonios, los carnavales (tras la cuaresma), o el abuso de niños por sacerdotes, o la fornicación en los conventos.

El matrimonio es algo bueno, lícito y bendecido por el Señor cuando se hace según su plan. Los alimentos son declarados por Dios como limpios. Esto lo sabe el diablo, así que cosas que son buenas y santas nos quiere hacer ver que son malas. El sexo: tradicionalmente se nos ha hecho ver que es algo sucio, y los falsos cristianos, los lobos vestidos con piel de oveja han predicado cosas como que el Domingo había que abstenerse del sexo porque Jesús resucitó en Domingo, el Viernes porque murió en Viernes, el Miércoles porque fue entregado el Miércoles, el Sábado porque estaba en la tumba, y el Jueves porque estaba padeciendo y siendo juzgado, ¡de modo que solo tenemos los lunes y martes!, esto es enseñanza de demonios, y tan solo trae desazón: “porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató” (Rm 7.11). La Biblia dice que “tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo: pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Col 2.23).

No podemos aspirar a una verdadera espiritualidad simplemente por el mero hecho de privarnos de cosas (cosas lícitas o ilícitas), para crecer en santidad delante del Señor y vencer al pecado tenemos que:

1. Asirnos a Cristo (Col 2.19).

2. Renovar nuestro entendimiento con la Palabra de Dios (Rm 12.2).

3. Meditar en Dios y conocerle mejor (2 Co 3.18).

4. Crucificar la carne así como andar y vivir por el Espíritu (Gal 5.24-25).

Su refutación. - Todo lo que Dios creó es bueno. (4).

- La Palabra de Dios lo legitimiza y la oración de gratitud (5).

Lo fácil es pensar que lo malo es algo que está fuera de nosotros y no que está en nuestra carne (Rm 7.18), quien piensa así reduce la santidad a determinadas normas. El corazón es el rey, de allí brotan los malos deseos, debemos mirar a nuestro corazón, cuales son los afectos de nuestro corazón, sus apegos, despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia y correr poniendo la vista fija en Jesús. La falsa doctrina de la salvación por obras hace creer a las personas que el pecado es algo que se encuentra en el exterior, de modo que privándonos de ciertas cosas alcanzaremos mayor santidad. Lejos de eso la Palabra de Dios enseña que todo es limpio: “Lo que Dios limpió no lo llames tú común” (Hch10.15) se le dijo a Pedro, y dice Tit 1.15 “Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas”.

Aquel que intenta hacer someter al creyentes a preceptos tales como “no manejes, ni gustes, ni aun toques” (Col 2.21) no han perseverado en la doctrina de Cristo, adventistas, testigos de Jehová, etc... que quieren que los cristianos vuelvan ha estar bajo la ley se equivocan y deberían de leer Romanos y estudiarla con cuidado.

La actitud del ministro.

- No esconder la sana doctrina y refutar la falsa enseñanza. (6).

La actitud del que predica debe ser clara. Muchos, por un respeto mal entendido han preferido callar. La Palabra de Dios no nos anima a tales actitudes. El error debe ser expuesto, el hombre que cause divisiones después de una y otra amonestación debe ser desechado. Muchas congregaciones han sido minadas por el enemigo por culpa de pastores miedosos que temían condenar el error al no darle importancia. Lo que se insta a Timoteo es a predicar la Palabra (¡y solo la Palabra!) y todo lo que está de acuerdo a la SANA doctrina. Es necesario valor, celo por Dios, es necesario arrojo y un corazón que no tema al hombre ni lo que le puede hacer el hombre, gran humildad y confianza en Dios.

2. La piedad.

2.a. Sus opuestos son las fábulas profanas y de viejas (7).

¿Es posible que la Iglesia del Dios vivo, aquella que ha sido alimentada con la leche pura de la Palabra de Dios se vuelva a las fábulas?. Es bien posible. El púlpito está lleno de historias que se usan para entretener, supuestos milagros y sanidades que solo buscan provocar el asombro de los creyentes (y tal vez su dinero). Satanás ha decidido sembrar cizaña en medio del trigo (los verdaderos hijos de Dios). Dios tiene Su inefable Palabra, Satanás tiene sus fábulas, Dios tiene sus ministros, Satanás sus falsos maestros.

Ocurre que muchos creyentes por descuido de la Palabra de Dios (entretenimientos mundanos y pereza) han perdido su sano apetito, y han abierto sus oídos a estos falsos maestros, ellos creen que con sus enseñanzas engañosas que distraen el oído e inflan la carne están “cumpliendo”, están en el camino correcto que agrada a Dios, el camino del crecimiento espiritual. Pablo no tiene pelos en la lengua: son fábulas profanas (irreverentes) y de viejas. Creyente: deja de prestar atención a las enseñanzas que te hacen divagar del camino de la sabiduría. Desea como un niño recién nacido la leche espiritual de la Palabra de Dios, sacrifica tu tiempo y gustos y dale las primicias a Dios. Hay una advertencia más: esta vana palabrería conducirá MAS Y MÁS a la impiedad, esa palabra carcomerá como gangrena, ¡no seas tú de aquellos que escuchen las terribles palabras de Cristo: “Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de iniquidad”!.

2.b. La necesidad de ejercitarse en ella (8)

- El poco valor relativo del ejercicio físico.

Beneficios - Aprovecha para todo.

- Hay promesas para esta vida y la eternidad.

Analicemos ahora el valor de la piedad. Podemos entender piedad como devoción a Dios. Piedad es la vida de Dios en el creyente, una vida separada del mundo y unida a Cristo.

Primero: la piedad no es algo fácil, implica renuncia, renuncia a uno mismo, al yo, a la carne. La piedad es el afecto que nos une a Dios y nos mueve a decir “con Cristo estoy juntamente crucificado” pero también “Cristo vive en mí”. Cada día es una batalla, Dios está de nuestro lado, o mejor dicho, nosotros estamos del lado de Dios. Cada pequeño paso en favor de la obediencia a Dios es una victoria, y este ejercicio diario de piedad se compone de pequeños pasos, pequeñas victorias, porque como dice la Escritura, el que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho. ¿Quieres conocer a un cristiano piadoso?, probablemente no lo veas dando su vida en la hoguera como mártir (aunque gustoso la daría si llegara el momento) sino que lo verás apartando un tiempo cada mañana para estar con su Señor. Lo verás ocupándose de sus negocios con limpia conciencia, limpio en sus palabras, justo en sus hechos, sobrio en su manera de vivir y amante hacia todos. Ese es alguien que enfrenta cada decisión que ha de tomar con un “hágase Tu voluntad” y “el hacer Tu voluntad, Dios mío, me ha agradado”.

En comparación con el ejercicio físico la vida de piedad tiene un valor incalculable. Lo que Pablo está diciendo aquí no es que haya que huirle al ejercicio físico, que nos convirtamos en perezosos y obesos indolentes, sino que los únicos y limitados beneficios del ejercicio físico se encierran en los pocos años que dura esta vida, mientras que la piedad tiene promesas no solo en esta vida, sino en la venidera. Aquel que hace de su hobbie por el deporte, volcándose en él y dejando absorberse por él, está perdiendo las bendiciones temporales y eternas de la vida de piedad.

¿Cuales son las bendiciones temporales?. En primerísimo lugar está el deleite en hacer la voluntad de Dios. Este es el gozo del creyente: el rostro sonriente de su Padre en los cielos. “Mi comida- dijo Jesús- es hacer la voluntad del que me envió”. Es un gozo servir a Dios, aun el más pequeño servicio que podamos hacer nos llena de satisfacción, el Espíritu Santo nos llena, y nuestra conciencia recibe el susurro del Consolador diciendo: “bien hecho”.

¿Cuales son las bendiciones eternas?. No puedo entrar mucho en este tema, pero no me cabe la menor duda de que las hay. 2 Pe 1.10-11 dice que “haciendo estas cosas... os será otorgada amplia y generosa entrada en el Reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. El disfrute de la eternidad depende mucho de nuestro grado de fidelidad aquí. Recomiendo encarecidamente la lectura del libro Piensa en tu futuro de Guillermo McDonald. La doctrina de los grados de gloria es tan bíblica como la doctrina de los grados de sufrimiento en el infierno. A unos se les darán mayores responsabilidades que a otros en la administración del Reino de Dios, siempre dependiendo de lo que hayan hecho con el uso de sus talentos.

2.c. El ejemplo de los apóstoles (9, 10)

- Su trabajo y esfuerzo.

- Su esperanza en Dios.

Hermanos, es justo que recordemos el ejemplo de los apóstoles del Señor Jesucristo, sobre todo en esta cristiandad apóstata que alaba a los nuevos “ejecutivos evangélicos” grandes predicadores de maletín, opulentos en su modo de vivir, negando al Señor que los rescató y trayendo para sí mismo destrucción repentina, que son causa de que el camino de la verdad sea difamado (leer 2 Pe 2 y Judas).

La vida de los apóstoles no fue una vida de grandes conferencias misioneras y grandes fondos a su disposición. Su trabajo fue a nivel personal, con las iglesias, alentando, exhortando, trabajando y estando muy cerca de los creyentes “de a pie” (si se me permite esta expresión), en ningún caso detrás de un púlpito lejano, sino que los puedes ver partiendo el pan por las casas, visitando a los miembros, conociéndolos uno a uno. Los verás trabajando con sus manos (como Pablo que tuvo que trabajar con sus manos para sostenerse) pasando privaciones y desprecios. ¡Pero estos son los hombres de Dios!, hombres con la camisa arremangada y en primerísima línea de combate. Quiera Dios en su misericordia que nosotros, hombres y mujeres, seamos imitadores de estos que por la fe vivieron y murieron así “considerad cual haya sido el resultado de su conducta- esto es meditad en ella- e imitad su FE” (Heb 13.7) No una fe de palabra sino una fe que les impelía a vivir como vivieron.

El secreto de vidas así reside en el v.10, en su esperanza en el Dios viviente. Ellos están conscientes de que Dios es real. El Dios viviente. Y es el Dios viviente Quien los llena de vida, quien anima su ministerio y les da fuerzas para luchar. El otro aspecto de su esperanza es en el Dios Salvador (¡Jesús mismo!). Y no como dicen algunos que es el Salvador de unos pocos, sino el Salvador de todos, y especialmente de los que creen. La realidad y la vida de Dios, así como su misericordioso plan de Salvación.

3. Consejos para Timoteo.

- Enseñar con autoridad (11).

Es muy distinto ser un déspota y un tirano como Diotrefes, a predicar la Palabra de Dios. La iglesia tenía ciertos problemas, algunos se estaban volviendo a las fábulas, Himeneo y Alejandro introducían falsas doctrinas y otros hacían un mal uso de la ley. ¿Qué había que hacer?, ¡enseñar con autoridad!. Es curioso que los falsos maestros enseñen con tanta autoridad (que sin duda no viene de Dios sino del príncipe rebelde), indignándose cuando voces de sana doctrina se levantan. Yo he visto eso. He leído literatura de carismáticos y grupos que toman banderas de falsas creencias hacer mucho ruido y “rasgarse las vestiduras”, y también he visto a creyentes balbucear tímidamente ante estos atropellos a la Palabra de Dios, para no molestar a nadie y en un falso amor a la paz y a una supuesta unidad de la que no habla la Biblia.

- Que no sea tenido en poco por ser joven sino que sea ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (10).

Ser joven no es un impedimento para servir al Señor. ¡Al contrario!, los jóvenes cristianos no deben ser despreciados por el hecho de ser jóvenes, sino que deben ser ejemplo en todo: en palabra: sabiendo usar con sabiduría sus palabras, para edificar y animar a los hermanos, y nunca en conversaciones ociosas. En conducta: Viviendo de forma irreprochable, dando un fiel testimonio a otros jóvenes y a la iglesia. En amor: ¡qué bueno es ver a los hermanos jóvenes prestar servicio en la iglesia!, de hecho ellos son uno de los motores más importantes, verlos en las campañas trabajar duro, en la limpieza del local, en sus reuniones, verlos evangelizar en la calle, ayudar a personas mayores y que los jóvenes varones compartan en nuestras reuniones (¡claro que sí!) es una bendición. En espíritu, fe y pureza: Son muchas las tentaciones que tienen que enfrentar en un mundo cada vez más depravado, y para quien no hay el más mínimo temor de llamar al pecado algo normal, una vida limpia a los ojos de Dios y a los ojos de los hombres. Un fuego vivo que los consuma de celo por Dios (¡qué gozo ver jóvenes así en las iglesias!), hambre y sed de Dios y pureza en el trato con los sexos opuestos, estableciendo sólidos lazos espirituales de hermandad y amistad puestos a los pies de Jesús.

- Estudiar, predicar y exhortar (13).

Avivar ese don (14).

Estar intensamente involucrado desempeñando el don (15).

Timoteo tenía mucho trabajo por delante, en la primera parte (versículos 3.16- 4.1-10) Pablo da instrucciones acerca de su comportamiento en la iglesia, en esta segunda parte (versículos 11-16) da instrucciones acerca del cuidado de sí mismo.

Al siervo de Dios le puede ocurrir lo que a la sulamita del Cantar de los Cantares, que cuidando la viña de otros, descuidó la suya propia. ¡Hay algunos hermanos que solo estudian para las predicaciones, pero ya no tienen un estudio personal!. Que nadie se asuste, es más normal de lo que parece, y yo mismo he llegado a caer en esa red, hubo una época en la que tenía que predicar cuatro veces por semana, eso me desgastó y abandoné el estudio personal, me volqué en las necesidades de la congregación y descuidé las mías propias en mi perjuicio.

La exhortación a la lectura comúnmente la hemos entendido como la exhortación a la lectura pública de las Escrituras (una buena práctica de la Iglesia al principio), personalmente creo que es así, aunque no niego que pueda ser un estímulo de Pablo a la lectura personal (a la auto instrucción de Timoteo y a su preparación). Juan Wesley dijo que todo cristiano debía de pasar al menos cuatro horas con la Palabra, y los predicadores un poco más.

El v. 13 hace hincapié en el desarrollo del don de Timoteo por medio de estar activamente empeñado en estas labores pastorales. Hoy muchas personas codician (en el mal término de la palabra) el pastorado (precisamente por los malos ejemplos que hemos visto), pero lo que ignoran es cuanto trabajo deben desempeñar, cuantos esfuerzos y cuantas horas y horas de dedicación. No es exagerado que un anciano-pastor fiel es un hombre sumamente ocupado. Muchos devotos de la doctrina de los nicolaitas tan solo desean la altura del púlpito y no el esfuerzo y desgaste que sufre el siervo de Dios. Aquí el llamado es a entrar en los campos del Señor y trabajar duro.

En cuanto a la imposición de manos del presbiterio se refiere a la encomendación de Timoteo, quien además fue respaldada por una profecía que se dio respecto a él.

- Cuidado de la doctrina y de sí mismo (16).

Interesante exhortación. A veces es usada por los carismáticos el arma arrojadiza de la calumnia sobre los que “solo están interesados en la doctrina fría y muerta”, el antiguo profesor de A.T. en el seminario teológico de Dallas en su libro acerca de cómo se convirtió a las doctrinas erróneas del carismatismo cuenta de casos de estudiantes intensamente ortodoxos en cuanto a doctrina, pero habituales consumidores de pornografía, o adúlteros. En primer lugar, ni una cosa ni otra, esto nunca se puede usar como argumento contra la sana doctrina. La Biblia dice: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad” (Pr 3.3). ¿Qué es más importante, la misericordia o la verdad?, esa pregunta es absurda, es como preguntar ¿cual de las dos alas de un avión es la más importante, la izquierda o la derecha?, ¡las dos son importantes!, ¿no creen?.

Pablo anima a Timoteo a tener un cuidado sano de sí mismo, de su vida delante del Señor, es un llamado a ser vigilante, a orar y perseverar fiel, a vivir en santidad y amor, pero también a cuidar por tener una doctrina sana, de no caer en el error ni hacer que otros caigan en el error.
Este web está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.