No tenemos más poder por nosotros mismos que
el de un niño chillón.

¡Ese niño somos nosotros!
Ésa es la fuente del privilegio,
el derecho al poder.
 
Nuestra misma identidad.

Como un NIÑO - un niño pequeño - su nivel de vida
está determinado por su padre terrenal.

Si él es rico, tú eres rico.

Si él tiene poder, tú tienes poder.

Si tu padre viviera en deshonra, TÚ vivirías en deshonra
por compartir el mismo nivel social y
la misma reputación, que él.

Eres hijo de tu padre y eres conocido
por esa identidad.

Sus logros, su valor, su provisión,
todo estaba limitado por la situación y carácter de tu papá.

Viviste atrapado dentro de los límites de su estado y por las opciones de su vida.

Si optó por abandonarte, aún así
viviste bajo la ausencia de su carácter.

No estaba ausente. Su sombra estaba sobre ti,
aun no estando presente.

Vives por la precisa medida de la dignidad tu papá
cimentado, por sus valores.

Estabas sujeto a sus normas.

Encarcelado en sus prisiones.

Y eres como él. Por el vínculo inexorable de un hijo con
su padre - presente o ausente - eres como él.

Tienes su semejanza y compartes sus células.

Esa relación con el padre es la misma en el Reino de Dios. . .
pero el Cristiano tiene un nuevo Padre.

Y por consiguiente un nuevo estado, una nueva identidad.

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es
2 Cor. 5:17

Nací en Dios. No sólo adoptado, ¡nacido!

Un “nuevo nacimiento” literal - no de una forma retórica.

Nacido en un Padre diferente, una nueva Familia -
una Vida completamente diferente, ¡Divina en origen y eterna!

No me elegisteis vosotros a mí,
sino que yo os elegí a vosotros
Juan 15:16

Mi primogenitura es que mi Recóndito Papá es el Propio Dios.

Mi tierno padre es el Creador.

Y yo soy Quién Él es. Vivo cuando Él vive. . .
porque soy Su niño.

Y Él vive más plenamente que los genes
y cromosomas de mi humanidad.

Su Ser está implantado en mi espíritu,
infundido en la médula de mis huesos.

Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;

Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo.

Hebreos 8:10

Dios es mío. Y yo soy Suyo.

¡Cómo creyente vives en la identidad de tu Gran Padre!

¡Quién ÉL es! Ésa es la cuestión.

No quién soy.

Quién ÉL es.

No lo que yo puedo hacer. . .

Lo qué ÉL puede hacer.

No se miden mis meritos
cómo digno, cómo capaz. . .

sino que mi valor es según QUIÉN es mi Padre,
El “Quién” es el Ser más Alto, el Único Creador.

Mi valor no se queda en cuan amable soy.

y mi valor es según QUIÉN me ama.

El Quién es el Dios de Todo Amor.

Él es MI Padre.

Nací por Su amor, para ser Su compañero.

No quién soy. . . un ínfimo gusano en mi humanidad.

¡Quién ÉL es! Ésa es la completa medida de mi mérito.

La Identidad de mi Padre.

¡En Él, soy el hijo de - no UN rey - sino DEL Rey!
Soy Suyo, EN Él. Porque Él es Dios el Padre,
vivo en el privilegio de Su posición - qué es la autoridad
sino también en
la función de Su carácter - qué es la mansedumbre.

Debo vivir en la conciencia de “quién” soy pero
sabiendo “de quien soy hijo”.

No por ninguna lista de atributos,
no construyendo mi singularidad
sino por SUS atributos, Sus logros.

Mi singularidad se encontrará en la conciencia de mi Dios,
así como el verdadero niño es una criatura absolutamente original.

Tu y yo somos “niños.”

Nos llamaremos “niños de Dios” a lo largo de la eternidad.

No un adulto, independiente y autosuficiente,
sino un niño, siempre en la impotencia de esa posición.

La autoridad CON Dios viene cuando tomo mi lugar dependiendo como Su niño.

Puedo hacer las demandas a Él basado en mi impotencia
y mi primogenitura.

Una primogenitura dada y obtenida PARA mí, no,
ganada POR mí.

...los cuales no son engendrados de sangre,
ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios.
Juan 1:13

Debo vivir en la vulnerabilidad - incluso la impotencia -
ese es mi estado real.

Eso es lo que me pone en la condición de ser un niño.

Sólo la realidad.

Jesús estaba describiendo Su propio camino, y nos dio
la manera de entrar en el reino cuando dijo,
De cierto os digo, que si no os volvéis
y os hacéis como niños,
no entraréis en el reino de los cielos.
Mateo 18:3

Se, lo que eres. . . ¡por ti eres un niño!

Siendo un niño te pones en la posición tener un Padre
y todos los derechos de Su Posición.

Si eres un niño, entonces puedes tener un Padre.

Siendo un adulto independiente y autosuficiente,
habrás perdido el reino. . . y su Estimada Protección Paternal.

¡Posición! ¡Puesto Sobre todo el universo!
El Poder está en la posición.

Permite a Dios tener Su posición, hazte - como un niño - y
el poder sobre tu vida es automático.

La autoridad PARA Dios fluye de la rendición para
ser Su niño, derivando todo de Él,
sujeto a Su regla.

Ésa es la ausencia de orgullo. . . para vivir como un niño,
sin pretensión y vacío de poder.

La autoridad es la ventaja de la primogenitura
y viene precisamente de saber claramente
de Quien eres hijo. . .

Copyright © 1999 Martha Blaney Kilpatrick
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