¿Que es madurez? ¿Cuales son sus características? ¿Cuándo podemos decir que la hemos logrado?
Comprendemos mejor lo que es la madurez por medio de un análisis de sus categorías y características.
Categorías de Madurez:
1. Madurez Emocional. Es la capacidad de entender y evaluar los sentimientos y la información que el individuo recibió durante su niñez. La falta de esta madurez se ve en una dependencia exagerada en los padres, de no poder tomar decisiones propias o de hacer “pucheritos” si no puede hacer lo que quiere.
2. Madurez Intelectual. Esto no depende de los diplomas colocados en la pared. Se ve en la persona que puede sostener una conversación sobre temas significativos. Esta capacidad es demostrada por un interés o curiosidad sobre nuevas cosas e ideas.
3. Madurez física. Se refiere al desarrollo del cuerpo y la coordinación de los músculos grandes y pequeños. Pero incluye la actitud sana en cuanto al cuerpo, el cual es el siervo de la personalidad y no el amo. Una persona “adulta” que siempre admira su físico ante un espejo esta manifestando su inmadurez física y emocional.
4. Madurez Espiritual. Se observa esta madurez por medio de las buenas relaciones entre el individuo y otras personas: y entre él y Dios. Este fue el punto principal de la enseñanza de Jesús: que la primera prioridad de la persona debe ser la de amar absolutamente a Dios, y luego a otras personas en la misma manera en que se ame a sí misma. Se evidencia en una fe creciente y una vida de servicio.
Quizás existan otras categorías de madurez, pero por el momento nos limitaremos a estas. Consideremos, ahora algunas características del proceso que llamamos madurez.
Características de Madurez
Estas características son evidentes por las actitudes correctas en cuanto a nuestras relaciones interpersonales.
1. Nuestra actitud hacia nosotros mismos. Todos hemos visto a los niños que son simultáneamente egocéntricos y dependientes. Miran a otras personas como su fuente de recursos. Quieren tener toda la atención de los demás y guardar todas sus posesiones para sí. No aceptan la responsabilidad de sus propios errores.
Aunque todos nos veamos afectados, en algún grado, por esta característica egocéntrica, la persona madura confronta la naturaleza egoísta y lucha por superarla.
La persona madura controla su propia conducta. Esta dispuesta a sacrificar algún bien presente para poder lograr algo mejor en el futuro, sus acciones son motivadas mas por principios y compromisos que por obtener placer y evitar el dolor.
2. Nuestra actitud hacia otros. En el proceso de madurez la persona cambia del egocentrismo al altruismo, de pensar primero en si misma, a considerar a otros también. Desarrollar la capacidad de establecer amistades y amar auténticamente; de poder interesarse por otras personas, no tanto por lo que puede recibir de ellas, como de poder contribuir para su bien.
Sin embargo, uno puede formar buenas relaciones con otros solamente cuando ha logrado una buena relación con uno mismo.
3. Nuestra actitud hacia Dios. El establecer una relación correcta con Dios de reconocerlo como Señor, Amo y Dueño absoluto. Es reconocer que nuestras oraciones no son para informar a Dios de nuestras necesidades y reclamar que Él nos obedezca (como sí fuera un genio). Es reconocer que Él nos da madurez como una faceta de lo que llamamos “Santificación”. En otras palabras, la madurez no es un blanco al cual podamos apuntar, sino que es el resultado de un andar constante con Dios como Señor.
En el camino hacia la madurez, ¿en cual etapa esta usted?. Es un proceso que abarca toda la vida. Sigamos todos hacia adelante en el crecimiento de nuestra madurez.
MADUREZ EMOCIONAL
La persona madura es la que a desarrollado ciertas actitudes en relación consiguen misma y con su medio ambiente, que le permite elevarse sobre las “niñerías” de pensamiento y conducta.
He aquí algunas de las características de la persona que ha alcanzado madurez emocional.
1) Acepta las criticas con agradecimiento, pues sinceramente se alegra de que le den esas oportunidades de mejorarse.
2) No se compadece a sí mismo. Ha comenzado a sentir como las leyes de compensación trabajan en todos los aspectos de la vida.
3) No espera recibir consideraciones especiales de ninguna persona.
4) Controla su mal genio
5) Se enfrenta a las emergencias con serenidad.
6) No siente lastimada su vanidad fácilmente
7) Acepta la responsabilidad de sus propios actos sin intentar presentar excusas.
8) Ha dejado atrás la etapa “todo o nada”. Reconoce que ninguna persona o situación es en sí completamente buena, ni completamente mala.
9) No se impacienta por los retrasos razonables. Ha aprendido que él no es el arbitro del universo y que con frecuencia debe acomodarse a la conveniencia de otras personas y a sus particulares.
10) Sabe perder. Puede aceptar la derrota y la decepción sin lamentaciones ni quejas.
11) No se preocupa exageradamente por aquellas cosas que no puede remediar.
12) No acostumbra aparentar mas de lo que es, ni ser jactancioso.
13) Se alegra sinceramente del éxito y buena fortuna de que gozan otras personas. Ha superado la etapa de la envidia y los celos.
14) Tiene una actitud mental receptiva y amplia que le permite escuchar con respeto y interés las opiniones de otras personas.
15) No esta continuamente buscando errores y defectos en los demás.
16) Planea las cosas importantes por adelantado, en vez de confiarlas a la inspiración del momento.
Finalmente... tiene la fe en la existencia de un poder Supremo sobrenatural.
Se siente parte integral de la humanidad en general, y quiere hacer la contribución que le corresponde a todos los grupos de los cuales forma parte.
Obedece los dictados esenciales de la “Regla de Oro” en sus diversas manifestaciones. “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”.
Enviado por: Victor Mendoza
Categorías de Madurez:
1. Madurez Emocional. Es la capacidad de entender y evaluar los sentimientos y la información que el individuo recibió durante su niñez. La falta de esta madurez se ve en una dependencia exagerada en los padres, de no poder tomar decisiones propias o de hacer “pucheritos” si no puede hacer lo que quiere.
2. Madurez Intelectual. Esto no depende de los diplomas colocados en la pared. Se ve en la persona que puede sostener una conversación sobre temas significativos. Esta capacidad es demostrada por un interés o curiosidad sobre nuevas cosas e ideas.
3. Madurez física. Se refiere al desarrollo del cuerpo y la coordinación de los músculos grandes y pequeños. Pero incluye la actitud sana en cuanto al cuerpo, el cual es el siervo de la personalidad y no el amo. Una persona “adulta” que siempre admira su físico ante un espejo esta manifestando su inmadurez física y emocional.
4. Madurez Espiritual. Se observa esta madurez por medio de las buenas relaciones entre el individuo y otras personas: y entre él y Dios. Este fue el punto principal de la enseñanza de Jesús: que la primera prioridad de la persona debe ser la de amar absolutamente a Dios, y luego a otras personas en la misma manera en que se ame a sí misma. Se evidencia en una fe creciente y una vida de servicio.
Quizás existan otras categorías de madurez, pero por el momento nos limitaremos a estas. Consideremos, ahora algunas características del proceso que llamamos madurez.
Características de Madurez
Estas características son evidentes por las actitudes correctas en cuanto a nuestras relaciones interpersonales.
1. Nuestra actitud hacia nosotros mismos. Todos hemos visto a los niños que son simultáneamente egocéntricos y dependientes. Miran a otras personas como su fuente de recursos. Quieren tener toda la atención de los demás y guardar todas sus posesiones para sí. No aceptan la responsabilidad de sus propios errores.
Aunque todos nos veamos afectados, en algún grado, por esta característica egocéntrica, la persona madura confronta la naturaleza egoísta y lucha por superarla.
La persona madura controla su propia conducta. Esta dispuesta a sacrificar algún bien presente para poder lograr algo mejor en el futuro, sus acciones son motivadas mas por principios y compromisos que por obtener placer y evitar el dolor.
2. Nuestra actitud hacia otros. En el proceso de madurez la persona cambia del egocentrismo al altruismo, de pensar primero en si misma, a considerar a otros también. Desarrollar la capacidad de establecer amistades y amar auténticamente; de poder interesarse por otras personas, no tanto por lo que puede recibir de ellas, como de poder contribuir para su bien.
Sin embargo, uno puede formar buenas relaciones con otros solamente cuando ha logrado una buena relación con uno mismo.
3. Nuestra actitud hacia Dios. El establecer una relación correcta con Dios de reconocerlo como Señor, Amo y Dueño absoluto. Es reconocer que nuestras oraciones no son para informar a Dios de nuestras necesidades y reclamar que Él nos obedezca (como sí fuera un genio). Es reconocer que Él nos da madurez como una faceta de lo que llamamos “Santificación”. En otras palabras, la madurez no es un blanco al cual podamos apuntar, sino que es el resultado de un andar constante con Dios como Señor.
En el camino hacia la madurez, ¿en cual etapa esta usted?. Es un proceso que abarca toda la vida. Sigamos todos hacia adelante en el crecimiento de nuestra madurez.
MADUREZ EMOCIONAL
La persona madura es la que a desarrollado ciertas actitudes en relación consiguen misma y con su medio ambiente, que le permite elevarse sobre las “niñerías” de pensamiento y conducta.
He aquí algunas de las características de la persona que ha alcanzado madurez emocional.
1) Acepta las criticas con agradecimiento, pues sinceramente se alegra de que le den esas oportunidades de mejorarse.
2) No se compadece a sí mismo. Ha comenzado a sentir como las leyes de compensación trabajan en todos los aspectos de la vida.
3) No espera recibir consideraciones especiales de ninguna persona.
4) Controla su mal genio
5) Se enfrenta a las emergencias con serenidad.
6) No siente lastimada su vanidad fácilmente
7) Acepta la responsabilidad de sus propios actos sin intentar presentar excusas.
8) Ha dejado atrás la etapa “todo o nada”. Reconoce que ninguna persona o situación es en sí completamente buena, ni completamente mala.
9) No se impacienta por los retrasos razonables. Ha aprendido que él no es el arbitro del universo y que con frecuencia debe acomodarse a la conveniencia de otras personas y a sus particulares.
10) Sabe perder. Puede aceptar la derrota y la decepción sin lamentaciones ni quejas.
11) No se preocupa exageradamente por aquellas cosas que no puede remediar.
12) No acostumbra aparentar mas de lo que es, ni ser jactancioso.
13) Se alegra sinceramente del éxito y buena fortuna de que gozan otras personas. Ha superado la etapa de la envidia y los celos.
14) Tiene una actitud mental receptiva y amplia que le permite escuchar con respeto y interés las opiniones de otras personas.
15) No esta continuamente buscando errores y defectos en los demás.
16) Planea las cosas importantes por adelantado, en vez de confiarlas a la inspiración del momento.
Finalmente... tiene la fe en la existencia de un poder Supremo sobrenatural.
Se siente parte integral de la humanidad en general, y quiere hacer la contribución que le corresponde a todos los grupos de los cuales forma parte.
Obedece los dictados esenciales de la “Regla de Oro” en sus diversas manifestaciones. “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”.
Enviado por: Victor Mendoza