TEXTO: Job 3:25, Porque el temor que me espantaba me ha venido y me ha acontecido lo que yo temía.


ORACIÓN: Señor... Líbrame del temor al mal, solo en mi vida debe haber el temor santo, que te agrada.
INTRODUCCIÓN: El libro de Job en gran parte está escrito en poema. Es considerado como una obra maestra de literatura y sabiduría; es un clásico de estilo elevado. Este libro siempre da al lector, energía creciente a los débiles y desanimados. Es uno de los libros más grandes que jamás se haya escrito, pues trata el destino del hombre y el trato de Dios con él, sobre la tierra.

1- JOB RECIBE LA VISITA DE SUS TRES AMIGOS
Luego del desafío entre Dios y Satanás; y de la victoria de Job al no pecar con sus labios; lo encontramos sentado sobre cenizas, con una gran llaga desde la planta de sus pies a la coronilla de su cabeza, ha perdido todo, sus diez hijos, todas sus riquezas, los pobres, huérfanos y viudas lo miran de lejos y su esposa lo desprecia deseándole la muerte. ¿Cuánto puede soportar un ser humano esta situación? Se siente destruido a tal punto que desea la muerte. Maldice el día de su gestación y nacimiento. Sobre todas las cosas confiesa que: El temor que lo espantaba le ha venido y le ha acontecido todo lo que temía. Job mismo le abre la puerta a Satanás a través de su temor, para que el lo ataque. ¿Será tan malo el temor al mal? Pues mira lo que dijo el sabio Salomón: El temor te pone un lazo, te ata, Pv.29:25; Vez tras vez Jesús dijo: No teman, no temías y el Apóstol Juan dijo: El que teme no puede ser perfeccionado en el amor, 1 Jn.4:18.

Los amigos de Job, maduros en sabiduría, viendo la terrible condición de este hombre, no hablaron durante siete días y siete noches y sentados junto a él, preparaban sus discursos.

2- ELIFAZ - BILDAD - ZOFAR
Estos grandes pensadores y sabios amigos de Job, dieron mas de veinte discursos al pobre Job. Ellos estaban de acuerdo en que Job era un pecador, que tenía que confesar sus pecados ocultos para ser perdonado por el Señor. Hasta los más sabios se equivocan.

En este debate, Job es atacado sin lástima. Su intención era ayudarlo, pero solo conseguían hundirlo mas. Job está apasionado... No está preocupado por la pérdida de sus bienes, hijos o salud, lo más importante en su vida era: Su relación con Dios, Su amigo a quien le había sido fiel; por El se había apartado del pecado, ofreciendo ofrendas y holocausto, viviendo conforme a su voluntad, ahora, ¿Aparte de todas mis desgracias, también soy un pecador? Quiero un abogado Quiero hablar cara a cara con Dios, decía a sus amigos: Están herrados... Sus palabras son huecas y sin sentido, no sirven como intermediarios de Dios. Si solamente vine a este mundo a sufrir: No vale la pena vivir pero yo sé, que aunque mi carne se caiga a pedazos, le veré, yo mismo le veré en persona con mis propios ojos, yo mismo y no un extraño, Job 19:25-27. Al ver que Job les rechaza sus consejos, los tres amigos consoladores le administran severas reprensiones y cuadros de miseria que espera a los impíos; ahora no le animan a arrepentirse, ino tratan de confundirlo mas, asegurando que es un pecador, y que debe confesarse.

Job Responde: Muchas veces he oído cosas como estas y ustedes son consoladores molestos, sus palabras son vacías: Si yo estuviera en vuestro lugar, podría hilvanar palabras y mover mi cabeza... ¡Pero no! Yo los alentaría con mis palabras y con la consolación de mis labios aliviaría vuestro dolor, Job 16:1-5, Job describe su mal como un ataque brutal y furioso contra su persona... Es Como una bestia feroz que me despedaza; como un traidor que le entrega en manos del enemigo; soy como un blanco de los arqueros o como el muro de una ciudad, al cual los guerreros abren brecha tras brecha, Job 16:9-16. Mi rostro ha enrojecido por el llanto y mis párpados entenebrecidos.

3- NO HAY EN MI INIQUIDAD Y MI ORACIÓN ES PURA
Job ignoraba lo que pasaba en el cielo. No sabía como defenderse. Su oración era pura al igual que sus dádivas y holocausto. ¡Soy íntegro y mi testigo está en los cielos! Disputadores son mis amigos. Más ante Dios derramaré mis lágrimas; ojalá pudiera disputar con Dios, como con el hombre, Job 16:19-21.

En medio de su amargura, Job vislumbra a su defensor.

Alguien debe haber en el cielo que declare a mi favor, que interprete ante Dios mis pensamientos. Job apela a Dios, a llevar su causa ante El mismo. En otras palabras: Dios será mi testigo, ante Dios mismo; es una paradoja, Dios abogando ante Dios a su favor. Esto es figura de Jesús, nuestro abogado y defensor, 1 Juan 2:1. Es Dios y hombre; ante Dios es Dios y ante los hombres es hombre. Este árbitro era el que Job buscaba, que por la fe lo veía como su defensor.

Aunque sigue protestando contra la aparente injusticia de Dios, tiene en su corazón la confianza y certeza que Él le vindicara, tarde o temprano diciendo: ¿Quién sino Tu puedes hacerlo?

4- ¿NO SE AVERGÜENZAN DE TRATARME ASÍ?

Sus amigos casi se quedan sin argumentos; ya no saben que inventar... Son religiosos tradicionales, han encerrado a Dios en un molde: El castigo viene a los injustos. El mal a los pecadores. Así que Job es tenido por impío y ellos hablan mal de él. No debemos apurarnos a proferir juicio a los que nos rodean, pues ¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién sabe como Él opera o porqué Él lo permite? El cuerpo de Job es como una sombra que se va. Está perdiendo toda esperanza de vida, solo espera la muerte. De repente expresa su confianza en Dios. Yo grito: ¡Me matan! Nadie responde, pido ayuda y nadie me hace justicia, Job 19:3-7.

En los momentos más tenebrosos Job, llega a su punto clave y grita nuevamente: ¡Yo sé que mi redentor vive! ¡Y que Él será mi abogado aquí en la tierra! Job, ve a este Redentor como a un pariente cercano; pariente con afecto cálido de solidaridad. Job comienza a poner toda su esperanza en este mediador, ya que sus amigos lo han abandonado. Ninguno de ellos ha visto su integridad, no escuchan su testimonio y ninguno menciona su altar de ofrenda y holocausto a Dios.

Ahora la fe del patriarca comienza por primera vez, a ver su esperanza mayor que su padecimiento. Ahora nuevamente Job, anhela un encuentro con Dios, para aclarar todas sus dudas y exponer su causa; pero no sabe como hallarlo, puede encontrarle y hasta piensa que El se esconde para no tener que reconocer que él es justo, Job 23:1-9 y dice: Mas Él conoce mi camino, me probará y saldré como oro y se pregunta: ¿Porqué estará Dios indiferente ante semejante padecimiento e injusticia?


5- EL PATRIARCA PONE FIN A LOS DEBATES

Los tres amigos no tienen mas municiones. Job, va a resumir su discurso, repudiando a sus amigos y reafirmando su inocencia. Comienza con un juramento de pacto. Job, es un hombre cuya fe permanece fiel a Dios, en medio de la tormenta y dice: Aunque me han quitado el derecho, todo el tiempo que mi alma esté en mí y tenga aliento de vida, mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño, hasta que muera no quitaré de mí, mi integridad, y todo el que se declare mi enemigo, corra la suerte de los malvados, Job 27:1-7. Al final de su discurso, Job recuerda su feliz tiempo pasado: Los pobres y ricos, jóvenes y ancianos me respetaban, porque yo socorría a los pobres, huérfanos y viudas; yo era ojos al ciego y pies al lisiado, padre de los necesitados y defensor de tos extranjeros. Pensaba que llegaría a tener muchos años, pero ahora soy objeto de burla, Job 29:1-8 - 30:1.

Cada movimiento y palabra de Job es controlada desde el cielo y desde el infierno. En el cielo hay una sonrisa por la integridad de éste hombre. Una vez mas Satanás es avergonzado, pues ha perdido su apuesta ante un hombre que perdiéndolo todo, mantuvo su fe y confianza intactas en Dios.

Dios te bendiga

DANIEL REGONDI
CÓRDOBA, SEPTIEMBRE DE 1999
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